La Alcaldía de Cartagena informó que el proyecto de mejoramiento mediante pavimento rígido del tramo final de la vía Policarpa - Variante Mamonal, desde el k0+000 hasta el k0+71483, avanza satisfactoriamente. Aunque esta obra fue heredada en 2023 con serios retrasos y dificultades técnicas, la administración actual optó por reestructurarla y optimizarla, en lugar de liquidarla.
Este proyecto rescatado en Policarpa, además de incluir un componente de urbanismo, será una vía de interconexión clave dentro del Circuito Vial del Sur que lidera el Distrito. Se conectará con la nueva Carrera 89 de Villa Hermosa, de casi dos kilómetros, y con la Calle 3 de Nelson Mandela (antigua trocha), mejorando significativamente el desplazamiento de residentes y trabajadores, así como la movilidad vehicular en la zona. Lea también: Obras en la vía principal de Policarpa: Distrito anunció fecha de entrega

El Distrito, a través de la Secretaría de Infraestructura, informó que las obras cuentan con una inversión de $4.201.510.497,37 provenientes de recursos propios de la Alcaldía, lo que elevó el valor total del contrato a $13.961.085.632. Este presupuesto adicional permitió la ejecución de obras hidráulicas, mejoras en suelos y pavimentos, adecuaciones urbanísticas y trabajos de canalización fundamentales para el éxito del proyecto.
Actualmente, la obra presenta un avance superior al 60 %, con trabajos desarrollados según un cronograma reprogramado. Se estima que estará finalizada en el primer trimestre de 2025, cumpliendo con los más altos estándares de calidad y seguridad vial. Le recomendamos: Vía Policarpa-Arroz Barato: más de 20 meses en obra y aún no acaba
Desafíos enfrentados en el proyecto
Según la alcaldía, uno de los principales retos que asumieron al inicio del proyecto fue la objeción presentada por la empresa Aguas de Cartagena, que advirtió sobre posibles riesgos para tuberías esenciales del suministro de agua potable de la ciudad. Esto obligó a realizar ajustes técnicos en los diseños para proteger esta infraestructura crítica.

Además, las condiciones geológicas del terreno, caracterizadas por suelos arcillosos de baja capacidad portátil, representaron un desafío adicional. Para garantizar la estabilidad del pavimento, fue necesario reforzar la base estructural mediante técnicas especializadas.