El Reloj Floral de Cartagena, ubicado en el sector del Pie del Cerro, fue inaugurado en la década de los sesenta y pronto se convirtió en uno de los lugares más visitados de la ciudad. El parque fue donado como gesto de cooperación y amistad por parte de ciudadanos y autoridades holandesas, y en sus primeros años asombraba a propios y turistas por la singularidad de su diseño: un reloj con mecanismo solar adornado con flores naturales que abrían y cerraban sus pétalos con la luz del día. Lea aquí: será la transformación del parque de la Virgencita en Blas de Lezo
Durante mucho tiempo, fue considerado uno de los sitios más bellos y curiosos de Cartagena. Sus jardines bien cuidados, las bancas para el descanso y la precisión del reloj lo convirtieron en un referente urbano. Familias enteras lo visitaban los fines de semana, mientras guías turísticos lo mostraban como parte de la ruta cultural y natural de la ciudad.

El lento deterioro
Con el paso de los años, la falta de mantenimiento fue apagando su esplendor. Primero desaparecieron las flores naturales que le daban su nombre. Luego el mecanismo dejó de funcionar, y las manecillas quedaron inmóviles durante años. Las zonas verdes se marchitaron, las bancas se oxidaron, el sistema de riego y de iluminación colapsaron, y el parque perdió protagonismo.
Lo que fue un orgullo de la ciudad terminó convertido en un espacio descuidado, donde el deterioro convivía con el olvido. Los vecinos del Pie del Cerro lo veían día a día perder atractivo, mientras visitantes y turistas pasaban de largo sin detenerse.
“Era muy triste ver cómo se fue apagando, porque quienes lo conocimos en su mejor momento sabemos lo que significó para la ciudad”, recuerda un habitante del sector.
Memoria y futuro
El contraste entre lo que fue y lo que se espera que vuelva a ser marca la narrativa del Reloj Floral. De un espacio vibrante y lleno de vida en los años sesenta y setenta, a un escenario de abandono en las últimas décadas, el parque se prepara ahora para renacer con una intervención que combina tradición e innovación.
Vecinos y cartageneros esperan con ilusión la reapertura. Para muchos, será reencontrarse con un lugar que marcó su infancia. Para otros, la oportunidad de conocer por primera vez un ícono urbano que forma parte de la memoria colectiva de la ciudad.
El antes y después
El “antes y después” del Reloj Floral resume la historia de Cartagena en su relación con los espacios públicos: de la gloria al abandono, y del abandono a la esperanza de recuperación. Hoy, el reto es garantizar que este renacimiento no sea pasajero, sino que se mantenga con programas de mantenimiento, cuidado comunitario y responsabilidad institucional.
El nuevo Reloj Floral busca ser más que un parque recuperado: pretende convertirse nuevamente en un punto de encuentro, un orgullo local y una vitrina turística que celebre la historia y la resiliencia de la ciudad.
Una apuesta por la recuperación
Ahora, más de medio siglo después de su inauguración, el parque tendrá una segunda oportunidad. El alcalde Dumek Turbay, junto con la Gerencia de Espacio Público y Movilidad (GEPM), puso en marcha la recuperación integral del Reloj Floral dentro del programa Recuperación de Parques, que incluye además los parques Flanagan, Apolo, Centenario y La Virgencita de Blas de Lezo.
La intervención busca devolverle al parque su identidad histórica y al mismo tiempo dotarlo de infraestructura moderna, segura y funcional.
Así será el nuevo Reloj Floral

Los trabajos contemplan:
- Reconstrucción del reloj floral, con un mecanismo motorizado de alta precisión y jardinería diseñada para recuperar el carácter “floral y solar” que lo distinguió en sus inicios.
- Remodelación integral del parque: más de 3.800 m² de espacio público y 1.090 m² de zonas verdes serán intervenidos.
- Iluminación arquitectónica y un nuevo sistema eléctrico que garantice seguridad y funcionalidad nocturna.
- Mobiliario urbano renovado: bancas, senderos peatonales accesibles, adecuaciones para personas con discapacidad.
- Nuevas zonas verdes con especies nativas y un sistema de riego hidráulico que asegure su mantenimiento.
“Este parque va a quedar convertido en un orgullo para los habitantes de Cartagena”, señaló el alcalde Turbay durante el inicio de las obras, subrayando que la meta es entregarlo renovado en la temporada alta de fin de año.

Inversión histórica para cinco parques
La recuperación del Reloj Floral hace parte de una inversión aproximada de 24.000 millones de pesos destinada a rescatar del abandono cinco parques emblemáticos de la ciudad. Según la Gerencia de Espacio Público, este esfuerzo no solo busca embellecer, sino también fomentar espacios seguros, accesibles y de encuentro ciudadano. Lea aquí también: Aguas de Cartagena entrega parque comunitario en Vista Hermosa
“Estamos escuchando a las comunidades, recogiendo sus ideas y reflejándolas en los diseños. El Reloj Floral no es solo un parque más: es un ícono de la ciudad que queremos honrar y devolverle a Cartagena”, expresó la gerencia.