En las entrañas del barrio Lo Amador se levanta uno de los espacios más queridos por la comunidad, un lugar que durante más de 50 años fue refugio y bienestar para más de 150 niños y niñas: su hogar infantil, fundado en 1973.
Con pasillos llenos de risas, paredes adornadas con colores vivos, niños corriendo por todas partes, maestros organizando actividades recreativas y con los padres de familia recogiendo a sus hijos al final de la jornada, lo recuerda con nostalgia la comunidad, ya que el centro tuvo que cerrar sus puertas debido a fallas estructurales.
Historia del Hogar Infantil Lo Amador
La edificación, de dos pisos, está ubicada en la calle Sucre #34-43, en un predio donado en su momento por un particular a la Junta de Acción Comunal del sector, que luego lo cedió en comodato al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF). Así nació el entonces Centro Comunitario para la Infancia Lo Amador.

La comunidad cuenta que en 2016, tras muchos años de actividad, el inmueble presentó una afectación estructural y la entidad decidió trasladar a los niños a otro lugar cercano por seguridad. Fue entonces como desde 2017, el programa funciona en un espacio arrendado en el que hoy se atienden 118 niños.

Afectaciones y estudios sobre la infraestructura
Integrantes de la Asociación de Padres de Familia explicaron a El Universal las afectaciones de la edificación. “Fue una grieta en una de las bases del cielo raso, pero tenemos estudios de ingenieros que indican que, con un reforzamiento, podría funcionar bien. No es un caso para demoler. Si hubiera recursos, se podría construir de nuevo, pero también existe la opción de reforzar”, señalaron.

Aunque la fachada y otros espacios lucen deteriorados por el paso del tiempo y la pintura que se ha desconchado, los padres aclaran que el lugar no está abandonado. “Lo usamos como bodega y para actividades recreativas y culturales en el patio. La comunidad lo ha cuidado y tratado de mantenerlo”, dijeron.
Hoy la primera infancia se atiende en otro espacio arrendado por nueve millones de pesos mensuales, cubiertos por el ICBF como parte del programa de atención a la niñez.
Impacto en las familias de Cartagena
El cierre del hogar fue un duro golpe para las familias no solo de Lo Amador, sino también de barrios como El Espinal, Torices, Nariño, El Toril y Paseo Bolívar, que solían enviar allí a sus hijos.
“Hubo una gran afectación, porque año tras año tuvimos que reducir la matrícula y la inscripción debido al espacio limitado. Ahora, ¿qué más quisiéramos nosotros que regresar al sitio donde todo nació y volver a recibir a 150 niños de la comunidad y sectores aledaños?”, expresó la Asociación de Padres.
Comunidad pide ayuda para recuperar el hogar infantil
En medio de esta situación, los padres han tocado varias puertas y, entre ellas, hicieron un llamado especial al alcalde Dumek Turbay para que visite el lugar y gestione la ayuda necesaria para que el hogar infantil recupere su esplendor.

“Que con su acompañamiento se le brinde a los niños un espacio digno donde puedan educarse, jugar, recrearse y devolverle la vida útil a este sitio que nació para la comunidad (...) es un lugar de la comunidad y para la comunidad. No se trata de los directores ni de los administradores, sino de garantizar el derecho de los niños a tener un espacio donde crecer y desarrollarse”, agregaron.
Alcalde Dumek Turbay anuncia visita y recuperación del centro
Desde la Alcaldía de Cartagena respondieron a dicha solicitud y el mismo mandatario anunció medidas inmediatas.
“Si hay algo importante para nuestra administración son los niños y su integridad física. A quienes los atienden, sus padres y acudientes quiero garantizarles que sus preocupaciones tienen fecha de vencimiento”, manifestó Turbay.

Y anunció: “Esta semana los visitaré, inspeccionaremos una a una las deficiencias estructurales y, a través de Apoyo Logístico, vamos a intervenir y recuperar de forma integral todo el hogar infantil. Aquí no se trata de si la responsabilidad es de una entidad nacional o de trámites por hacer. No, los niños no merecen burocracia, sino acciones inmediatas y soluciones para su protección y cuidado. Para eso nos eligen: para dar tranquilidad a la gente”, afirmó el alcalde.
En los próximos días se espera que esta visita se concrete y que los niños de Lo Amador vuelvan a disfrutar de un espacio seguro, digno y lleno de vida.