Uno de estos ejemplos de entrega y vocación es el señor teniente Luis Gonzalo Romero Ortiz, nacido y criado en el municipio de La Capilla, Boyacá, quien ha dedicado ocho años de su vida al servicio policial. Actualmente, se desempeña como comandante del CAI Martínez Martelo, un cargo que exige su presencia constante y un alto nivel de responsabilidad en la labor de garantizar la seguridad y la convivencia ciudadana en este importante sector.
Además de su impecable trayectoria profesional, el teniente Romero es el orgulloso padre de un niño de cinco años y una niña de dos. Su historia refleja la dualidad que muchos padres policías enfrentan diariamente: el equilibrio entre la vocación de servicio y el amor por su familia.

Con admirable entereza, Luis asume ambos compromisos, enfrentando cada jornada con la convicción de que su trabajo no solo impacta positivamente a la ciudadanía, sino que también es un legado de orgullo para sus hijos.
El teniente Romero ha obtenido significativos resultados en su gestión, gracias a su liderazgo, disciplina y dedicación, lo cual ha contribuido al fortalecimiento de la seguridad en su comunidad. Sin embargo, su mayor desafío no está únicamente en la calle, sino en los silenciosos sacrificios que conlleva alejarse de su familia para cumplir con el deber. Lea: Los vehículos inmovilizados en Bolívar durante el puente festivo
Su testimonio nos recuerda que el amor paternal también se manifiesta en el ejemplo, en la responsabilidad y en el valor de servir desinteresadamente. Padres como él forjan no solo comunidades más seguras, sino también hogares llenos de esperanza y amor.

En este Día del Padre, expresamos nuestro más profundo agradecimiento a todos los padres policías, quienes, con su labor diaria, no solo construyen una mejor sociedad, sino que también siembran en sus hijos los valores de la valentía, el compromiso y el amor incondicional.
¡Gracias por ser inspiración, ejemplo y fuerza para sus familias y para toda la sociedad!
Por: Policía Metropolitana de Cartagena