La Iglesia Católica en el mundo llora la partida del Papa Francisco, pero también celebra con reverencia el legado que deja como líder espiritual.
Monseñor Francisco Múnera, arzobispo de Cartagena y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, expresó en entrevista con El Universal su profunda gratitud y admiración por el pontífice, destacando su incansable compromiso con la humanidad y su firme llamado a la reconciliación global.
“El Papa era el mensajero de la paz, constantemente llamaba a todas las naciones al diálogo, a tener la armonía y la paz entre los hermanos”, afirmó Monseñor Múnera, visiblemente conmovido.
Cartagena, testigo del mensaje de paz del Papa Francisco
El prelado cartagenero recordó con profunda emoción la histórica visita del Papa Francisco a Colombia en septiembre de 2017, haciendo especial énfasis en su paso por Cartagena, ciudad que acogió con fervor su mensaje de fe, reconciliación y esperanza. Puede leer: Papa Francisco: líderes políticos de Colombia lamentan su muerte
“Quedará para siempre en el corazón de todos los colombianos y también de los cartageneros. Esa hermosa visita del 10 de septiembre del 2017 marcó la vida también de nuestra ciudad”, dijo.
Monseñor Múnera destacó que aquel día no solo se vivió una fiesta espiritual, sino que se sembró una semilla de transformación profunda: “Su mensaje seguirá siempre vivo en nuestros corazones”.
Para el arzobispo, el pontífice no vino solo como líder religioso, sino como “un testigo extraordinario de la misericordia de Dios”, cuya gran pasión fue el anuncio del Evangelio, y cuya vida misma encarnó el mensaje que predicaba: la misericordia, la ternura y la esperanza. Puede leer: Gustavo Petro se pronunció tras la muerte del papa Francisco: esto dijo
Un pontificado de renovación para una Iglesia más cercana
Durante su pontificado, el Papa Francisco transformó la forma de ejercer el ministerio papal. Monseñor Múnera resaltó que “el Papa abrió un camino sinodal de la Iglesia”, impulsando una renovación profunda que invitó a todos los fieles a caminar juntos, como un solo pueblo de Dios.
En tiempos de polarización global, el Papa argentino —el primero latinoamericano en ocupar la sede de San Pedro— puso el acento en el anuncio del Evangelio y en la acción social inspirada en él. “Fue un testigo extraordinario de la misericordia de Dios. Un hombre misericordiado, transmisor y fortalecedor de la misericordia y fundamentalmente un hombre de esperanza”, agregó.
Colombia en el corazón del Papa Francisco
Ese compromiso con los más vulnerables también se reflejó en su preocupación por Colombia. Para Monseñor Múnera, “el Papa llevaba a Colombia en el corazón” y tuvo un afecto especial por este país, especialmente en su deseo por ver culminados los procesos de paz.
Deseó siempre que pudiéramos llegar un día a alcanzar la tan anhelada paz que sigue siendo desafortunadamente todavía muy esquiva para todos nosotros hoy
Monseñor Francisco Munera
Duelo, oración y cónclave: el camino que sigue para la Iglesia
De cara al futuro, la Iglesia Católica ha entrado en un tiempo de profundo recogimiento, iniciando un proceso de duelo y oración por el alma del Papa Francisco. Durante varios días, se celebrarán misas exequiales en templos, catedrales y diócesis de todo el mundo como muestra de gratitud por su vida y obra.
Nos uniremos en oración por el Papa, por el sufragio de su alma
Monseñor Francisco Munera
Paralelamente, la Iglesia se prepara espiritualmente para una de sus decisiones más trascendentales: la elección del nuevo sucesor de Pedro. “Invocaremos al Espíritu del Señor para que ilumine e inspire a los cardenales electores en la tarea de elegir al nuevo pastor universal”, añadió.
Con la sede de Roma ahora vacante, el cónclave que se avecina no solo definirá el rumbo de la Iglesia, sino también su papel en un mundo marcado por la incertidumbre y la búsqueda de esperanza
El Papa Francisco no solo reformó estructuras eclesiásticas; su verdadera revolución fue espiritual. Su cercanía, su sencillez y su visión de una Iglesia al servicio del mundo perdurarán como guía en estos tiempos convulsos. Como bien lo resume Monseñor Múnera: “Su persona es un mensaje”.