El mes pasado, Mariana Tavera y Valeria Osorio, estudiantes de 9° de la Institución Educativa República de Argentina vivieron una experiencia que sin duda recordarán toda su vida. Las dos tuvieron la oportunidad de participar en la Olimpiada Internacional de Greenwich, en Londres (Inglaterra), que entre el 8 y el 15 de junio, reunió a jóvenes de 48 países con 350 proyectos de investigación.
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El de ellas, la “Silla de Ruedas Todo Terreno Autosustentable”, logró la medalla de bronce en la categoría de Ingeniería. Se trata de una solución de movilidad para los estudiantes en condición de discapacidad que tienen dificultades para llegar a la institución, ubicada en el barrio Villa Rosita.
“El proyecto surgió por la necesidad que se vio en los estudiantes de nuestro colegio, ya que ellos no tienen la facilidad para venir a diario por el mal estado de las calles y las altas temperaturas”, explica Mariana, quien tiene 13 años.
La idea nació hace tiempo en el semillero de investigación ‘Tec In Three’, que existe en la institución desde el 2010. Sin embargo, hace tres años Mariana y Valeria se apropiaron de ella y lograron adaptarla a la realidad de hoy.
“Ya existía una base, pero mejoramos el proyecto haciendo que funcionara con paneles solares. Además se incluyó una tablet porque hay personas que no cuentan con la suficiente fuerza para llevar la silla de forma manual. Con ella, de forma táctil pueden dirigir la silla y además ver el estado de las baterías, que se recargan con la energía solar”, añade Valeria, de 15 años.
Las dos explicaron a los jueces de la olimpiada las características de la silla y todo el trabajo realizado en su investigación, con el reto adicional de hacerlo en idioma inglés, por lo cual se estuvieron preparando con mucha anticipación para lograr los buenos resultados que obtuvieron.
El proceso para llegar
Mariana y Valeria lograron el cupo en la Olimpiada Internacional de Greenwich gracias a que ganaron el primer lugar en la feria nacional de la Red Colombiana de Semilleros, donde en su mayoría participan estudiantes universitarios. Sin embargo, nunca creyeron en la posibilidad real de llegar a Londres, pues debían correr con todos los gastos para ir.
Fernando Guzmán, docente de Tecnología de la institución y quien acompañó a las estudiantes en la olimpiada, explicó que el viaje se logró gracias a la Secretaría de Educación.
“Por un lado fue chévere ganar la feria nacional y tener el aval para participar en Londres, pero otro había un sinsabor porque pensábamos que no íbamos a ir por la falta de apoyo estatal. El secretario Alberto Martínez tuvo la oportunidad de visitarnos en la escuela y le comentamos la situación. Él se mostró muy receptivo, nos dio una cita para presentarle el proyecto y luego nos dio su apoyo”, detalló.
Fue así que lo que antes era impensable se volvió una realidad y las estudiantes comenzaron con su preparación para participar en la olimpiada.
“Trabajamos mucho la seguridad, recibimos clases de mecatrónica e hicimos entrevistas con expertos de ortopedia. Al principio, cuando clasificamos, no veíamos que este proyecto podía llegar tan lejos”, dijo Valeria.
Y es que lo más valioso de su propuesta es su carácter inclusivo, pues busca mejorar la calidad de vida de aquellos que más lo necesitan.
Lo que sigue
Si bien el logro de la medalla de bronce en Londres es significativo, en la Institución Educativa República de Argentina están convencidos de que es necesario subir las apuestas para continuar creciendo y aprendiendo. Por eso, lo que sigue es la materialización del proyecto, trabajar en un prototipo y demostrar que es seguro y viable.
“Tenemos una idea que es beneficiar a los niños en situación de discapacidad. Ahora faltan los recursos para hacer la construcción de la silla. Si eso se logra, podríamos convertir a Cartagena es una ciudad innovadora y estar a la par de otras con respecto a desarrollo tecnológico”, dijo el profesor Guzmán.
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Por otro lado, aunque falta tiempo para que Mariana y Valeria ingresen a la universidad, ambas ya comienzan a proyectarse según sus intereses y ahora, con su experiencia en Londres, tienen de presente que nada es imposible si realmente se lo proponen.
“Las limitaciones están en nuestra mente. Que seamos de un colegio público o privado no tiene nada que ver. Hay que aprovechar las oportunidades y conocimientos que se obtienen a través del colegio y saber que no hay barreras si nos ponemos un objetivo y trabajamos duro por eso”, afirmó Mariana.
Lo cierto es que el logro de ambas ha demostrado no solo el potencial que hay en los colegios oficiales de la ciudad, sino también la capacidad que tienen las mujeres de sobresalir en proyectos científicos.
“Ser niñas no es un impedimento. Los límites están en la cabeza y todo es posible. Es bonito demostrar que en una categoría como la ingeniería, que normalmente se ve para hombres, también se pueden destacar las mujeres”, resaltó Valeria.
Para el docente Guzmán esto debe sentar un precedente para que desde el Distrito se siga apoyando la investigación en los colegios oficiales, de tal forma que incluso se pueda lograr una gran feria de innovación y desarrollo tecnológico en la que participen todas las escuelas. “Ojalá más instituciones se sumen y hagamos fuerza en eso”, resaltó el profesor.
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Con un espacio como este sería posible que más niñas y niños de la ciudad se animen a desarrollar proyectos innovadores, los den a conocer y sobre todo, que realmente crean que a través de ellos pueden transformar el mundo.
Sobre ‘Tec In Three’
El semillero de investigación ‘Tec In Three’ de la Institución Educativa República de Argentina nació en 2010 y tiene dos pilares: el primero es que todos los proyectos sean autosustentables y el segundo que sean sociales, es decir, que impacten en la calidad de vida de un grupo de personas que lo necesite.
Actualmente lo conforman 20 estudiantes, sin embargo, a medida que van avanzando en los grados se va dando un relevo. Así mismo, se procura que por lo menos la mitad de los integrantes sean mujeres.
Otros proyectos que se están trabajando desde el semillero son un limpiador de mares, un sistema de potabilización para la zona insular y un carro eléctrico para personas en condición de discapacidad.