¡Hoy queremos que pienses en grande! Porque el poder de nuestros pensamientos puede mover montañas y llegar al universo: haces parte de un cuerpo y un espíritu poderoso que se llama Cartagena. Vives dentro de esta musculatura, eres parte de sus huesos, de su piel, de su cerebro, de sus cabellos al viento, de sus uñas de coral, de la sangre que circula por sus venas y mueve el corazón, tu eres el mismo corazón, eres parte de sus células. Te mueves con sus piernas, sientes la plenitud de la tierra con sus pies, suspiras como parte de ese ser y puedes observar las maravillas del mundo a través de su intelecto locuaz y luchador. Haces parte de un ser monumental y legendario, vivo hace 492 años. Eres diminuto frente a su magnitud, tan solo un átomo en su vastedad, pero igual de esencial. (Lea también: Cartagena, una musa sin igual)
Y si miras hacia atrás, podrás contemplar atentamente todas aquellas luchas que este ser ha recorrido, todas los desafíos vencidos que han hecho heroica esta ciudad que compones, desde las construcción misma del emblemático Castillo de San Felipe y el cordón de murallas que la bordean frente al mar, hasta las batallas y ataques piratas. Porque sí, fuimos asediados, robados, quemados, pero nunca vencidos. Resistimos el rugido de cañones enemigos, las llamas de los saqueos y la codicia de imperios que vieron en esta bahía un tesoro que podían tomar por la fuerza. Aquellos días en que los corsarios creyeron doblegar nuestra voluntad solo lograron encender más fuerte la llama de nuestra resistencia. Y hoy podemos ser parte de este ser que camina con la cabeza en alto de mero orgullo, que sigue enfrentando los desafíos de los tiempos modernos - que persisten- pero que no nos impiden que dejemos de crecer como seres humanos y como ciudad. Somos un referente mundial del Caribe, un crisol de historias, sabores, música y tradiciones que laten al unísono. En este nuevo cumpleaños de la ciudad Heroica, te invitamos a felicitarte por ser parte de este ser vivo, a pedir un deseo y a ofrecerle un regalo: un gesto de cuidado, de respeto, de amor que haga latir más fuerte su corazón… y el tuyo.
¿Cuál será tu regalo para Cartagena?
1. Cuidar el patrimonio
Valorar, proteger y difundir el legado arquitectónico, histórico y cultural que nos define. No rayar muros, no arrojar basura en plazas o monumentos y enseñar a otros a amar lo nuestro.
2. No tirar basura en las calles ni cuerpos de agua
Un acto pequeño pero poderoso: mantener limpia la ciudad, sus playas, canales y barrios. Cartagena merece brillar sin desperdicios a sus pies.
3. Valorar la historia de todos
Reconocer las memorias afro, indígenas, raizales, palenqueras y migrantes que también construyen a Cartagena. Escuchar sus voces es honrar una ciudad diversa y viva.
4. Ser un buen ciudadano todos los días
Respetar las normas, ayudar al prójimo, pagar impuestos, participar en lo comunitario. Cada buen acto suma al bienestar colectivo.
5. Participar en el cuidado del espacio público
Sembrar un árbol, cuidar los andén, restaurar un mural. Cartagena se fortalece con el amor que le damos a lo común.
6. Enseñar y aprender con orgullo sobre Cartagena
Desde casa o en la escuela, contar las historias de nuestros héroes, nuestras gestas, nuestra música y nuestras luchas. Educar con identidad es sembrar futuro.
7. Apoyar lo local
Comprar en tiendas locales, consumir lo que hacen nuestros artesanos, pescadores, agricultores y emprendedores. Lo que nace aquí, nos alimenta de raíz.
8. Proteger al turismo
Cartagena no es solo un destino, es un hogar. Guardar respeto por sus playas y sus espacios turísticos es vital para su equilibrio.
9. Proteger a los niños, niñas y adolescentes
Ellos son el futuro de Cartagena. Garantizar su bienestar, educación, seguridad y alegría es el mejor legado que podemos construir.
10. Soñar con ella y trabajar por esos sueños
Pensar en grande: imaginar una ciudad más justa, verde, moderna e inclusiva... y actuar día a día para convertir ese sueño en realidad.