Durante el primer encuentro entre el Distrito y los actores vinculados a la ampliación del aeropuerto Rafael Núñez, el alcalde Dumek Turbay anunció una inversión de $7 mil millones para la renovación integral del histórico estadio de sóftbol del barrio Crespo.
Este emblemático escenario deportivo será transformado en un moderno complejo de grama sintética, con capacidad para acoger diferentes disciplinas, competencias y actividades comunitarias.
El anuncio se realizó en la mesa de diálogo convocada por la Alcaldía con participación de OINAC —operador del aeropuerto— y diversos sectores como taxistas, maleteros, emboladores y residentes de Crespo que ejercen actividades económicas alrededor de la terminal aérea.
A través del Instituto Distrital de Deporte y Recreación (IDER), la Alcaldía explicó que liderará esta intervención con recursos ya asegurados, que permitirán poner al servicio del barrio y de toda Cartagena un escenario completamente renovado. Le recomendamos: Concluye mesa sobre ampliación del aeropuerto Rafael Núñez, hay balance
No obstante, para dar inicio al proyecto, es necesaria la formalización de un contrato de comodato con la Aeronáutica Civil por un periodo de 25 a 30 años. Este acuerdo permitirá licitar, construir y operar legalmente el complejo deportivo, ya que el predio donde se ubica el estadio pertenece a dicha entidad nacional.
El comodato, figura jurídica que permite la cesión gratuita del uso de un bien por un tiempo determinado, se encuentra en su fase final de trámite. Una vez obtenida la autorización definitiva, se dará vía libre a uno de los proyectos deportivos más esperados por los habitantes del barrio Crespo.
Según explicó el alcalde Dumek Turbay, la iniciativa hace parte de la apuesta por dignificar el deporte en todos los barrios de Cartagena y responde al clamor de una comunidad que por años ha solicitado la recuperación de este espacio, símbolo de identidad y encuentro vecinal.
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Comunidad de Crespo reacciona a la intervención del complejo deportivo
De acuerdo con el Distrito, la noticia fue recibida con entusiasmo por la comunidad. Líderes barriales y vecinos coincidieron en que esta obra representa no solo una mejora en infraestructura, sino también una oportunidad para fortalecer el tejido social, incentivar el talento deportivo y revitalizar un escenario cargado de historia y emociones.
Como parte del proceso de planificación, el Distrito y el IDER han abierto un diálogo con la comunidad para definir el uso final del espacio. Actualmente se debate si conservar el estadio como campo de sóftbol, honrando su tradición, o transformarlo en una cancha sintética de fútbol, en respuesta a las nuevas demandas deportivas del sector.
“Esta decisión será construida de manera participativa, escuchando a deportistas, líderes comunitarios y habitantes del barrio”, indicó la administración distrital que reiteró su compromiso con la transparencia y el consenso, para que el resultado final sea motivo de orgullo colectivo.