En medio de aplausos, música y gratitud, los habitantes del sector Omaira Sánchez, en el barrio La Candelaria, celebraron la pavimentación de la calle Sargento Meléndez, una obra que marca un nuevo capítulo en la transformación urbana del sur de Cartagena.
El proyecto, parte del programa COMPI (Construcción de Obras Motivadoras de Participación Integral), es la vía número 24 entregada por la Gobernación de Bolívar en la capital y se consolida como un ejemplo de participación ciudadana y trabajo conjunto entre el gobierno departamental y las comunidades. Lea aquí: Consejo del EPA autoriza contratos mayores a 700 SMLV en Cartagena para obras
Una obra construida con unión
La jornada de entrega estuvo llena de colorido y emoción. Niños, jóvenes y adultos participaron en actividades culturales y bailes folclóricos, entre ellos la coreografía Son de Negros, símbolo de la alegría colectiva por una meta alcanzada tras años de espera.

Durante el acto, el gobernador Yamil Arana Padauí destacó el compromiso comunitario que hizo posible la ejecución del proyecto y resaltó que los logros más duraderos son aquellos que nacen de la unión entre Estado y ciudadanía.
“Esta obra, hecha con sus propias manos, es una muestra palpable de que trabajar en equipo entrega como resultado final una excelente obra, de gran calidad, para el disfrute de ustedes mismos”, afirmó Arana.
El mandatario agregó que la pavimentación también rinde homenaje a un líder barrial que dejó huella en su comunidad.
“Este COMPI es un homenaje al sargento Luis Carlos Meléndez, quien luchó por este barrio y soñó con ver sus calles pavimentadas. Hoy ese sueño se cumple, y con él, la oportunidad de un desarrollo histórico para su gente”, expresó el gobernador.
El momento más emotivo llegó cuando los asistentes lanzaron globos blancos al cielo en memoria del sargento Meléndez, como gesto de respeto y esperanza por un futuro en paz.
Inversión y impacto técnico
La nueva vía fue construida en concreto rígido, con una longitud de 198 metros lineales, un ancho de 4,4 metros y un espesor de 18 centímetros, lo que garantiza durabilidad y calidad estructural.
El proyecto incluyó además la construcción de 400 metros de andenes y bordillos, mejorando la accesibilidad y la seguridad de peatones. La inversión total fue de $337.700.000, de los cuales $306.000.000 provinieron de la Gobernación de Bolívar y $31.700.000 fueron aportados por la comunidad.
La intervención beneficia directamente a 45 viviendas y cerca de 300 personas, y durante su ejecución generó 14 empleos locales, fortaleciendo la economía del sector.
Voces de la comunidad

Para los habitantes de La Candelaria, la pavimentación representa dignidad, inclusión y progreso.
Yasbelis Ortiz Ospino, residente del sector, manifestó su agradecimiento:
“Por mucho tiempo, pese a mi discapacidad, me tocó caminar entre el barro. Hoy le doy gracias a Dios, al Gobernador y a todos los que ayudaron a hacerlo posible. La calle quedó espectacular; ya no tenemos que pisar barro, ahora caminamos sobre pavimento”.
Jimmy Carabalí, otro vecino, también celebró la transformación:
“Estamos bastante contentos. Ya podemos ver y pisar el pavimento. Le damos muchas gracias al Gobernador, que nos ayudó para que este sueño fuera una realidad”.
La edilesa Verónica Jiménez destacó el sentido simbólico del proyecto:
“Más que pavimentar una calle, hoy estamos inaugurando un recuerdo. Este espacio lleva el nombre del sargento Meléndez, cuyo espíritu y ejemplo permanecen entre su gente”.
Un COMPI que deja huella
Con esta intervención, el programa COMPI reafirma su propósito de llevar infraestructura digna y de calidad a los barrios de Cartagena y Bolívar, fomentando la participación ciudadana y el sentido de pertenencia. Lea aquí también: La historia de Édgar Robayo, el joven con el puntaje más alto del Icfes en Cartagena
Cada calle construida bajo este esquema se convierte en un símbolo de colaboración y progreso compartido. En La Candelaria, ese símbolo hoy tiene nombre propio: Sargento Meléndez, el hombre que soñó con ver pavimentado su barrio y cuya memoria quedó grabada en el concreto que hoy caminan sus vecinos.

