Érika Lisbeth González Rincón tiene 43 años, es madre cabeza de hogar, profesional en administración, y ahora… conductora. Hace unos meses terminó su formación en el programa ‘Violetas al Volante’, una iniciativa de la Alcaldía de Cartagena que apoyó a 71 mujeres para que aprendieran a manejar.
Y es que pese a ser profesional, a Érika le había tocado trabajar en la economía informal. Vendía agua, gaseosas y bebidas energizantes para poder sostener a sus cuatro hijos, con quienes vive en el barrio Ceballos tras haber migrado de Venezuela hace algunos unos años. Lea también: Espíritu del Manglar: un impulso para mujeres emprendedoras
Con orgullo cuenta que es una mujer wayú de Maracaibo, en el estado de Zulia, y aunque al llegar a Cartagena el panorama parecía difícil, hoy se siente agradecida con la ciudad que le ha dado las oportunidades para superarse.
“En Venezuela yo era profesional y en mi proyecto de vida siempre estaba tener mi familia, mi casa y en algún momento, mi carro. Eso era lo que me faltaba, pero la situación del país se puso difícil y vine a Colombia en 2019”, comenta Érika.
La oportunidad de ser parte de ‘Violetas al Volante’ llegó el año pasado, cuando en el grupo de la iglesia a la que asiste enviaron la convocatoria y no dudó en postularse. Fue entonces cuando pudo desempolvar ese sueño que tenía pendiente de aprender a conducir.
“El programa tuvo capacitación teórica y práctica. En un principio fue un poco difícil, pero cuando uno se dedica y es disciplinado, logra todo. Es la constancia y el compromiso con uno mismo para aprender”, dice.
Y es que para ella, más que aprender una nueva habilidad, el ser parte de ‘Violetas al Volante’ le permitió acceder a una nueva oportunidad laboral. Hoy, trabaja en una heladería conduciendo un vehículo eléctrico.
“A mí, como mujer, me satisface. Es bonito conducir y ser independiente cada día más. Las limitaciones están en cada persona, porque uno con compromiso puede salir adelante”, cuenta Érika.
Es por eso que asume este reto como una nueva etapa en su vida, que le permite seguir soñando con un mejor futuro para ella y para sus hijos, pese a las adversidades que ha tenido que pasar.
“Yo me visiono con un empleo y con tener estabilidad. A Cartagena le doy gracias porque las personas son solidarias y tienen la humildad para darle la mano a quien lo necesita”, asegura.
Un mundo de oportunidades para 71 mujeres
Diana Valencia es la representante de las empresas de transporte de servicio público de taxi de Cartagena y de los distribuidores autorizados de la heladería La 75, que ya está brindando empleo a tres ‘Violetas al Volante’ con sus vehículos que funcionan con energía solar y eléctrica.
“Le pedimos al Distrito que hicieran un programa donde pudiéramos capacitar mujeres, porque creemos firmemente en que hay una población femenina que puede manejar”, explicó.
Valencia indicó que más que un programa para enseñarles a conducir, se trata de brindarles un apoyo social y un empoderamiento a esas mujeres trabajadoras que muchas veces lo que necesitan es una oportunidad.
Fue así que se logró capacitar a 71 mujeres y varias de ellas ya están en su etapa productiva, ya sea en vehículos de servicio público como taxis o en otros escenarios laborales, ya que el programa permite que puedan desenvolverse en diferentes modalidades de transporte.
“Yo creo que muchos de los sectores productivos podemos empezar a aportar nuestro granito de arena para que esta población, que es un poco más vulnerable al ser mujeres cabezas de hogar o víctimas de violencia género, encuentre una opción para realizarse y alcanzar una independencia económica para sostener a sus familias”, manifestó Valencia.
Sobre el programa ‘Violetas al Volante’
‘Violetas al Volante’ es una iniciativa liderada por la Secretaría de Participación y Desarrollo Social y el Departamento Administrativo de Tránsito y Transporte (DATT) que busca abrir nuevos caminos para las mujeres en Cartagena.
“Esta iniciativa se enfoca en cualificar y empoderar a las mujeres para ejercer como conductoras profesionales, incursionando en un oficio tradicionalmente masculinizado como lo es el sector del transporte. A través de una formación integral y con enfoque de género, el programa no solo fortalece sus capacidades técnicas, sino también su confianza y autonomía”, expresó Johanna Ordosgoitia, asesora de despacho para Asuntos de la Mujer y Equidad de Género.
Ordosgoitia resaltó que este programa también activa una valiosa red de alianzas con sectores productivos de la ciudad para cubrir vacantes con talento humano calificado y comprometido.
“’Violetas al Volante’ responde a esa demanda con una mirada social y transformadora, generando oportunidades reales para mujeres que históricamente han sido excluidas del mercado laboral formal. Esta apuesta refleja el compromiso del gobierno distrital con la equidad de género, el cierre de brechas y el desarrollo económico con justicia social”, finalizó.