En el marco del Día Mundial por la Reducción de las Emisiones de CO2, residentes del barrio Pie de la Popa han manifestado su rechazo ante lo que consideran un atentado contra el ecosistema urbano. La comunidad denuncia la tala de un árbol en la avenida del Lago, cerca del semáforo situado en inmediaciones al puente Jimenez y exigen respuestas de las autoridades ambientales.

Ramón González Rubio, presidente de la Asociación de Vecinos de Pie de la Popa (Asopopa), calificó el hecho como “un crimen contra la naturaleza” en un sector donde la sombra de los árboles es vital para los habitantes. Puede leer: Así van las campañas de prevención contra el dengue en Cartagena
“Hoy me encuentro sorprendido y hasta enojado por algo que sucedió aquí. De manera salvaje, cortaron un árbol que brindaba sombra y estaba en perfectas condiciones. Lo destruyeron por completo, dejándolo con una sola rama y el resto tirado en el piso. Esto es inconcebible en estos tiempos”, expresó González Rubio.

La Fundación Verde que Te Quiero Verde, que desde hace varios años adelanta jornadas de siembra de árboles en la zona, lamentó la situación y señaló que la tala podría estar relacionada con intereses particulares.
“Uno de los elementos clave es que esta tala parece estar vinculada a la acción del dueño del lote. La Asociación de Vecinos y nuestra fundación han trabajado para mejorar la calidad ambiental del sector mediante la siembra de árboles. Sin embargo, estas acciones de tala podrían estar dirigidas a eliminar la sombra y evitar la presencia de vendedores ambulantes”, denunció Haroldo Rodríguez, director de la fundación.
El EPA se pronuncia ante la tala del árbol
Ante la incertidumbre generada en la comunidad, El Universal consultó con el Establecimiento Público Ambiental (EPA) para conocer las posibles sanciones frente a este tipo de intervenciones.

“Es importante recordar que cualquier tala sin autorización puede derivar en un proceso sancionatorio por parte del EPA Cartagena. Si el infractor es una persona jurídica, se inicia un procedimiento con sanciones económicas que varían según la edad del árbol, su especie y su relevancia ecológica”, explicó Mauricio Rodríguez, director del EPA.
Además, si la tala es realizada por una persona natural sin el debido permiso, podría constituir un delito ambiental. “En estos casos, trabajamos de la mano con la Fiscalía y la Policía Ambiental para llevar el caso ante las instancias judiciales correspondientes”, agregó Rodríguez.
La autoridad ambiental hace un llamado a la ciudadanía para que antes de realizar cualquier tala o poda presente una solicitud formal ante el EPA. “Contamos con un equipo técnico especializado que evalúa el estado del árbol y determina la intervención necesaria. En algunos casos, se autoriza la tala por razones de riesgo o aprovechamiento forestal, pero siempre con una compensación ambiental para garantizar el equilibrio ecológico de la ciudad”, concluyó el funcionario.