Hay preocupación y molestias entre algunos habitantes de la urbanización La Castellana debido a las condiciones en que se encuentra un lote donde tiempo atrás se adelantaba una construcción. El predio, que años atrás era una vivienda, hoy es un punto de concentración de basuras, y en él han comenzado a refugiarse habitantes de la calle.
Carolina Bustamante, residente del sector, si bien es consciente que el predio es privado, pide a las autoridades ayudar a gestionar medidas urgentes, pues ella y su familia se están viendo afectadas. Teme que a raíz de esta situación se proliferen enfermedades como Dengue. Lea también: Lanzan campaña de cultura ambiental en Cartagena: hay concurso
“Yo llegué a Cartagena estando embarazada en 2016, con mi niña. Vivo aquí desde hace cuatro años y la casa de al lado se ha convertido en un problema de no acabar. Ellos iniciaron una construcción y la dejaron a medias. Hoy eso se ha convertido en un lote lleno de basura, moscas, culebras y un foco de dengue. Es un peligro para mi hija pequeña y mi mamá”, explicó la ciudadana a El Universal.
Carolina y su familia siguen buscando soluciones.
“Actualmente tenemos una situación y es que los indigentes se meten ahí para dormir y hacer sus necesidades. Tuvimos una conversación con el propietario, quien se comprometió a limpiar debido a que ahí dentro se acumulan botellas plásticas con orines, excrementos y bolsas llenas de agua que acumulan bacterias. Esto ya está afectando la salud de mi hija, que ha tenido alergias, y los médicos me han confirmado que el entorno puede estar causando esto. Es un tema de salud pública, y aunque busco apoyo en las autoridades y me han pedido documentación, no he visto soluciones”.





Habla el dueño del predio
Tener un predio en Colombia implica cumplir con una serie de responsabilidades legales y normativas relacionadas con su propiedad, uso y mantenimiento. Ahí entra el rol de la Curaduría Urbana, una función pública para la verificación del cumplimiento de las normas urbanísticas y de edificación vigentes en un distrito o municipio, esta puede otorgar licencias de urbanización y construcción. Juan Carlos Mejía, propietario de la vivienda, asegura que debido a tantas trabas en este proceso, se ha tardado aproximadamente dos años en retomar las obras de construcción.
“Respecto a la casa, esa era una vivienda familiar, yo me la quedé y al principio comencé a arrendarla para ayudarme económicamente. Los problemas con los inquilinos empezaron porque la estructura estaba cayéndose, y entonces se convirtió en una propiedad difícil de arrendar. Se la alquilé a un señor que tenía un negocio, pero no le resultó y me la entregó de vuelta”, contó Mejía a El Universal.
Ante tanto problemas y amenazas con la caída de la vivienda, Juan Carlos decidió asesorarse con un ingeniero, quien le recomendó que en lugar de seguir haciéndole trabajos y arreglos costosos, demoliera y construyera nuevamente; esto suponía tramitar la respectiva licencia de construcción.
“No quise meterle más dinero porque implicaba una inversión muy alta, prácticamente como hacerla nueva. Por eso, opté por alquilarla a un costo muy bajo, entre un millón y un millón y medio, con la idea de que los inquilinos pudieran ir arreglándola. Pero me tocó desistir y comenzar a tramitar la licencia para construirla de nuevo. El proceso con el permiso de la Curaduría ha sido tedioso, mientras me daban la autorización el predio quedó descuidado. Tuve que pagarle a un vigilante para que me cuidara, porque la gente entraba a robarse las cosas; palos, láminas y lo poco que había quedado”, contó el propietario.Puede leer: ¿Con cuántas toneladas de residuos cerrará Veolia este 2024?
El Universal consultó a la Dirección Administrativa de Control Urbano, desde donde indicaron que el predio ya cuenta con su licencia de construcción por parte de la Curaduría.
“El artículo 77 de la ley 1801 de 2016 establece que se configura en un comportamiento contrario a la posesión y mera tenencia de inmueble omitir el cerramiento y mantenimiento de lotes y fachadas de edificaciones, por lo que el propietario o poseedor que descuide su lote al punto de generar plagas, roedores, inseguridad y perturbe la convivencia del sector en que se encuentre con su negligencia y falta de cuidado, se verá expuesto a afrontar multas y la obligación de adelantar las obras de cerramiento correspondiente, de acuerdo al orden que imponga el Inspector de Policía de la comuna respectiva”, explicó la organización.
Y anotaron: “la Dirección de Control Urbano viene realizando operativos de identificación de dichos lotes para solicitarle la imposición de medidas correctivas que obliguen al propietario a asumir la responsabilidad que sopone la función social de la propiedad inmueble. Así mismo se ven expuestos aquellos propietarios que incurran en comportamientos contrarios a la vida y al integridad física establecidos en la misma ley 1801 de 2016 por no retirar o reparar en los inmuebles los elementos que que ofrezcan riesgos a la vida por no reparar un balcón, un elemento de la fachada o una paredilla que pueda desplomarse o desprenderse”.
Por su parte, el propietario Juan Carlos Mejía se comprometió con cerrar el predio el próximo lunes 25 de noviembre, y así evitar la incomodidad de sus vecinos, quienes instan al Departamento Administrativo Distrital de Salud, DADIS, a inspeccionar el lugar y mirar las condiciones.
“Sé que ahora mismo está representado una incomodidad para la comunidad, pero ya me acaban de entregar la autorización para seguir construyendo la casa, después de tantos años de espera. Tengo contemplado este lunes comenzar a cercar con láminas de zinc. Y Dios mediante, si mis fuerzas me lo permiten, comenzar a construir en febrero del próximo año”.