El entorno social es crucial en el desarrollo de cada individuo. El diccionario de la Real Academia Española (RAE) define el entorno como el conjunto de personas o cosas que rodean a alguien o algo. Con el objetivo de transformar este entorno, considerado uno de los factores más influyentes en el desarrollo de los adolescentes, hace más de 30 años surgió en California (Estados Unidos) el proyecto ‘Nuestra Voz’ .
Esta iniciativa, desarrollada por el Departamento de Medicina de la Universidad de Stanford, encontró su lugar en Cartagena a mediados de 2024, en dos áreas clave del barrio El Pozón: los alrededores de la Institución Educativa Nuestro Esfuerzo y en Isla de León. Le recomendamos: Cartagena Fest STEM+: la Heroica se convierte en epicentro de la ciencia y la educación
El investigador postdoctoral Eduardo de la Vega Taboada lidera este proyecto, que reconoce la importancia fundamental del entorno en el desarrollo positivo de los adolescentes. Por ello, promueve que los jóvenes adopten una postura activa como ciudadanos científicos, investigando los elementos en su comunidad que afectan negativamente su salud y bienestar.
“Comencé a trabajar con el proyecto ‘Nuestra Voz’ en Barú, donde fue muy exitoso. Luego, apliqué a una beca de investigación del Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos para llevar el proyecto a la comunidad de El Pozón, con el objetivo de usar las ciencias ciudadanas para mejorar el entorno de los adolescentes. Ya conocía El Pozón y sabía que, aunque es un lugar vulnerable, también tiene una gran capacidad de desarrollo social. Esto me motivó a llevar el proyecto allí, y en septiembre del año pasado comencé mi trabajo en la comunidad”, comentó De la Vega.

Así funciona el proyecto ‘Nuestra Voz’ en El Pozón
En términos sencillos, los jóvenes identifican problemas en su entorno, como la basura o el agua estancada, y usan herramientas como la inteligencia artificial para visualizar cómo podrían mejorarlos. A través de SecureGPT y el ChatGPT de Stanford, refinan sus propuestas para próximamente presentarlas a los tomadores de decisiones.
A su vez, equipados con tecnología, los jóvenes pueden tomar fotos y grabar audios que reflejen sus experiencias y preocupaciones.

Más allá de la recolección de datos, a través de estrategias de innovación social, ‘Nuestra Voz’ busca generar cambios concretos en el entorno que aborden las problemáticas identificadas. “Por ejemplo, los jóvenes científicos proponen mejorar el manejo de la basura mediante campañas educativas, nueva infraestructura e incentivos no económicos que buscan transformar los comportamientos”, explicó el investigador. Lea también: Conoce estos usos de la IA en la educación
El proyecto está financiado por los Institutos Nacionales de la Salud que forman parte del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, el cual apoya tanto la investigación como las iniciativas necesarias para implementarlas. “La idea no es solo investigar, sino también aplicar los resultados en la vida real de las comunidades. A través de este enfoque de investigación-acción, buscamos generar cambios reales y duraderos en los entornos de los adolescentes”, puntualizó.

Presentación de propuestas de ‘Nuestra Voz’
El próximo 27 de febrero se llevará a cabo un encuentro con autoridades y grupos locales para que los jóvenes presenten sus propuestas de solución. “De este modo, los adolescentes no solo están diseñando soluciones, sino también facilitando un diálogo para hacerlas realidad. Nosotros actuamos como facilitadores en este proceso”, señaló De la Vega.
A la cita están invitados líderes comunitarios, directivos de fundaciones y empresas de aseo, así como funcionarios del Distrito, quienes escucharán a estos jóvenes científicos, en una mesa de conversación que es esencial para coordinar planes que movilicen los proyectos propuestos.

Cabe destacar que, el objetivo principal es empoderar a los adolescentes a través de la acción, no solo de discursos. Se busca que los jóvenes comprendan que pueden generar cambios en su entorno y en su comunidad utilizando innovación y tecnología, lo que se traduce en una mayor calidad de vida.
“Esperamos que, con el apoyo continuo de los líderes y las instituciones en el territorio, estas acciones transformadoras se materialicen, beneficiando no solo a los adolescentes involucrados, sino a toda la comunidad de El Pozón. Ahora, más que nunca, la voz de los jóvenes debe ser escuchada y valorada en la construcción de un futuro mejor”, concluyó De la Vega.