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Cartagena

Transcaribe y los vendedores ambulantes: entre la norma y la necesidad

La historia de Leonor, exvendedora en Transcaribe, revela las dos caras del trabajo informal: necesidad para unos, molestia para otros.

Transcaribe y los vendedores ambulantes: entre la norma y la necesidad

Vendedora ambulante en un bus de Transcaribe. //

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Con dos hijos menores de 10 años, una maleta y pocas raciones de comida, *Leonor Ramírez llegó a Cartagena desde Venezuela. Tenía miedo, estaba cansada y era plenamente consciente de lo difícil que sería mantener a sus hijos en esta nueva ciudad. Aun así, cuando consiguió su primera bolsa de dulces para vender, sintió que algo de esperanza se abría paso entre las dificultades.

Leonor siempre se describió como una mujer tímida, retraída, de pocas palabras. Esa personalidad la llevó a estudiar Lingüística, una carrera que le permitiría ganarse la vida sin tener que socializar demasiado. Pero su historia, como la de millones de migrantes, cambió sin pedirle permiso. La crisis económica y social en su país la empujó a migrar, y en Cartagena encontró un oficio que jamás imaginó: vender dulces de manera informal en buses de Transcaribe.

Durante un año, Leonor recorrió vendiendo, de sol a sol, rutas enteras del sistema masivo. Aunque hoy tiene un empleo distinto, asegura que no se siente avergonzada al recordar esa etapa. “Todo trabajo es digno”, afirma. Lea Transcaribe: así están las estaciones 7 meses después de las reparaciones

La migración: una de las causas de las ventas ambulantes

Su historia no es única. Según datos recientes de Migración Colombia, hasta febrero de 2024 había en Colombia 2.845.706 migrantes de Venezuela. Cifras que convierten al país en un gran receptor de migrantes del país vecino. De hecho, según la Plataforma Regional de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V), hasta diciembre de 2024, Colombia era el primer país en la lista con más migrantes venezolanos, seguido de Perú. Solo en Cartagena, según Migración Colombia, hasta diciembre del año pasado se estimaba que habían al menos 69.964 ciudadanos venezolanos, muchos de los cuales, como Leonor, enfrentan obstáculos enormes para acceder al mercado laboral formal. “Es duro, venimos con profesiones, pero al llegar acá no hay trabajo”, asegura Leonor.

El desempleo: una de las causas de las ventas ambulantes

A esto se suma una realidad económica compleja: aunque según cifras del DANE para mayo de 2025 la tasa de desocupación en el país fue 9,0%, que representó una disminución de 1,3 puntos porcentuales respecto al mismo mes de 2024 (10,3%), aproximadamente 13.6 millones de trabajadores están en informalidad laboral, lo que representa un 56,8% que, con base al DANE, es un mínimo aumento ante el 56,3% del mismo trimestre del 2024.

“Es imposible que uno se quede en casa esperando que lo llamen de un empleo, toca buscar alternativas y en esa búsqueda llegan los trabajos informales que a veces, como vender en articulados, está prohibido”, sostiene Leonor.

Además de la migración y el desempleo existen más razones por las que personas terminan vendiendo en buses a pesar de estar prohibido, según varios vendedores con los que habló El Universal. Ellos afirman que son más de 30 vendedores ambulantes en Transcaribe. Ofrecen dulces, lapiceros, camisetas o recitan una canción. Algunos narran sus historias, otros pasan casi desapercibidos. Para algunos usuarios su presencia es un acto de supervivencia que merece empatía. Para otros, una violación incómoda a las normas del sistema.

Quejas de usuarios de Transcaribe por masivas ventas ambulantes

“Es incómodo. A veces el bus está lleno y ellos se montan a vender o cantar. No nos sentimos seguros”, dijo un pasajero. Otro comentó: “Muchos mienten, no quieren buscar trabajo y se van por el camino fácil”.

“Soy consciente que no todos lo hacen por necesidad. Pero la mayoría de ellos son solo padres desesperados, víctimas del sistema”, explicó Leonor.

“No es solo que vendan, es que eso representa inseguridad”, sostuvo otro pasajero. Un usuario refutó: “No le hacen daño a nadie, es cuestión de ignorar o colaborar, no veo el problema”.

Transcaribe responde a situación de ventas ambulantes en sus buses

La postura de Transcaribe es clara: “En el manual del usuario las ventas dentro de buses y estaciones del SITM son una conducta no permitida, y por eso, nuestro personal en cuanto identifica a estas personas en estos espacios, procede a solicitarles su salida del sistema, dado que están infringiendo la norma”. La entidad destacó que rechaza estas conductas e invita a todos sus usuarios a rechazarlas también para mejorar “el respeto y a la convivencia dentro del sistema.” Lea también: Transcaribe habilita recargas en línea: vea cómo hacerlo desde la app

Habla el Distrito

La Gerencia de Espacio Público y Movilidad también ha intervenido, enfocándose en lo pedagógico: “Nuestro equipo de brigadistas en el Centro Histórico mantiene operativos constantes de control, regulación y orientación en los alrededores de la estación Centro Uno, donde hay una gran afluencia peatonal”.

En ese vaivén entre la necesidad, la informalidad y las normas, historias como la de Leonor exponen con crudeza la delgada línea que existe entre la ilegalidad y la supervivencia. Para unos, el problema está en el orden, para otros, en la falta de oportunidades.

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