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Cartagena

Inclusivo Fundación impulsa el futuro de jóvenes con discapacidades

En Cartagena existe un espacio donde jóvenes con discapacidades cognitivas desarrollan sus habilidades y se preparan para una vida autónoma.

Inclusivo Fundación impulsa el futuro de jóvenes con discapacidades

El equipo de la fundación se llena de orgullo con cada logro de estos chicos. // Julio Castaño - El Universal

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En el corazón del barrio Los Ángeles, en Cartagena, una luz de esperanza brilla para decenas de familias. Se trata de Inclusivo Fundación, un proyecto social que trabaja con jóvenes con discapacidades cognitivas, autismo, síndrome de Down y otras condiciones, y que ha demostrado que la inclusión no es un favor, sino un derecho que enriquece a todos.

Clases en la Universidad de Cartagena con Inclusivo Fundación, en compañía de Aura Cárdenas su licenciada en educación especial y coordinadora. // Julio Castaño - El Universal
Clases en la Universidad de Cartagena con Inclusivo Fundación, en compañía de Aura Cárdenas su licenciada en educación especial y coordinadora. // Julio Castaño - El Universal

Esta iniciativa, liderada por Karen Guardo, madre de un joven con autismo, ha impactado profundamente las vidas de muchas personas y está construyendo una nueva forma de ver las diferencias en la ciudad.

El Universal tuvo la oportunidad de visitar una clase de pastelería en la fundación, donde fue testigo del amor, la alegría y el compromiso que caracterizan cada rincón del proyecto. Le puede interesar: Mujeres de Tierrabomba transforman carbón en arte sostenible con apoyo de Surtigas y su Fundación Promigas

Inclusivo Fundación invita a todos los cartageneros a hacer parte del sueño de estos niños y apoyarlos.

Hijos como inspiración

Karen Guardo creó Inclusivo Fundación inspirada por su hijo Andrés Felipe, de 17 años, diagnosticado con autismo. “Como mamá de un niño con esta condición, puedo entender a otras madres en mi situación. Sé que el mismo miedo lo hemos tenido todas: el pensar qué va a pasar con mi hijo cuando yo no esté”, cuenta.

Karen Guardo, Directora y fundadora de Inclusivo Fundación. // Julio Castaño - El Universal
Karen Guardo, Directora y fundadora de Inclusivo Fundación. // Julio Castaño - El Universal

Lo que comenzó como una búsqueda por ayudar a su hijo, terminó siendo un espacio para muchos más. “Así como conseguí ayudar a mi hijo, busqué más Andrés a los que ayudar”, dice Karen. Hoy, Andrés o “Pipe”, como le dicen, estudia inglés y gastronomía. Es uno de los estudiantes más entusiastas de la clase de pastelería que visitamos, y se confiesa feliz haciendo lo que ama.

El quehacer de la fundación

En la fundación, los jóvenes no solo aprenden a hacer postres o manillas; también aprenden a tender su cama, a cocinar, a expresarse en el teatro y a danzar. Se preparan para la vida con dignidad y esperanza. Cada uno avanza a su ritmo, y según sus habilidades, se les orienta hacia emprendimientos, cursos técnicos, carreras universitarias o la vinculación laboral. Andrés Felipe, hijo de Karen, contó con calidez lo mucho que disfruta de hacer paletas. Lea también: Surtigas recibió importante premio por su responsabilidad social

Jóvenes de la fundación junto a coordinadora y profesor de la Universidad de Cartagena. // Julio Castaño - El Universal
Jóvenes de la fundación junto a coordinadora y profesor de la Universidad de Cartagena. // Julio Castaño - El Universal

María Clara, de 23 años, otra chica de la fundación, ama la música y crear manillas.

No es fácil, lastimosamente somos un país apático a comprender la diversidad”.

 Aura Cárdenas, licenciada en educación especial

Asimismo, Shanira, de 38 años, disfruta hornear postres y también hacer artesanías en los espacios que le brinda la fundación. Wilmer Eduardo, de 21, se desenvuelve con seguridad y asegura que estar en la fundación lo hace feliz; él, gracias a estos espacios, ha logrado trabajar en una empresa donde fue acogido e incluido sin importar su condición. Le puede interesar: Tierrabomba: Una propuesta educativa innovadora para la isla

En Inclusivo Fundación en alianza con la Universidad de Cartagena se les enseñan a los jóvenes a realizar actividades básicas cómo tender una cama y también se les impulsa a la hotelería y turismo. // Julio Castaño - El Universal
En Inclusivo Fundación en alianza con la Universidad de Cartagena se les enseñan a los jóvenes a realizar actividades básicas cómo tender una cama y también se les impulsa a la hotelería y turismo. // Julio Castaño - El Universal

Un equipo que le pone el corazón

El equipo de Inclusivo Fundación está formado por docentes en deporte, arte, teatro, una neuropsicóloga, psicóloga, trabajadora social y una educadora especial. Todos trabajan con entrega y vocación. Muchos conocieron a Andrés y decidieron sumarse como voluntarios.

Aura Cárdenas, licenciada en educación especial, lleva un año en el proyecto. “Cada vez que estoy aquí, trabajo con amor y pasión porque confío en sus habilidades y destrezas. Lastimosamente, somos un país apático a comprender la diversidad”, reflexiona.

La fundación, además, cuenta con alianzas con el Ider, la Escuela Taller, el Sena, la Cooperación Española y la Universidad de Cartagena, desde donde fortaleces diferentes habilidades, por ejemplo, promueven un turismo más inclusivo.

Jóvenes y equipo de Inclusivo Fundación. // Julio Castaño - El Universal
Jóvenes y equipo de Inclusivo Fundación. // Julio Castaño - El Universal

Gracias a estas alianzas, han logrado vincular a muchos jóvenes a empresas reales, como Wilmer, lo que llena de orgullo y esperanza a todo el equipo.

Grandes desafíos en Inclusivo Fundación

A pesar de sus logros, Inclusivo Fundación enfrenta grandes retos económicos. Muchas madres hacen fila con la esperanza de que sus hijos ingresen, pero la falta de recursos del proyecto limita su capacidad de recibir a todos.

Inclusivo Fundación hace un llamado a Cartagena para que se una y apoyen esta iniciativa. // Julio Castaño - El Universal
Inclusivo Fundación hace un llamado a Cartagena para que se una y apoyen esta iniciativa. // Julio Castaño - El Universal

Por eso, la fundación hace un llamado urgente: necesita padrinos que apoyen los procesos individuales de los jóvenes, así como aliados, voluntarios y donantes que quieran sumar al cambio. Apadrinar significa más que donar dinero: es creer en el potencial de una vida. Lea también: La red de apoyo Furas le apunta al empoderamiento femenino

“Ha sido difícil, pero los padres y madres que creen en sus hijos se han puesto la diez”, afirma Karen.

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