La Inspección de Policía de la Comuna 2 de Cartagena ratificó el pasado 31 de enero la orden de desalojo de varios establecimientos y asentamientos irregulares en Chambacú, un área de 7.404,17 m² ubicada junto a la carrera 14 y Muebles Jamar. Esta medida busca restablecer el uso adecuado del espacio público en la zona.
El proceso legal comenzó el 18 de febrero de 2020, cuando la Inspección de Policía recibió una queja presentada por el Distrito contra múltiples negocios que invadieron el espacio público. Estos establecimientos incluyen talleres, cantinas, estaderos y parqueaderos que llevan décadas ocupando el sitio. Lea también: Juez falla tutela a negocio que buscaba evitar su desalojo en Chambacú
Distrito ratifica desalojo de negocios en Chambacú
A pesar de las diversas audiencias públicas celebradas a lo largo de los años, en las cuales no se alcanzó ningún acuerdo entre las partes, la inspectora Luz Marina Villamil, reconocida por su labor en la recuperación del predio de Aquarela, desestimó las recusaciones presentadas por los propietarios de los negocios. En su lugar, ordenó el desalojo definitivo en una decisión de primera instancia.
El caso pasó luego a la Secretaría del Interior y Convivencia Ciudadana de Cartagena, que, en calidad de autoridad de segunda instancia, revisó la situación de restitución y protección del terreno, que ha sido escenario de denuncias por problemas de seguridad, mala disposición de residuos, contaminación y presuntos casos de microtráfico y actividades ilegales. Le recomendamos: Sigue la lucha legal por el desalojo a personas en sector de Chambacú
A pesar de que en las últimas semanas se interpusieron dos tutelas contra el proceso, los juzgados encargados las desestimaron, lo que permitió que la orden de desalojo se mantuviera firme, con el respaldo judicial necesario.
Este 25 de febrero del 2025, la Secretaría del Interior confirmó la decisión judicial, ratificando la recuperación del espacio público para proteger los derechos del Distrito. El secretario Bruno Hernández también rechazó todas las recusaciones contra la decisión de primera instancia y ordenó la restitución del inmueble a favor de la ciudad. Este fallo es irreversible y no admite apelaciones.