Ante hechos tan desoladores y repudiables como el caso del asesinato de Sofía Delgado Zúñiga, de 12 años, en el Valle del Cauca, y el intento de rapto de una menor de 16 años en Cartagena, surge la pregunta: ¿cómo puedo identificar a un posible agresor sexual?
Lamentablemente, las investigaciones coinciden en que la mayoría de los agresores sexuales son personas muy cercanas a la víctima, incluso de su misma familia. La mayor parte de las agresiones o violaciones son llevadas a cabo por hombres, aunque también hay casos en que las agresoras son mujeres.
Frente a este escenario, es fundamental que los padres o tutores aprendan a identificar cuáles son esas señales que pueden prender las alarmas sobre la posible presencia de un agresor sexual en la familia o cercano a esta, de manera tal que puedan actuar a tiempo y mitigar el riesgo.
Perfil de un posible agresor sexual
No existe un único perfil definido de un agresor sexual. Un pedófilo puede ser una persona de cualquier edad, sexo, condición social o económica, nivel educativo, profesión, raza, religión, condición física o cognitiva.
Sin embargo, hay ciertas características en estas personas que deben encender las alarmas. Tome en cuenta las siguientes:
• La insistencia, aun sin fundamentos, por permanecer a solas con niños, niñas y adolescentes
• La preferencia por socializar con menores de edad por encima de los adultos
• Las muestras exageradas de cariño o de afecto en forma injustificada e inoportuna
• El haber estado involucrado o haber sido denunciado anteriormente por un abuso sexual
• El consumo problemático o el abuso de sustancias psicoactivas
• El hacer comentarios inapropiados, ofensivos o provocativos
• La manipulación emocional hacia el niño (entre amabilidad y amenazas)
• Mostrarse como una persona muy cariñosa que da regalos sin motivo alguno
• Ofrecen dinero a los menores como una forma sutil de manipularlos y extorsionarlos.
Además de esto, el comportamiento de los niños también habla, e inclusive, se debe afinar la vista para no dejar pasar por alto cualquier cambio físico o emocional en el menor. Estos también son algunos signos de alarma:
• Que el niño se toque con insistencia sus órganos sexuales
• Dibujos alusivos a una relación sexual
• Cambios drásticos en el estado de ánimo
• Problemas para dormir y cambios inesperados en su rendimiento académico
• Lesiones o cicatrices genitales o anales, dolor abdominal o en la región genital.
¿Qué debe hacer ante un posible caso?
1. Es fundamental creerle al niño siempre. Tristemente, en muchos casos los niños informan que están siendo víctimas de abusos y los propios padres no les creen y consideran que están inventando o siendo exagerados. Esto hace que el agresor siga abusando de ellos, porque no hay un entorno de protección.
2. No juzgue a la víctima. Evite caer en la desesperación y la furia ante la sospecha, ya que esto hará que el menor sienta miedo y reducirá al mínimo las posibilidades de que la niña o el niño narre los hechos.
3. Demuestre su apoyo. Resguarde al menor y evite inmediatamente que tenga cualquier tipo de contacto con el presunto agresor.
4. Busque orientación profesional reportando el caso al la línea nacional 141 del ICBF, a las Defensorías o Comisarías de Familia, a la Policía o a la Fiscalía para activar cualquiera de las rutas de atención y denuncia. De esta forma, las autoridades pertinentes determinarán la responsabilidad del presunto agresor.
Cifras alarmantes
Según los reportes de la Estadística Delictiva de la Policía Nacional, entre enero y agosto del año 2023, se presentaron en el país 8.295 delitos sexuales contra menores de edad; de los cuales 4.605 fueron contra niños y niñas y 3.690 contra adolescentes.
En Cartagena, los menores de edad siguen siendo las principales víctimas de los delitos sexuales. Lea más aquí: Más de 200 menores en Cartagena han sido víctimas de delitos sexuales en 2024
El Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses reportó que entre enero y agosto del 2024, se han registrado un total de 274 presuntos casos, de los cuales el 77%, es decir, 213, fueron en contra de niños, niñas y adolescentes: 191 del sexo femenino y 22 del masculino.
El rango de edad más afectado es de 10 a 14 años con 113 reportes, seguido del de 5 a 9 años con 50.