En atención a la resolución 0377 del 2024 emitida por el establecimiento Público Ambiental (EPA), la Escuela Taller Cartagena de Indias (Etcar) realiza la reubicación de 140 individuos forestales mangláricos que están alrededor de las murallas entre el baluarte de San Miguel de Chambacú en Puerto Duro, abarcando el tramo que comprende los baluartes de Santa Teresa, de Santa Bárbara y de San José, y en El Reducto.
Estas labores también incluyen limpieza y recolección de residuos con el acompañamiento de Pacaribe y reubicación de especies con apoyo de zootécnicas expertos. Lea aquí: Dumek demanda al Gobierno Petro por cobro de valorización en vía del Mar
La Etcar desarrolla las intervenciones con la asesoría y acompañamiento de la autoridad ambiental y de expertos estructuralistas. “En la actividad participan técnicos egresados en Jardinería y jóvenes en formación bajo la metodología ‘Aprender haciendo’”, indicó la escuela.
Estas jornadas de limpieza y reubicación tienen como objetivo armonizar la coexistencia entre el patrimonio cultural material y el patrimonio natural, de manera que ninguno de ellos se vea afectado.
“El mangle tiene unas raíces largas y verticales que trabajan en grupo para formar nodos. Las murallas no tiene una cimentación totalmente trazante (recta), sino que tiene un alero, una zarpa, que debe estar siendo intervenida por los mangles, abrazándola, aprovechando las fisuraciones entre las piedras del conglomerado de la cimentación, que es generalmente concreto ciclópeo (grandes piedras) o cal hidráulica”, indicó Jorge Rocha Rodríguez, ingeniero Estructuralista y asesor de la Etcar para temas de conservación. Lea también: “El caño me va a tumbar la casa”: preocupación en San José de los Campanos
Y agregó: “Con el tiempo estas raíces estallan y empieza la cimentación a perder capacidad, por consiguiente los lienzos de muralla empiezan a ceder (…) Si la muralla externa, que está inclinada, es socavada por la ampliación de las raíces vegetales, el lienzo podría caerse y repararlo es bastante complicado”.
Sobre el proceso
Por su parte, Haroldo Rodríguez Osorio, coordinador de arbolado urbano del EPA, la primera etapa será observar la reacción de los mangles durante el proceso inicial de reubicación, luego se continuará con el desalojo de los hijos o vástagos que aparecerán y serán utilizados para reforestar otras zonas. Seguidamente, habrá un proceso de extracción del material de desecho y la intervención de la raíz, que, como se ha dicho inicialmente, es posible que se encuentre en los cimientos de la estructura pétrea. Le puede interesar: Acuacar entrega detalles del proyecto para el alcantarillado en Tierrabomba
Al finalizar, los mangles que se puedan sacar serán anexados a otros cuerpos o nodos mangláricos, haciendo uso de enraizadores hormonales para que logren fijarse y proliferar con éxito.