Cartagena de Indias, la joya histórica del Caribe colombiano, es reconocida mundialmente por sus murallas, playas paradisíacas y exquisita gastronomía. Cada año, millones de visitantes llegan atraídos por su encanto único.
Sin embargo, detrás de esta postal turística, miles de familias cartageneras enfrentan una lucha diaria contra la pobreza, una problemática que, pese a los avances nacionales, sigue siendo una herida abierta en la ciudad.

De acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), en 2023 la pobreza monetaria afectó al 41,1% de la población cartagenera, es decir, a 388 mil personas.
Más alarmante aún, 124 mil habitantes, el 13,1%, viven en pobreza extrema, una cifra que además aumentó en 0,4 puntos porcentuales, a diferencia de la tendencia nacional.
Estas cifras sitúan a Cartagena como la séptima ciudad de Colombia con mayor pobreza monetaria, reflejando los retos económicos que aún persisten.
La voz de las comunidades: vivir al límite
La realidad de la pobreza en Cartagena se vive en barrios como El Líbano, donde Lucía Marimón, de 65 años, comparte su historia. Vive con su esposo, quien vende pescado en las playas para subsistir.
“Es nuestra única fuente de ingreso. Vivimos del día a día”, dice. A pesar de tener una casa propia, las condiciones distan de ser dignas. Los ingresos apenas alcanzan para lo básico, y en ocasiones, ni siquiera para eso”, dijo Marimon.

Lucía, quien recibe un subsidio de $80 mil al mes como adulta mayor, explica que ese dinero lo destina a medicamentos, transporte para citas médicas y otros gastos esenciales. “A veces solo nos quedan $10 mil para comer. Si mi esposo no vende, no hay nada. Y cuando llueve, no puede salir a trabajar. Es un día perdido”, relata con resignación.
Su situación no es única. Según la última Encuesta de Percepción Ciudadana de Cartagena Cómo Vamos, el 46% de los cartageneros se autoperciben como pobres, una proporción que ha alcanzado su punto más alto en la última década. La percepción es especialmente aguda entre los mayores de 65 años y las personas de los estratos socioeconómicos más bajos.
El impacto de la pobreza en el territorio
Abel Barrios Julio, líder comunal de El Líbano, describe cómo las necesidades históricas de la comunidad han llevado a la ocupación de terrenos cerca de la Ciénaga de la Virgen, ampliando la pobreza en zonas vulnerables. “Le hemos robado espacio a la ciénaga por necesidad. Este es el reflejo de desplazamientos, falta de vivienda y malas administraciones gubernamentales”, afirma Barrios.

El líder señala que la falta de acciones concretas y sostenidas por parte de las administraciones locales y nacionales ha perpetuado la problemática. Aunque reconoce buenas intenciones en el gobierno actual, critica la falta de avances significativos. “Nos reunimos con ellos en enero, pero después de 11 meses no hemos visto resultados. Necesitamos que se prioricen nuestras necesidades, aunque no pretendemos ser más importantes que otras comunidades”, dijo.
¿Son los subsidios la solución?
Si bien los subsidios ofrecen un alivio temporal, Barrios argumenta que no son la respuesta definitiva para combatir la pobreza.
“Los subsidios crean dependencia. El problema no es solo el hambre del estómago, sino el hambre de la mente. Necesitamos fomentar la educación y el emprendimiento, enseñar a las personas a valerse por sí mismas”, sostiene.

El líder propone iniciativas para capacitar a las comunidades, especialmente a las mujeres, en habilidades que les permitan emprender y generar ingresos propios. “No se trata de darles los peces, sino de enseñarles a pescar. La pobreza no se erradicará con ayudas económicas, sino con oportunidades que permitan a las personas desarrollar su potencial”, insiste.
La lucha contra la pobreza en Cartagena exige un compromiso real de todas las esferas de gobierno y la sociedad. Dicen algunos conocedores del fenómeno que “solo con un enfoque integral que combine educación, empleo y desarrollo sostenible se podrá construir una Cartagena más equitativa, donde su belleza histórica también sea un símbolo de justicia social”.
Acciones del Distrito
En mayo pasado, en una entrevista con este medio, el alcalde de Cartagena, Dumek Turbay, expuso las estrategias que su administración planea implementar para combatir la pobreza. En aquel momento, el mandatario afirmó con firmeza que no descansaría hasta lograr mejoras significativas en la calidad de vida de los cartageneros que enfrentan pobreza extrema.
Yo no me iré feliz en 2027 si no logramos noquear con contundencia a la pobreza multidimensional en Cartagena.
Dumek Turbay Paz, alcalde mayor de Cartagena
Como parte de este esfuerzo, el pasado noviembre, la administración distrital, a través del Plan de Emergencia Social Pedro Romero (PES-PR) en colaboración con Opportunity Internacional, llevó a cabo una actividad denominada ‘Camino de Oportunidades’. Esta iniciativa forma parte de las estrategias diseñadas por el Distrito para combatir la pobreza extrema.

“Este es un reto que le apuesta a lo que nosotros, como Distrito de Cartagena, deseamos para los cartageneros: transformar vidas para bien, mejorando la calidad de vida de cada uno de los participantes. Sin embargo, no podemos hacerlo solos; contar con Opportunity como aliados es invaluable, ya que con su apoyo podremos llegar a un mayor número de cartageneros. A esto le llamamos transformación social de Cartagena”, expresó Jorge Redondo, director del PES-Pedro Romero.
Con una inversión superior a los $4.700 millones, el programa ‘Camino de Oportunidades’ tiene un enfoque multisectorial y está diseñado para erradicar la pobreza extrema. Se centra en la creación y fortalecimiento de unidades productivas que permitan a las familias vulnerables generar ingresos autosostenibles.

Por otra parte, el pasado 10 de diciembre, durante el cierre del tercer período de sesiones ordinarias, el Concejo de Cartagena aprobó el presupuesto para 2025, fijado en $3,9 billones. Con este presupuesto, de carácter histórico, el Distrito busca continuar financiando programas dirigidos a mitigar el hambre y la pobreza en la ciudad, consolidando el compromiso de la administración distrital con los sectores más vulnerables de la población.
Los políticos y los compromisos en campañas
A medida que el calendario avanza hacia 2025, año clave en el panorama político, los aspirantes a la Presidencia en 2026 empiezan a delinear sus propuestas y visiones para el país. En Cartagena, una ciudad marcada por profundas desigualdades, la pobreza se mantiene como un tema central en el debate. En este contexto, El Universal dialogó con algunas de las figuras que suenan para liderar el próximo período presidencial, explorando sus planes para enfrentar esta problemática estructural.
La senadora y precandidata por el Centro Democrático, Paloma Valencia, destacó que una de sus prioridades será enfrentar las invasiones y fomentar la propiedad formal entre los ciudadanos.
“Mi propuesta es convertir a Colombia en un país de propietarios. Las invasiones en Cartagena evidencian el abandono de las políticas de vivienda. Queremos contar con los mejores arquitectos del mundo para diseñar casas pequeñas pero dignas, aprovechando la capacidad de autoconstrucción de los colombianos. Así, podríamos garantizar un hogar digno al 60% de la población que actualmente carece de uno”, afirmó Valencia.

Por su parte, la exministra de Salud, Carolina Corcho, posible candidata presidencial por el Pacto Histórico, subrayó la importancia de dar continuidad al programa del actual gobierno para combatir la desigualdad.
“Soy una convencida del plan del presidente Gustavo Petro. Desde la agenda de transición democrática hemos trabajado en reformas clave como la agraria, la pensional y la laboral. Cartagena es un reflejo de las brechas sociales que nuestro país necesita superar, y creo firmemente que la solución radica en fortalecer este modelo de transformación”, explicó Corcho.
Aunque ha descartado públicamente una candidatura presidencial, el presidente del Nuevo Liberalismo, Juan Manuel Galán, continúa figurando en las encuestas y compartió su visión sobre cómo abordar la pobreza en Cartagena. Para Galán, la clave está en garantizar igualdad de oportunidades desde la infancia.
“No quiero estigmatizar a Cartagena ni a la Costa Caribe, pero la falta de oportunidades es una realidad palpable. No se trata de repartir subsidios, sino de asegurar que cada niño en Colombia tenga acceso a nutrición, educación y afecto. Si empezamos por ahí, podremos transformar el país en unos años”, señaló.
Un futuro por construir
La pobreza en Cartagena no es solo un desafío local, sino un reflejo de las profundas brechas sociales de Colombia. Mientras las cifras y las promesas políticas siguen sobre la mesa, las comunidades más vulnerables esperan acciones concretas que transformen sus vidas. La pregunta que queda es si la voluntad de cambio será suficiente para superar décadas de abandono y desigualdad.

Entretanto en una reciente entrevista, el alcalde Turbay invitó a los candidatos presidenciales a revisar el Plan de Desarrollo ‘Cartagena Ciudad de Derechos’, esto con el fin de profundizar en la problemática de la pobreza de la ciudad y de esa forma poder dar vuelta a este fenómeno social.