Los espacios del Baluarte Santo Domingo abrieron sus puertas el pasado sábado 24 de mayo, con el objetivo de convertirse en un punto de encuentro familiar, disfrute cultural, innovación culinaria y formación para jóvenes cartageneros.
“Este es un espacio pensado para los cartageneros, al que pueden acceder personas de cualquier barrio de la ciudad sin exclusión”, afirmó Sandra Schmalbach Pérez, directora de la Escuela Taller Cartagena de Indias (Etcar), quien explicó que el lugar funcionará como laboratorio de innovación gastronómica para los aprendices de la institución.
“La atención al público estará a cargo de egresados de la Escuela Taller, quienes cuentan con un contrato laboral, prestaciones sociales y la garantía de un empleo estable. Eso es también uno de los objetivos del proyecto: la empleabilidad de los jóvenes y aprendices que ahora harán sus prácticas en un escenario real, como lo hacían antes en Getsemaní”, agregó.
En cuanto a los rumores sobre una supuesta entrega del gastrobar social a empresarios o allegados de funcionarios del Distrito, Schmalbach fue enfática en desmentirlos: “Esos comentarios nacen de la desinformación. No hay ningún privado detrás de esto”. Puede leer: Dumek Turbay defiende reapertura transparente del Baluarte Santo Domingo
Y agregó: “Somos una entidad pública descentralizada del Distrito de Cartagena. No nacimos ayer. La Escuela Taller no fue creada para este proyecto. Tenemos más de 30 años de existencia y más de 12 años administrando las fortificaciones de la ciudad, en el marco del comodato que tenemos con el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes”.
¿Qué se hará con los recursos que genere el Baluarte Santo Domingo?
La directora indicó en entrevista con El Universal que los recursos que ingresen servirán para apalancar el mantenimiento, conservación y puesta en valor de la fortificación, así como para fortalecer la formación de los estudiantes de la Etcar.
“Obviamente se requerirá destinar recursos para garantizar la operación del Baluarte. Esto incluye los contratos de los jóvenes que trabajan a través de una empresa de servicios temporales seleccionada mediante licitación, la misma que nos provee técnicos para el mantenimiento de las fortificaciones de la ciudad. Ellos necesitan garantías laborales, y estas se pueden mantener con el recaudo obtenido”, explicó.
Schmalbach subrayó que, al tratarse de una entidad pública, los recursos están auditados por los entes de control. “La Contraloría revisa en qué se gasta cada peso, y este proyecto no será la excepción”. Lea aquí: El Baluarte Santo Domingo abre sus puertas con gastronomía y cultura
Cabe mencionar que, en esta etapa inicial de operaciones del Baluarte Santo Domingo, hay 11 egresados de la Etcar vinculados laboralmente, con la proyección de llegar a 35. Además, cerca de 70 aprendices participarán en distintos turnos y horarios.
La opinión de los jóvenes de la Etcar
Diana Jiménez, quien ingresó a la Escuela Taller en 2018, señaló que su formación en artes culinarias ha sido fundamental para su desarrollo personal y profesional. “Me ha capacitado para ejercer como aprendiz y futura maestra, con el fin de transmitir conocimientos y salvaguardar saberes y tradiciones culturales”.
Por su parte, Alexandra Fontanilla, beneficiaria de las becas de la institución, destacó la metodología de “aprender haciendo” como clave para su formación. “Estoy satisfecha con lo que aprendí en la cocina. Ahora estoy vinculada al Baluarte Santo Domingo como mesera, y me parece una excelente oportunidad”.
Finalmente, la Escuela Taller invitó a la ciudadanía a visitar el espacio, de entrada gratuita, donde se pueden degustar platos típicos del Caribe preparados por egresados y estudiantes, con una variada lista de precios.