La Escuela Taller Cartagena de Indias (Etcar) continúa con su labor de conservación del patrimonio histórico de la ciudad, realizando una minuciosa limpieza en las murallas.
Este proceso, liderado por egresados de la Etcar, busca eliminar la costra negra que se ha formado en los muros de los baluartes de San Francisco Javier, Santiago Apóstol y, próximamente, en el de Santo Domingo. Lea también: El puente que construirán junto a las murallas gracias a donación italiana
En las superficies externas de ese tramo de muralla en la avenida Santander, se retiró la costra negra que se ha adherido a la superficie producto de los vientos alisios, la humedad, las lluvias ácidas y el smog.

“El tramo de las murallas de La Marina, que abarca el sector comprendido entre el baluarte de San Francisco Javier y el baluarte de Santa Catalina, tiene una exposición directa a los vientos que vienen cargados de humedad salina, los cuales van depositando partículas medioambientales en las oquedades de los muros, desarrollando microorganismos que propician el crecimiento de líquenes y algas generando una capa de color verde negra conocida como biofilm, sin embargo, al morir estos organismos el material es reconocido como costra negra”, explicó Mario Zapateiro Altamiranda, arquitecto especialista en restauración que lidera el área de Obras de la Etcar.

¿Cómo es el proceso de limpieza de las murallas de Cartagena?
La Etcar precisó que este procedimiento aprobado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, se realiza cada dos o tres años para garantizar la conservación de las murallas y evitar el desgaste de las superficies. Le recomendamos: Una tarde en las murallas de Cartagena: recorrido por la historia, arte y belleza en cada paso
En principio, los trabajos incluyen el uso de cepillos de cerdas plásticas, agua limpia y jabón neutro, garantizando que no se empleen químicos abrasivos. Los egresados de la Etcar, conocidos como los “Héroes del Patrimonio”, se encargan de realizar la limpieza en seco de las impurezas como polvo y hongos, para luego humedecer la superficie con agua limpia y aplicar el jabón.
Una vez se ha hecho el retiro en húmedo, se deja correr el agua de arriba hacia abajo para hacer el lavado final que deja la superficie limpia y libre de costra.

La directora de la Etcar, Sandra Schmalbach Pérez precisó que dicho mantenimiento se realiza de forma cíclica no solamente en las escarpas de las murallas y baluartes del Centro Histórico, sino también en el Castillo de San Felipe de Barajas y en las fortificaciones de Bocachica.