“Cuando pongo mis manos en los controles, me fundo con el equipo y somos uno solo. La grúa multiplica mi fuerza y aumenta mi alcance, permitiéndome levantar hasta 125 toneladas a 45 o 60 metros. Siento que alcanzo los contenedores como si los tuviera en mis manos, con la misma precisión con la que agarro cualquier otro objeto”.
Así describe Ricardo Mercado Castellanos su labor como instructor y operador de grúas de muelle en el Grupo Puerto de Cartagena. Con este relato, refleja la pasión con la que día a día hace su trabajo hace 30 años, en los que ha sido testigo de la transformación de las actividades del comercio marítimo exterior de Colombia, cuyo corazón está en Cartagena.
Ricardo es uno de los operadores de grúas que organiza magistralmente los contenedores, como si se tratara de una partida de Tetris, en las terminales de la Sociedad Portuaria Regional de Cartagena (Manga) y Contecar (Mamonal), una tarea que es clave para la eficiencia en la logística del puerto, ya que de su precisión y coordinación depende que los buques reduzcan su estadía en la terminal, se optimice el espacio disponible y se garantice la salida ágil de la carga hacia su destino.
Gracias a esa pasión y entrega por parte de los operadores de grúas, el Grupo Puerto de Cartagena fue reconocido como el tercer puerto más eficiente del mundo, entre 450 terminales de contenedores de todo el mundo, en el Índice de Rendimiento de Puertos de Contenedores (CPPI) elaborado por el Banco Mundial y la firma de análisis de datos S&P Global Market Intelligence.
Lo anterior basado en el tiempo de llegada de los buques, el tiempo promedio de permanencia de estos mismos en el puerto y en el número de movimientos de las grúas. Lea también: Cartagena: la gran puerta de Colombia para miles de cruceristas.
Capacitación y constancia: claves del éxito
La productividad del movimiento de contenedores en el Grupo Puerto de Cartagena es de talla mundial, este logro es fruto de la evolución constante y de una estrategia de selección y capacitación interna del personal, además de la implementación de tecnología.
“Con mucho menos equipos que otros puertos como el de Shanghái, Hong Kong y Róterdam que superan las 100 grúas, somos más eficientes, más productivos, más seguros y el tercer puerto más eficiente del mundo gracias a que, desde el principio, el Grupo Puerto de Cartagena le apostó a la capacitación constante del personal”, asegura Ricardo.
Añade que, durante los primeros años de operación el promedio del movimiento de carga era de 24 por hora y fue aumentando progresivamente al tiempo que se pulieron las guías de procedimiento para hacer más eficaz el proceso y reducir la tasa de accidentes. Le puede interesar: Grupo Puerto de Cartagena (GPC) lanza Buscador de Rutas Marítimas.
Simuladores para una mayor eficiencia
Otro factor que ha sido determinante en la eficiencia del Grupo Puerto de Cartagena es la implementación de simuladores de grúas en su Centro de Entrenamiento Logístico y Portuario, un elemento con alta tecnología que es clave en la selección, la capacitación y la actualización de los operadores.
“Manejar una grúa requiere de un grupo de habilidades específicas como alta motricidad fina, mucha concentración, control de velocidad y confianza. No es tan sencillo encontrar candidatos con todas estas aptitudes, por cada 20 personas que hacen las pruebas, solo una o dos logran pasarlas”, comenta Ricardo, quien además es el instructor y encargado del proceso de selección de los nuevos operadores.
Con 3 simuladores y uno más que está por llegar, el Grupo Puerto de Cartagena selecciona y capacita a sus colaboradores en la operación de grúas pórtico, móviles y RTG.
Antes de contar con simuladores, el proceso de selección y capacitación era más lento, e incluso costoso, porque el aprendizaje se hacía con la práctica, manejando las grúas reales, por lo que debían esperar a que estuvieran disponibles y los riesgos de accidente eran más altos, entonces se tenía que hacer con muchísimo más cuidado.
Puerto feliz, puerto eficiente
A pesar de la gran responsabilidad que tienen los operadores de grúas y las expectativas que sobre ellos pesa para cumplir con indicadores de productividad, Ricardo asegura que contrario a lo que se pensaría no hay un ambiente laboral de presión o control excesivo.
“Tenemos todas las condiciones para trabajar con mucho entusiasmo porque no solo tenemos una buena remuneración, la empresa se preocupa por nuestro bienestar, porque seamos más que buenos colaboradores, buenos seres humanos. Nos entregan herramientas hasta para aprender a administrar nuestro dinero. Somos un puerto feliz”, puntualiza Ricardo.