El Grupo Puerto de Cartagena celebra los 20 años de su fundación, una entidad que creó para desarrollar las actividades de responsabilidad social en su área de influencia y que hoy por hoy, es mucho más que eso, gracias a la generación de confianza legítima en las comunidades y al entusiasmo que cada uno de sus programas despertó en ellas, al ser diseñadas desde el primer momento de la mano de sus líderes, respondiendo a sus necesidades, intereses y prioridades de desarrollo local y comunitario.
Se trata de la Fundación Puerto de Cartagena (FPC), la cual cumple dos décadas de presencia constante, escucha activa y transformación sostenible en las comunidades vecinas a las terminales portuarias, convirtiéndose en un referente de innovación social y desarrollo comunitario.
Un origen con propósito
La fundación nació con una convicción clara: mejorar la calidad de vida de los hogares en la zona de influencia de las terminales portuarias, impulsando el liderazgo comunitario y el acceso a oportunidades. Desde su creación, ha sido motor de cambio en barrios como Albornoz, Santa Clara, Ceballos, Nuevo Oriente, San Isidro Bajo, Zapatero y Colonias.
Su misión es contribuir al empoderamiento de las comunidades mediante iniciativas que fortalecen la formación y promueven la transformación sostenible. Valores como la confianza, el respeto, la innovación y la solidaridad guían cada paso de su accionar.
Estos son los programas de la FPC
La oferta programática de la Fundación Puerto de Cartagena es diversa, innovadora y permanente. Desde la Escuela Inteligente, se mejora la calidad educativa con herramientas STEAM.

Desde Ecoguardianes, se promueve la conciencia ambiental desde la infancia.
La Escuela de Música Puerto Azul forma talentos musicales que hoy brillan en orquestas locales, mientras que la Escuela de Fútbol enseña valores a través del deporte.
Otros programas como Becas Vive Bien, Juventud Líder, Escuela de Familias, Patios Productivos y el Fortalecimiento de Juntas de Acción Comunal reflejan una presencia integral en cada etapa de la vida y en cada rincón de los barrios.
Historias que laten en el territorio
Muchas son las historias de vida que dan cuenta de la transformación profunda y significativa que la fundación ha propiciado en las comunidades donde desarrolla su trabajo social.
Lian Camilo, un niño tímido que hoy lidera el grupo de Ecoguardianes en Santa Clara, representa el poder de la educación ambiental para transformar realidades.

Hellen Olier, egresada de la Escuela de Música, ahora dirige ensayos y forma nuevas generaciones de músicos. Dubis Casallas, lideresa de Albornoz, impulsa emprendimientos y alianzas desde su comunidad. Y así, muchos otros.
Cada testimonio es una muestra del impacto profundo y humano que la fundación ha sembrado en estos 20 años.
Impacto medible, confianza construida
Más allá de los números, el orgullo de la fundación está en los rostros de quienes han transformado sus vidas. Jóvenes que acceden a la educación superior, familias que cultivan sus propios alimentos, líderes que promueven el desarrollo local. La confianza construida con las comunidades es uno de los mayores logros, gracias a la ética, transparencia y cumplimiento con la que trabaja.
Una visión que proyecta esperanza
Alexandra Verhelst, directora de la fundación, lo resume con claridad: “Nuestro propósito es impulsar la transformación sostenible con las comunidades. Estamos presentes desde la infancia hasta la adultez, fortaleciendo liderazgos y creando entornos de oportunidad”.
Alfonso Salas Trujillo, gerente del Grupo Puerto de Cartagena, reafirma: “La fundación es una extensión de nuestro compromiso con Cartagena y su gente. Es una manera de hacer desarrollo con las personas, desde la confianza, la innovación y el liderazgo comunitario”.
20 años de historias que transforman
Hoy, la Fundación Puerto de Cartagena celebra una trayectoria de impacto, aprendizaje y esperanza. Con el lema “Impulsamos la educación mediante la innovación social y la tecnología”, se proyecta hacia el futuro con la misma convicción que la vio nacer: transformar vidas desde el territorio, con las comunidades como protagonistas.