El once de noviembre
El 11 de noviembre de 1811, es un referente histórico de los procesos de independencia en el país. Se celebra año tras año para conmemorar los hechos que declararon “a la faz de todo el mundo” la conversión de la provincia de Cartagena de Indias en “Estado libre, soberano e independiente”.
La particularidad de tal declaratoria residió en el carácter absoluto de la independencia proclamada, frente a la corona y los gobiernos de España, frente a todo intento de sumisión, vasallaje u obediencia. Una declaratoria que superaba los contenidos de otras declaratorias, como por ejemplo la de la ciudad de Santafé firmada el 20 de julio de 1810, en la que se seguía reconociendo la autoridad del monarca español don Fernando VII, capturado en Bayona por las tropas de Napoleón en 1808, siempre y cuando “venga a reinar entre nosotros”. Lea: Universidad de Cartagena, entre las mejores de Colombia según ranking
Desde aquel 11 noviembre empezó a organizarse el gobierno libre y soberano de la provincia de Cartagena. Se sancionó por ejemplo una Constitución Política en 1812 en la que se ratificaba la independencia, circulaban catecismos políticos defendiendo las libertades proclamadas y, entre muchas acciones, aquel día de noviembre empezó a instalarse para siempre en la memoria política de la ciudad, pese a la destrucción de los archivos y el llamado al olvido que proclamaban los ejércitos expedicionarios españoles, al comando de Pablo Morillo, que sitiaron a Cartagena en 1815.
Lo cierto del caso es que, después de la declaratoria de independencia de 1811, el 11 de noviembre se convirtió en un referente simbólico que se celebraba (y aún se celebra) y se usaba para señalar los caminos de la libertad y las transformaciones de la sociedad. En un once de noviembre, pero del año 1828, décimo octavo de la independencia, se congregaron las autoridades políticas, civiles y militares para dar apertura a la Universidad del Magdalena e Istmo, hoy llamada Universidad de Cartagena, primera universidad (creada por decreto 6 de octubre de 1827) en la costa norte colombiana.
Los actos de apertura
Según informaba la Gaceta de Cartagena de Colombia, en su edición número 374 de 1828, desde el 28 de octubre se venían presentando lluvias de manera ininterrumpida en Cartagena. El mal tiempo llevó a que se aplazarán actos que se tenían programados, pero había uno inaplazable: la instalación de la Universidad del Magdalena e Istmo.
A las once y media de la mañana del 11 de noviembre de 1828, a pesar del mal tiempo, se llevaron a cabo los actos de instalación de la Universidad en el extinguido convento de San Agustín. En ese lugar hizo su presencia Eusebio María Canabal, firmante del Acta de Independencia de 1811 y de la Constitución Política del Estado de Cartagena de 1812 en representación del pueblo de Tolú, para verificar que se leyera el decreto de creación de 1827 y se posesionaran al rector, el secretario y los catedráticos. Junto a Canabal -en ese momento Ministro Presidente de la Corte Suprema de Justicia de los Departamentos del Magdalena e Istmo-, asistió también Luis José Echegaray (firmante de la Constitución de 1812 como prefecto de Cartagena) y se había excusado de asistir José María del Real. En los actos de posesión, además del nuevo rector José Joaquín Gómez, asistieron y tomaron posesión como catedráticos Manuel Benito Revollo, José María Baloco, Antonio del Real y otros que venían desempeñando funciones educativas en el Colegio Cartagena de Colombia desde 1825, anexado ahora a la Universidad.
Esas figuras políticas relacionadas con los hechos de la independencia en la ciudad volvían entonces a hacer del 11 de noviembre un día para declarar, celebrar y dejar situada en la memoria la inauguración de una de las tres universidades que se habían instalado en la República de Colombia, siendo las otras dos la Universidad Central (en Tunja) y la Universidad del Cauca (en Popayán, instalada el 11 de noviembre de 1827). Tal vez, además de los propios actos políticos de la emancipación, la principal obra que se fundó después de aquel 11 de noviembre de 1811 fue la actual Universidad de Cartagena, la cual hoy es un referente histórico que nos recuerda no solo el nacimiento de la educación superior en lugares distintos a los de la capital del país, sino que nos conecta también con los triunfos, las materializaciones y las promesas del lenguaje referido a la libertad y a la igualdad, en especial en cuanto al acceso a la educación.
Los discursos de la apertura
En los actos inaugurales de aquel 11 de noviembre de 1828, a los cuales asistieron el Intendente, el Obispo y los ciudadanos notables de la ciudad, Eusebio María Canabal recordaba precisamente que “uno de los beneficios más estimables que nos ha producido la Independencia, ha sido sin duda el que se haya abierto las fuentes de los conocimientos humanos, cerrados para nosotros por más de tres centurias que duró el ominoso sistema colonial”. Seguidamente el rector José Joaquín Gómez, agradecido por el nombramiento hecho por parte del gobierno supremo representado en el libertador Simón Bolívar, se pronunció al respecto sobre las puertas que se abrían con la Universidad a las ciencias de la sagrada teología, la sublime filosofía, de la física experimental, de los conocimientos exactos de las matemáticas, de la medicina práctica y sus distintos ramos, de la jurisprudencia civil y canónica, de la historia y de las lenguas.
Aquella mañana lluviosa del 11 de noviembre de 1828 quedó instalada la Universidad del Magdalena e Istmo -con sus facultades de Jurisprudencia, Filosofía y Letras, y Teología, posteriormente se crearía la de Medicina- con el recuerdo reciente de la independencia, con la esperanza de un nuevo amanecer y todo un camino por trazar.
En un once de noviembre, el heroísmo de Cartagena de Indias no solo se recordaba, se había dado lugar a la apertura del Alma mater que ya casi cumple doscientos años de existencia.