Por mucho tiempo el caño Juan Angola ha sido reconocido como uno de los más contaminados de Cartagena. Los vertimientos de aguas residuales y los asentamientos irregulares sobre su cauce son algunos de los motivos por los cuales su entorno se ha deteriorado.
Es por eso que durante muchos años se ha insistido en su recuperación, no solo para preservar su biodiversidad sino también para aprovechar todo el potencial que tiene, al ser una afluente clave que conecta a los demás cuerpos de agua de la ciudad con la Ciénaga de la Virgen.
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Esa es la apuesta que tiene en este cuatrienio la Alcaldía de Cartagena, que busca materializar esos proyectos de navegabilidad y ecoturismo con los que han soñado todos los que alguna vez han puesto su mirada en este sitio.
Eso, para la administración distrital, también implica un cambio de perspectiva. Es por eso que lo que se ha propuesto es dejar atrás ese sustantivo de “caño” y pasar ahora a lo que será el nuevo “canal Juan Angola”.
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Francisco Castillo, asesor de despacho para Asuntos Ambientales de la Alcaldía de Cartagena, explicó que la palabra “caño” hoy está ligada a un sistema que significa deterioro, por lo que al llamarlo “canal” se está cambiando la connotación a algo que representa saneamiento ambiental y riqueza ecológica.
“Con esto abrimos la persiana hacia lo que es la riqueza hídrica, la navegabilidad y a un futuro turismo comunitario con un gran potencial. Lo que esperamos en 2027 es dejar todo esto andando”, indicó.
Saneamiento ambiental, el inicio
En el primer semestre del año, a través de la Empresa de Desarrollo Urbano de Bolívar (Edurbe), se adelantaron labores de relimpia en el cuerpo de agua, el cual pasa por barrios como Crespo, 7 de Agosto, Santa María, Torices y San Pedro y Libertad.
El objetivo de estos trabajos era, en primer lugar, recuperar los indicadores biológicos de la afluente, los cuales se habían visto afectados por diferentes agentes contaminantes.
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“Hay mejoramientos en la calidad deal agua, lo cual ha hecho que regresaran especies que se habían ido, como algunos peces y jaibas. Estos son síntomas de que el sistema está mejorando”, aseguró Castillo.
Así mismo, dijo que se recuperó la navegabilidad en la hidrovía, teniendo en cuenta que en algunas zonas la profundidad era apenas de 30 centímetros y tras la relimpia pasó a ser de 1,8 metros. “Esto nos deja un sistema hídrico viable para implementar el transporte acuático”, puntualizó.
Lo que sigue para el Juan Angola
Tras este primer paso, lo que sigue es resolver la situación en el sector de La Unión, donde hay asentamientos irregulares sobre el canal.
“Esa es una orden judicial, por lo que trabajaremos en relocalizar a toda esa comunidad que está asentada en el área de bajamar. Para eso estamos trabajando con Corvivienda, la idea es que el año entrante ese sector esté despejado para poder abrir la sección del canal, hacer toda la marginalidad de la ronda hídrica y trabajar en tener un parque con áreas peatonales”, aseguró.
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El objetivo es crear espacios públicos alrededor del Juan Angola que permitan trasformar el sector para el disfrute de los ciudadanos. Así mismo, indicó que se está trabajando en la propuesta para hacer un nuevo puente que reemplace al Benjamín Herrera, con el fin de construir una estructura más alta que permita la navegabilidad por todo el canal.
Cooperación internacional y financiación
La propuesta para el Juan Angola también se ha trabajado de la mano de los Países Bajos, que está asesorando al Distrito en la elaboración de los diseños para el proyecto.
“Ellos están trabajando en lo que serán esas zonas peatonales y áreas públicas. Esperamos empezar las obras civiles a finales del año entrante o en 2026″, afirmó Castillo.
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En cuanto a la financiación, aseguró que por el momento solo se contemplan recursos del Distrito, sin embargo, está abierta la posibilidad al uso de recursos de regalías o fondos internacionales.
La apuesta para el 2027
Castillo indicó que el sueño de esta administración para el 2027 es lograr la navegabilidad desde el Parque Espíritu del Manglar hasta la Ciénaga de la Virgen, pasando por la Laguna del Cabrero y el Juan Angola, de tal forma que alrededor de todo ese sistema se puedan desarrollar apuestas de turismo comunitario que beneficien a las poblaciones aledañas.
“La comunidad es un actor clave. Ellos son los veedores de lo que estamos trabajando. Debe haber guardianes ambientales en el Juan Angola, se deben desarrollar emprendimientos alrededor de él y todo debe ser muy organizado”, dijo.
En esta tarea, afirmó, también será importante la articulación con las autoridades de turismo. “Queremos que Juan Angola sea el canal del resplandor para el turismo comunitario y que sea un destino más en la agenda de los turistas”, aseguró.
Mientras todo esto se da, Castillo aseguró que es de vital importancia mantener las condiciones ambientales del Juan Angola y en eso tiene participar toda la ciudadanía, pues es lo que permitirá materializar todos estos planes.
“Vamos a demostrar que sí es posible convertir un caño en un sistema digno de biodiversidad y en una muestra de resiliencia de los sistemas acuáticos”, finalizó.