El pasado 11 de marzo del 2025, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) presentó el informe de mercado laboral según sexo en Colombia, en el cual se pueden ver las brechas que persisten en materia de empleo entre hombres y mujeres.
El reporte, que comprende el trimestre móvil de noviembre del 2024 a enero del 2025, muestra que en este lapso, a nivel nacional, el desempleo en los hombres se ubicó en 7,4% mientras que para las mujeres quedó en 12,7%, lo cual evidencia una brecha de 5,3 puntos porcentuales.
Al revisar las cifras de Cartagena se evidencia que la brecha es aún mayor: mientras la tasa de desempleo de los hombres está en 6,2% -incluso inferior que el nivel nacional-, en las mujeres está en 15,8%, lo que implica una brecha de 9,6 puntos porcentuales.
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Este indicador también muestra un incremento en comparación al trimestre móvil anterior, de octubre a diciembre del 2024. En ese período, el desempleo de los hombres en Cartagena estaba en 6,8% y el de las mujeres en 16,1%, por lo que brecha era de 9,3 puntos porcentuales.
Esto quiere decir que en Cartagena bajó la tasa de desempleo tanto para hombres como para mujeres, pero la diferencia entre ambos se amplió.
Las barreras que enfrentan las mujeres en Cartagena
Desde la Mesa del Movimiento Social de Mujeres y Feministas de Cartagena y Bolívar, plantearon que estas desigualdades en materia de empleo tienen que ver con problemas estructurales donde las mujeres, a pesar de representar el 52% de la población de la ciudad, son las más pobres. La situación se agudiza teniendo en cuenta el componente étnico-racial.
“Ellas siguen teniendo mayores barreras de acceso al trabajo formal justamente por el problema estructural del racismo y eso hace justamente que sean ellas quienes se ubiquen en los trabajos de la economía popular que se ejerce en el espacio público y que es criminalizado”, indicó Leidy Laura Perneth, secretaria técnica de la organización.
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Por otro lado, reconoció que aunque se han ido superando brechas en materia de acceso a la educación superior, esto no necesariamente se ha traducido en que las mujeres accedan a trabajos formales, como lo demuestran las cifras. “Mayor educación no se está traduciendo en mayor acceso al empleo formal con salarios decentes para que las vidas de las mujeres mejoren”, expresó.
Otra barrera tiene que ver con que son muchas las mujeres que asumen la jefatura de sus hogares, lo cual implica que deben asumir la generación de ingresos y adicionalmente las actividades de cuidado doméstico que históricamente les han sido endilgadas bajo estereotipos de género.
“Esto lo hacen porque persiste la práctica de las paternidades irresponsables. Una vez hay una ruptura de pareja, muchos hombres se desligan de sus responsabilidades y la proveduría entra a recaer en las mujeres, que además enfrentan todas estas condiciones de dificultad para acceder al trabajo formal con un ingreso digno”, dijo Perneth.
De esta manera, son las mujeres las que terminan teniendo más horas de trabajo no remunerado, lo que incluso puede tener implicaciones en su salud que pueden afectar su participación en el mercado laboral.
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Por otra parte, la Mesa insiste en que también es necesario revisar las condiciones en las que están trabajando las mujeres vinculadas al trabajo formal, en ocasiones bajo remuneraciones precarias. “Por este motivo tienen que acudir a otras formas de generación de ingresos para poder sostener su mínimo vital”, apuntó Perneth.
Finalmente aseguró que en este tema no solo operan discriminaciones de género, sino también de pertenencia étnico-racial, territorialidad, edad y sexualidad que también tienen incidencia en el acceso de las mujeres al empleo, siendo algunos grupos afectados las mujeres trans y las que están en condiciones de discapacidad.
Las propuestas de la Mesa de Mujeres
Para afrontar esta realidad, desde la Mesa de Mujeres plantearon que es necesario que desde el Distrito se planteen la meta de aumentar cada vez más la vinculación de las mujeres al trabajo formal con salarios dignos. “Estamos hablando de un trabajo formal que les permita a las mujeres estar en condiciones de dignidad”, dijo Perneth.
En este sentido, aseguró que se debe comenzar por reducir la tercerización y avanzar hacia una política de contratación formal desde la administración distrital.
Igualmente, manifestaron que debe reconocerse la economía popular y garantizarles buenas condiciones a quienes se dedican a ella. “Hay que construir una base de datos de la economía popular de mujeres y que eventualmente puedan constituirse en proveedoras del Distrito”, propuso.
También resaltó la importancia de fortalecer medidas desde lo local en cuanto al Grupo Élite de Inspección Laboral para la Equidad de Género del Ministerio del Trabajo, con el fin de vigilar a las empresas y que se garanticen los derechos laborales de las mujeres.
Otra medida es la puesta en marcha del Sistema Distrital de Cuidado para que las mujeres puedan conciliar el tiempo que dedican a estas actividades con su jornada laboral. “Mientras ese sistema de cuidados no se fortalezca, las mujeres siempre van a tener que estar destinando horas adicionales”, expresó.
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Por último aseguró que es muy importante reforzar los observatorios laborales y contar con datos precisos que permitan hacer seguimiento a la situación de las mujeres y que motiven la toma de decisiones.
¿Qué hace el Distrito?
La Secretaría de Hacienda, a través de la Unidad de Desarrollo Económico, expresó que ha tomado varias acciones con el fin de mejorar el panorama laboral de las mujeres en Cartagena, teniendo en cuenta que la meta del Plan de Desarrollo para el 2027 es reducir la brecha a 6,3 puntos porcentuales.
“El Distrito de Cartagena, a través de la Secretaría de Hacienda, en el año 2024, desarrolló un estudio en convenio con la Fundación Santo Domingo, en el cual se analizaron las brechas ocupacionales entre hombres y mujeres en la ciudad, aportando cifras y datos estadísticos reales y actuales en materia de equidad de género”, explicaron.
De acuerdo con la Secretaría, en este estudio se identificaron los sectores económicos que podrían tener una mayor inclusión de mujeres, en especial jóvenes, y se hicieron recomendaciones para implementar medidas que permitan recortar la brecha.
“Esto identificando lo que el sector productivo de la ciudad demanda y ajustando la oferta educativa para que más mujeres sean formadas en oficios que demandan los sectores económicos y productivos de la ciudad”, dijeron.
Además, señalaron que el año pasado la Secretaría de Educación, desde el Fondo de Formación para el Trabajo y el Desarrollo Humano entregó 752 becas para cursar carreras técnico-laborales, de las cuales 505 fueron otorgadas a mujeres.
“Esto significa que más del 67% de estas becas fueron aprovechadas por mujeres, permitiéndoles capacitación y formación en diferentes actividades productivas, que les permitirán acceder a trabajos especializados y ocupados generalmente por hombres, aumentando así la participación de la mujer en la fuerza laboral”, expusieron.
Además, indicaron que otras dependencias del Distrito, desde sus competencias, también adelantan otras acciones para fortalecer la inclusión de las mujeres en el mercado laboral.