En el marco de la XXVII Comisión Binacional Fronteriza (Combifron), que se desarrolló en Cartagena, altos mandos militares de Colombia y Panamá definieron una nueva hoja de ruta para fortalecer la seguridad en la zona limítrofe, con especial énfasis en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado.
Tras más de seis meses de trabajo e intercambio de inteligencia, las autoridades de ambos países acordaron intensificar las operaciones combinadas en las áreas de frontera, donde se concentra la mayor actividad criminal. Lea también: Sur de Bolívar: piden activar comisión de respuesta a alertas tempranas
En representación de Colombia participó el almirante Francisco Hernando Cubides Granados, comandante general de las Fuerzas Militares, junto con la cúpula militar. Por Panamá, asistieron Larry Solís Velázquez, director del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), y el subcomisionado Jonathan Alí, del Servicio Nacional Aeronaval (Senan), además de delegados de otras autoridades militares y policiales.

Las operaciones contra los grupos armados en Bolívar
Las Fuerzas Militares anunciaron nuevas medidas de control en el sur de Bolívar, una de las zonas más afectadas por la presencia de grupos armados ilegales y la explotación ilícita de recursos mineros. Confirmaron que el territorio es hoy uno de los focos prioritarios de intervención en el país.
Según fuentes oficiales, en los últimos días se han registrado desplazamientos masivos de más de 1.500 personas, especialmente en el área de Arenal y Santa Rosa del Sur.
La confrontación entre grupos como el Clan del Golfo y las disidencias de las FARC, motivada por el control del oro, ha agudizado la situación humanitaria.
Se activaron despliegues militares flexibles y la conformación de tres batallones con movilidad inmediata, a los que se sumará un cuarto a finales de 2025, con 150 hombres adicionales.
“Estamos atacando las causas de fondo: no solo buscamos que las familias regresen a sus territorios, sino que la minería deje de estar en manos ilegales y se formalice como actividad económica legítima”, señalaron.

Lucha articulada contra el crimen organizado
Las autoridades anunciaron que las operaciones conjuntas entre la Armada de Colombia y el SENAFRON panameño se intensificarán, con especial vigilancia en las rutas marítimas y aéreas del Caribe.
En Colombia, el principal objetivo será el Clan del Golfo, mientras que en Panamá se focalizarán acciones contra las bandas Manzana Cero y Mafias Filipinas.
La estrategia busca atacar delitos como el narcotráfico, el contrabando, la minería ilegal, la pesca ilegal y la migración irregular. Para ello, se implementará un sistema de intercambio de información en tiempo real, lo que permitirá lanzar operativos coordinados con resultados estratégicos.
Las operaciones se desarrollarán bajo los marcos del Derecho Internacional Humanitario y los Derechos Humanos, incluyendo controles marítimos y aéreos, misiones de vigilancia en zonas selváticas y fluviales, así como la detección de campamentos clandestinos y pasos migratorios ilegales.
Además, se reforzará la vigilancia con sensores, drones, imágenes satelitales y equipos tecnológicos que permitan rastrear corredores críticos utilizados por estructuras criminales. También se contemplan acciones para combatir delitos ambientales como la tala ilegal, la explotación ilícita de yacimientos mineros y los cultivos ilícitos.
Formalización minera y rol del Estado colombiano
Uno de los planteamientos más relevantes es la necesidad de que la actividad minera se formalice, evitando que el oro termine en manos de estructuras ilegales. Entre las propuestas discutidas está que el Banco de la República vuelva a ser el comprador exclusivo del mineral, lo que permitiría regular el mercado, garantizar impuestos y retornar recursos a las comunidades en salud, educación e infraestructura.
“Si logramos que la compra de oro esté en manos del Estado, evitamos que los grupos armados se financien con este negocio y fortalecemos la economía local bajo criterios de legalidad”, añadieron los mandos militares.

Es importante resaltar que este esfuerzo binacional se han incautado 27 toneladas de cocaína en 2025 solo en la frontera con Panamá, lo que representa el 18% del total decomisado en el Caribe colombiano. Le puede interesar: Gobierno impulsa programas educativos en municipios del sur de Bolívar
Con esta nueva estrategia, ambos países se comprometen con el compromiso con la seguridad y la estabilidad regional e internacional, enfrentando de manera coordinada los delitos transnacionales que representan una seria amenaza para la paz.