Dicen que el arte es capaz de despertar todos nuestros sentidos. Para Anailín Gómez y Aureli Patricia Guerrero Chico, estudiantes de la Institución Educativa de Puerto Rey, esta afirmación realmente cobra vida.
Para Anailín, de 14 años, el arte es mucho más que una expresión estética; es una herramienta para “desechar lo malo y recibir todo lo bueno”. Aureli, su compañera, lo describe como un camino para aprender “a sentir, a escuchar y a ver”. Sentadas en un salón de clases, ambas adolescentes reflejan cómo el arte trasciende el papel y los colores, convirtiéndose en una forma de conectarse con el mundo y con ellas mismas.
Las dos estudiantes y sus compañeros forman parte del Sistema Distrital de Formación Artística y Cultural (SIFAC), un novedoso programa en el país, que desarrolla su fase piloto en 11 colegios oficiales de Cartagena, incluyendo el de Puerto Rey.
Esta iniciativa fue creada e implementada por el Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena (IPCC) y Traso - Colectivo de Transformación Social. El objetivo –explican sus gestores– es fortalecer las capacidades artísticas de 3.000 estudiantes de primaria y secundaria, y de 250 madres gestantes o lactantes, algo fundamental para su desarrollo. Bien lo mencionó alguna vez Phylicia Rashad, cantante y directora de escenografía estadounidense, que “antes de hablar, los niños cantan. Antes de escribir, dibujan. Apenas se paran, bailan. El arte es fundamental para la expresión humana”. (También le puede interesar: SIFAC: Modelo de transformación desde el arte y la cultura)
El programa SIFAC está en alineación con el Plan de Desarrollo 'Cartagena, ciudad de derechos', del alcalde Dumek Turbay.
Un día de clases de arte
“Me ha gustado porque dibujamos y coloreamos, nos expresamos”, dice por su parte Yaser Zabaleta, otro estudiante del programa. El SIFAC incluye formaciones en música, artes plásticas, danza, teatro; talleres de apreciación cinematográfica y escritura creativa en las aulas. Es jueves por la tarde y la clase en Puerto Rey versa sobre el dibujo pero también sobre la personalidad. “La dinámica de hoy es aprender ¿Quién soy?, ¿Qué tengo?, ¿Cuánto me valoro? y ¿Cuánto valoro también a los demás?”, explica en detalle Andrés Pedroza, maestro en artes plásticas, a cargo del salón y uno de los 40 profesionales formadores escogidos para desarrollar el programa en esta fase de tres meses. “Los niños están muy agradecidos por la iniciativa, pues les ha permitido fortalecer sus habilidades artísticas. Han aprendido sobre el color, las mezclas y el modelado, y aprovechando la arcilla de la región, también han explorado la escultura. Este espacio les ayuda a salir de su zona de confort y a expresarse de nuevas maneras”, destaca.

El sonido, otra clave
En un salón contiguo, Juan Carlos Hurtado, licenciado en música y magíster en educación, imparte clases en el área musical. “La educación artística debe ser vista como un derecho, no como un lujo o pasatiempo, y debería formar parte del plan de estudio escolar; es tan importante como la historia, la filosofía y el español. En esta clase, los estudiantes aprenden teoría musical, gramática, ritmo y canto coral, desarrollando el primer instrumento que conoció la humanidad: la voz”, afirma. (También le puede interesar: Sistema de Formación Artística y Cultural llega a 11 colegios de Cartagena )
Una de sus alumnas, Divani Rocha Altamar, estudiante de décimo grado y de 15 años, complementa: “Escogí música porque quiero aprender más y porque me gusta el piano. Nunca he tocado el piano, pero me gustaría aprender algún día. Sueño con hacerlo”.
La música de este programa también resuena en el salón comunal, donde se desarrollan las prácticas y los ensayos de danzas, impartidos por José María Nariño, docente y coreógrafo profesional. “Los niños y niñas tienen un talento increíble. Estamos trabajando en su proceso de formación para que desarrollen esos talentos, especialmente en ritmos caribeños, que forman parte de nuestra identidad cultural”, sostiene. Además, resalta la importancia de fomentar el sentido de pertenencia y el orgullo por las raíces musicales de la región, con el objetivo de que los jóvenes las exalten mientras exploran nuevas formas de expresión artística.

Un desafío en formación artística
“Promovemos una ciudadanía sostenible, y la cultura es un vehículo que, sin duda, necesitamos para transformar los territorios”, explicó Liliana Puello López, directora ejecutiva de Colectivo Traso, sobre el programa. “Se trata, sin lugar a dudas, de uno de los mayores desafíos que emprende Cartagena en materia de transformación social desde la formación artística y cultural, permitiendo que desde la edad escolar los niños y jóvenes de la ciudad tengan acceso a una formación de calidad y con enfoque de desarrollo e inclusión en disciplinas artísticas y procesos culturales”, precisó Lucy Espinosa, del IPCC.
Colegios participantes
El plan piloto del SIFAC se desarrolla en 11 colegios. En la Localidad 1: I.E. de Tierra Bomba, Liceo de Bolívar y Antonia Santos (sede San Luis Gonzaga del barrio Nariño). En la Localidad 2: San Felipe Neri, Pies Descalzos (Villas de Aranjuez), Jorge Artel (Vía Perimetral) y Politécnico de El Pozón. En la Localidad 3: INEM, I.E. Ambientalista, John F. Kennedy, y la I.E. de Puerto Rey.