En 2006, el mayor retirado de la Armada, Julio Sánchez, inició una batalla legal que marcaría los próximos 18 años de su vida. Todo comenzó cuando adquirió la mitad de una propiedad ubicada en la Calle de la Tablada, en el Centro Histórico de Cartagena. Lo que parecía un negocio sencillo pronto se convirtió en un complicado litigio.
Hoy, esta batalla finaliza tras una notificación del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cartagena en la que se informa que la familia Sánchez obtuvo la anhelada victoria.
Un largo proceso
La familia insiste en que no pensó que sería tan complicada la batalla por la propiedad y mucho menos las lágrimas, desvelos y preocupaciones que venían con esta disputa. Lea también: Asume nuevo secretario de Hacienda del Distrito
Antes de la alegría con la que inician el 2025, estuvieron los problemas que se originaron cuando los propietarios de la otra mitad del inmueble alegaron ser dueños de toda la propiedad, negándole el acceso a Sánchez y demandando a sus hijos por fraude procesal.
Sin embargo, tras una década de disputas legales, Sánchez logró una orden judicial que dividió la propiedad en dos mitades iguales y autorizó su remate. “En 2012, el primer remate no tuvo interesados. En 2014, participé en el segundo y adquirí la otra mitad del inmueble. Al combinar las dos partes, mis hijos y yo nos convertimos en los únicos dueños”, explicó Sánchez a El Universal.
No obstante, cuando creyó que había cerrado este capítulo, nuevos magistrados revocaron la sentencia inicial.
En 2016 comenzó un período que describe como un “hostigamiento judicial”, el cual culminaría con su desalojo de la propiedad.
Muchos factores motivaron a Sánchez para que siguiera adelante con el caso, tanto así que decidió matricularse para estudiar derecho y analizar su propio caso.
“A lo largo de la carrera aprendí que el derecho busca la paz y solo puede lograrse a través de la lucha. Lejos de ser una paradoja, es una realidad histórica y política: los derechos no son concesiones gratuitas, sino conquistas logradas mediante el esfuerzo”, explicó Sánchez, quien dice que ya respira tranquilo, sintiendo que la justicia estuvo de su lado. Lea también: Asignan en Cartagena a nuevo comandante de la Fuerza Naval del Caribe
La decisión final
Según lo indicado por Sánchez, el pasado 13 de diciembre de 2024 la Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia resolvió declarar inadmisible la demanda de casación presentada por la parte demandante inicial contra la sentencia emitida por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cartagena.
Este proceso judicial inició en su momento con una acción verbal promovida contra David, Julio y Raúl Sánchez. Durante el juicio, los demandados contrademandaron mediante una acción reivindicatoria.
De esta manera, el Tribunal accedió a su solicitud y ordenó a la parte demandante inicial restituir el inmueble en disputa. Además, la condenó a pagar $166 millones como indemnización por los frutos civiles generados por el inmueble.
“Ha sido una batalla de años, pero más allá de lo que es la casa como algo material, es lo que ha implicado para la tranquilidad de mi familia. Esto nos ha afectado físicamente y agotado mentalmente. Mi esposa ha sufrido las consecuencias de ello. Mis hijos, personas estudiadas y con grandes profesiones, fueron perseguidos también. Pero afortunadamente este es el fin de una pesadilla”, mencionó Sánchez, lleno de expectativas tras el cierre de este episodio de su vida junto a su familia de cara a un nuevo comienzo.