Es mucha la tela que aún falta por cortar en el caso del Galeón San José, cuyo pecio está en las profundidades del mar Caribe, en Cartagena. Este fue declarado en el 2019 por el gobierno de Colombia como un Bien de Interés Cultural (BIC), pero detrás de todo hay reclamos y un proceso legal con varios implicados.
Colombia reclama el pecio por estar en su territorio, pero el San José puede ser catalogado como un buque de Estado de España; además, llevaba oro de Bolivia, por lo que una nación indígena de este país ha estado atenta a la investigación sobre el pecio. Lea: Galeón San José: investigación desafía versión oficial del Gobierno
De hecho, la Armada de Colombia lidera una operación denominada ‘Hacia el corazón del Galeón San José‘, con la que busca desentrañar toda la historia y los misterios que subyacen en el naufragio.
Pero, ¿cómo ven desde España este proceso? De ello habló el español Pablo Fernández Sánchez, experto en derecho internacional público y director del Instituto de Estudios sobre América Latina de la Universidad de Sevilla (España). En una entrevista con El Universal, este se refirió al proceso jurídico por el San José y de cómo España ha asumido otros casos parecidos.
¿Cuál es el alcance del conflicto por el Galeón San José? ¿Estamos hablando solo de un litigio entre dos países?
No, el problema es mucho más complejo. No hay solo dos partes, ni siquiera cuatro. Es la comunidad internacional en su conjunto la que tiene interés en que este tipo de conflictos se resuelvan por una vía jurídica pactada. No se trata únicamente del San José, hay miles de pecios repartidos por el mundo: en el Mediterráneo, en el mar de China, restos de la Segunda Guerra Mundial... Es un problema global.
La posición de España frente al Galeón San José
¿Qué seguimiento se le ha hecho desde España al caso del Galeón San José?
Sí se le ha hecho seguimiento, como a otros casos, pero no con especial intensidad. En España no tiene gran relevancia mediática, a diferencia de lo que ocurre en Colombia, donde hay una carga emocional muy fuerte. Desde aquí lo vemos como parte de una problemática más amplia del derecho internacional.
¿Cuál es la naturaleza jurídica del Galeón San José?
No, no es un tesoro. Es un bien de interés cultural. Así lo ha declarado incluso el propio gobierno colombiano. Por lo tanto, no puede ser abordado desde una lógica puramente económica. El enfoque correcto es cultural, histórico y patrimonial. Hablar solo del oro y la plata impide llegar a conclusiones útiles. Le puede interesar: Video: Mapping sobre el Galeón San José, el nuevo atractivo en Cartagena
¿Qué dice la Constitución de Colombia y el derecho internacional sobre este caso?
La Constitución colombiana obliga al Estado a proteger su patrimonio cultural, lo cual incluye bienes como el Galeón San José. Incluso, permite su extracción si es necesaria para su conservación, pero no con fines económicos. El derecho internacional, por su parte, dependerá de dónde esté ubicado el pecio: si dentro del mar territorial, la zona económica exclusiva o la plataforma continental. Esa localización, que aún es secreto de Estado, es crucial.

Si está fuera del mar territorial, Colombia tiene menos competencias. En la zona económica exclusiva, por ejemplo, las competencias son solo de carácter económico. Y si el pecio está en la plataforma continental, hay aún más limitaciones. Además, se debe analizar si se trata de un buque de guerra, un buque de Estado y si tiene inmunidad. Todo eso lo regula el derecho internacional.
¿Cómo afecta que Colombia no sea parte de algunas convenciones internacionales clave?
Colombia no ha ratificado la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar ni la de la Unesco sobre bienes culturales subacuáticos. Eso le limita diplomáticamente. Aunque en la práctica cumple muchas de esas normas, no está jurídicamente obligada. Aun así, ha manifestado su respeto por la inmunidad de jurisdicción, lo cual es importante, ya que también posee bienes en el extranjero. Lea aquí: La historia de el galeón San José ahora podrá leerse como novela y cómic
No. España ha sido muy clara en que no pretende llevarse nada. Lo que quiere es que el pecio sea protegido y permanezca donde está, porque allí murieron más de 600 personas. Es un cementerio histórico. De hecho, hay una declaración conjunta entre ambos países y una normativa colombiana que lo reconoce como bien de interés cultural.
La empresa que reclama el hallazgo del Galeón San José
¿Qué pasa con la empresa que en su momento ayudó a localizar el galeón?
Ahí hay una disputa legal en curso. Colombia en su momento firmó un acuerdo con una empresa estadounidense en los años 80 para localizar el pecio a cambio de una parte del hallazgo. Ahora que se ha declarado como bien cultural, esa lógica económica ya no tiene sentido. Pero eso genera responsabilidades contractuales. El caso está en un tribunal arbitral por protección de inversiones.

¿Podría España llevar el caso a tribunales internacionales si quisiera?
Podría, y no sería difícil jurídicamente. En casos anteriores, como el de la fragata Mercedes, España ganó incluso en tribunales estadounidenses. Pero no es esa la intención. España ha ofrecido su capacidad tecnológica y económica para colaborar en la protección del bien. La prioridad es su conservación. Lea: Hallazgos en el Galeón San José refuerzan teoría de que no explotó
¿Existe algún caso internacional similar que nos ayude a entender mejor este tipo de disputas?
Sí, uno muy interesante es el del buque escuela de la Armada Argentina. Fue retenido en un puerto africano por una deuda del Estado argentino. El Tribunal Internacional del Mar dio la razón a Argentina, reconociendo la inmunidad de los buques de guerra. Esto ilustra cómo opera el derecho internacional marítimo. Y aunque Colombia no sea parte de esa convención, en la práctica cumple sus normas. Los problemas complejos no se resuelven con respuestas simples. Esto no es solo un tema de propiedad nacional. Incluso si un tribunal dijera que el pecio es de España, ¿qué haría España con él? No puede extraerlo ni moverlo sin faltar al respeto a los fallecidos que allí yacen. Se trata de un sitio histórico, de un cementerio. Y como tal, merece ser tratado con dignidad por todos.