Tras el Censo de Población y Vivienda Barú 2023, realizado en alianza con la Universidad de Cartagena y el apoyo del Consejo Comunitario, se identificaron importantes desafíos en la calidad de vida de los habitantes de la cabecera y el área rural dispersa del corregimiento insular.
Pico y placa en Cartagena del 16 de junio de 2025
REDACCIÓN CARTAGENAEl registro, realizado con el objetivo de crear estrategias de intervención para mejorar las condiciones de vida, reveló que el 37% de los residentes viven en situación de pobreza, y al menos un 20% de la población dejó de consumir alguna de las tres comidas diarias debido a la falta de recursos. Lea también: Censo Barú: 20% de la población solo come dos veces al día

“El censo permitió visibilizar una población que estaba completamente oculta. A pesar de estar a solo una hora y media de Cartagena, Barú sigue siendo invisible para muchos. Los datos revelaron un acceso limitado a agua potable, educación y las difíciles condiciones económicas. Por ejemplo, el 7,5% de la población mayor de 15 años no sabe leer ni escribir, un índice que supera al de Cartagena”, señaló Ángela María Matiz Filella, directora ejecutiva de la Asociación Somos Barú.
Educación y desarrollo en Barú
El estudio también evidenció que el 51% de los residentes de Barú no ha superado la educación básica secundaria. Además, el 25% de los niños y jóvenes que asisten a la escuela no participan en actividades extracurriculares.
En este contexto, Matiz Filella explicó a El Universal que la educación sigue siendo el principal reto de Barú, ya que el único colegio de la zona tiene una capacidad limitada. También resaltó la necesidad de una atención integral para la primera infancia y de programas que fomenten los valores y el sentido de pertenencia en la comunidad.

El Proyecto ‘Letra Viva’ y otros programas de apoyo
En respuesta a estas dificultades, la Asociación Somos Barú lanzó el proyecto bandera ‘Letra Viva’, que actualmente beneficia a 75 personas, entre adultos y niños, mediante clases de alfabetización. Le recomendamos: Somos Barú se mantiene al servicio de los baruleros
En total, alrededor de 284 personas participan de diversos programas de la Asociación, entre ellos:
• Somos Arte Puro: Dirigido a niños, incluye danza, teatro y música para fortalecer valores y tradiciones culturales. En 2025, planean que los niños roten por los diferentes programas.

• Preparación para el Trabajo: Ofrece cursos en áreas como belleza, barbería, alojamiento y economía solidaria, capacitando a jóvenes y adultos en emprendimientos sostenibles.

• Tesoro Barú: Un proyecto artesanal liderado por 18 mujeres cabeza de familia que utilizan materiales reciclados para crear artesanías.

• Becas Somos Baruleros: En 2024, benefició a 15 jóvenes con becas de estudio en el Tecnológico Comfenalco en diversas carreras. Las becas cubren transporte, útiles y alimentación para que los estudiantes puedan acceder a educación superior.

Matiz Filella insistió en que garantizar el acceso a la educación es prioritario. “Si una comunidad no tiene educación, sigue siendo condenada a la pobreza. La educación de calidad fortalece la cohesión social y el sentido de pertenencia. Otro reto importante es brindar una atención integral de calidad a la primera infancia. El censo muestra que muchos niños de nuestra comunidad están siendo desatendidos”, afirmó.
Adicionalmente, hizo un llamado a la población a unirse en el esfuerzo social y económico por educar y ofrecer mejores oportunidades. “Es crucial reconocer las necesidades que están al alcance de nuestras manos y actuar en consecuencia”, enfatizó Matiz Filella.

Sobre la Asociación Somos Barú
La Asociación Somos Barú es una organización sin fines de lucro conformada hace casi cinco años. El proyecto nació con el objetivo de ayudar a la población vulnerable de la isla.
La iniciativa comenzó en medio de la pandemia, cuando los miembros de la asociación se dieron cuenta de los graves problemas económicos y educativos que enfrentaban los residentes a pesar de ser una zona turística y depender casi exclusivamente del turismo y el comercio local.
Durante el confinamiento, muchas familias se quedaron sin ingresos para cubrir sus necesidades básicas y sin acceso a educación virtual, debido a la falta de internet y computadoras. En respuesta, comenzaron recolectando alimentos y distribuyéndolos en colaboración con otras fundaciones para garantizar principalmente la alimentación de las familias. Posteriormente, identificaron otras necesidades y decidieron formalizar la asociación el 17 de julio de 2020.