Es una guardiana, gestora y estratega de la salud en Cartagena de Indias. María Elena Martínez, quien durante 23 años ha sido la directora general de la clínica Medihelp, es una reconocida ejecutiva cartagenera, diseñadora industrial de la Universidad Javeriana, especializada en Finanzas de la Universidad Tecnológica de Bolívar y en Alta Gerencia en la primera escuela de negocios Inalde. A lo largo de su intensa y vertiginosa vida ha sido tesorera de la Alcaldía de Cartagena, en los gobiernos de Gina Benedetti y Carlos Díaz Redondo, y fue alcaldesa durante 24 horas. Confiesa que hay que vivir la experiencia de ser funcionario y servir a la ciudad, así sea por un año, para comprender la complejidad de esa misión.
Su vida ha estado vinculada al arte, la educación, la música, la administración y la cultura. Es hija de Alfonso Martínez Emiliani y Marietta Ibarra, de cuya unión nacieron cinco hijos: María Cristina, Laurina María, María Elena, Alfonso María e Iván María. Es prima del artista Vicente Martínez, parienta del pintor y escultor Enrique Grau, nieta del inolvidable Don Vizo, el alcalde popular Vicente Martínez Martelo. Mientras habla veo que la rodea un paisaje de verdes matizados de la sabana de Bogotá, una pintura del artista colombiano Gonzalo Ariza en cuya profundidad deambula una mujer entre las hojas. Lea aquí: Patrizia Castillo: entre letras y rutas remotas
“Mi padre era un gocetas, simpático, extrovertido, inteligente, carismático, fiestero, sociable, corazón noble. Mi madre era una mujer calmada, era su polo a tierra, muy aterrizada emocionalmente. El maestro Enrique Grau, primo hermano de mi abuela materna, pintó a toda mi familia, pero cuando quiso pintar a mi madre, mi padre le dijo en broma: ‘¡Tienes que pagarme!’. Y el maestro no la pintó. Se quedó sin retrato. Nuestra infancia fue feliz, en Plan Parejo en Turbaco. He sido afortunada. Soy alegre, amiguera, extrovertida, me encanta bailar, no puedo vivir sin el mar, y mi felicidad es una choza frente al mar. Me gusta reunirme con mis amigas del colegio y mis 40 primos”, cuenta. Es madre de tres hijas de su primer matrimonio, profesionales en el diseño gráfico, la administración y plataformas digitales, y el mercado de la moda. María Elena es esposa del conocido político y economista Luis Fernando Londoño Capurro.
Una ejecutiva de la salud
“Cuando me nombraron directora general de la clínica Medihelp hace 23 años, Cartagena estaba llena de pequeñas clínicas de garaje”, dice mirando a través de la ventana que da a la carrera 6 con 5 en Bocagrande. “Había vivido 10 años de experiencia en el sector financiero. Iniciamos como una clínica ambulatoria sin habitaciones ni camas de hospitalización ni de cuidados intensivos. Hoy contamos con un personal de 410 personas sin contar los especialistas que trabajan las 24 horas del día. Hay 60 camas, cinco quirófanos, 16 camas para cuidados intensivos y 70 médicos inscritos a la institución médica, en cuatro áreas: ortopedia, neurocirugía, urología y otorrinolaringología. La sede se inauguró con la presencia del presidente Andrés Pastrana. La inversión en equipos médicos importados para Cartagena respondía a la demanda que era grande en ese entonces. La clínica Medihelp fue un regalo a Cartagena de Carlos Zárate, empresario santandereano atunero. Comenzamos con urgencias y consulta médica. Crecimos a punta de calidad y esfuerzo y fortalecimos el cuerpo médico poco a poco, replicando los protocolos de calidad de instituciones exitosas en Bogotá. En ese entonces, estaban los doctores Larry Iglesias y Antonio María Martínez. El eslogan era: ‘Por su seguridad y tranquilidad solicítele a sus médicos que lo operen en Medihelp’. Crecimos habilitando habitaciones y Unidades de Cuidados Intensivos.
El primer famoso operado en la clínica Medihelp fue el célebre futbolista argentino Diego Armando Maradona, que pesaba 121 kilos, era de baja estatura, de 1,65 centímetros, y vino a hacerse una cirugía de bypass gástrico. Fue en 2005. Fue un acontecimiento. Antes de elegir la clínica, la estrella argentina, exigió firmar compromiso de absoluta privacidad. Lea aquí: Miguel Varoni: el preciado objeto que guardó de ‘Pedro, el escamoso’ por años
Después que Maradona se operó allí en 2005, han pasado por esa clínica personajes del mundo, del cine, la política y la cultura. Y por supuesto, ciudadanos de Cartagena y Colombia.
Pero ya el mundo sabía que venía a Colombia a operarse. En Cartagena la gente lo descubrió, y se armó un cerco de protección a su privacidad”. En su álbum, María Elena conserva la foto del astro argentino rodeado de médicos, y una foto en la que abraza a Maradona.
La calidad es retadora
Dice que mantener la calidad y la excelencia en una clínica privada es un asunto retador. Fue la misma calidad la que desafió la racha de pequeñas clínicas de garaje que surgieron en Cartagena, sin reglamentación y terminaron cerrándose. Hoy la clínica que ella ha dirigido es reconocida como la clínica boutique en América Latina.
En la pandemia, en enero de 2020, se hizo una nueva ampliación de la clínica, con nuevos cuartos para cuidados intensivos y se consiguieron nuevos equipos de neurodinamia. “La pandemia fue un acelerador de conciencias”, dice.
Durante los años de la pandemia, atendieron a residentes y viajeros del mundo que llegaron a Cartagena, especialmente, tripulantes de cruceros, con hipertensión, presión alta, diabetes, problemas cardiovasculares, caídas e infartos, etc.
Confiesa que ha vivido vertiginosamente estos años al frente de Medihelp, y entrega ese cargo a finales de agosto de 2024, “con la satisfacción del deber cumplido”. Lea aquí: Cartagena de Indias emprende ruta de 500 años: los detalles del proyecto
Ha vivido intensamente estos 23 años como directora general de la clínica Medihelp y comparte en esta crónica su experiencia como ejecutiva y administradora visionaria.
La visión del capitán
Para el capitán Alfonso Salas Trujillo, gerente del Grupo Puerto de Cartagena, esta mujer es una criatura excepcional que ha consagrado su vida a proteger la salud en Cartagena.
“María Elena es una extraordinaria profesional, siempre dispuesta a brindar apoyo y el mejor servicio cuando se le requiere. Sin duda, ha sido una gran gestora de oportunidades y desarrollo para la ciudad. Desde su dirección en la clínica Medihelp logró consolidar una apreciada oferta de servicios médicos para los pasajeros y tripulantes de los cruceros que llegan a nuestras terminales. Como dato interesante, en un principio la clínica atendía máximo 15 cruceristas por temporada. Hoy en día se cuentan más de 420 personas atendidas por temporada, y esto claramente, es resultado de una gestión y prestación de servicios de calidad, bien posicionados. Sentimos por ella profunda gratitud y los mejores deseos para la nueva etapa que comienza”.
Una nueva estación
En su nueva etapa, María Elena Martínez, consagrará su tiempo a estudiar, a meditar, a respirar, a cultivar su ser interior, su espiritualidad, su cuerpo, mente y alma, a seguir haciendo una hora de ejercicios, a celebrar la vida de sus tres hijas, a esperar la llegada de su primera nieta, a estar con su familia, a seguir curioseando en los misteriosos puentes que separan los hemisferios cerebrales. “Espero seguir utilizando mis dones al servicio del planeta”, dice sonriendo.
Define a Luis Fernando, su esposo, como un “ser bondadoso, generoso”, que le ha dado confianza y seguridad en cada decisión de su vida. Cree que la inteligencia artificial es una herramienta y no teme a los cambios del futuro inminente. Ha realizado dos talleres de meditación y es seguidora de Bruce Lipton, Ph.D., pionero en el campo de la epigenética y explorador de las profundidades de las estructuras de las células y la energía de los reinos cuánticos. Lea aquí: Una taxista y una guarda de seguridad; las más fanáticas de Morat
María Elena ama la música, la cocina, le fascina el mundo de la neurociencia, y le encanta la sensación de infinitud de ese mar que siluetea su horizonte de azules erizados detrás de la ventana de su apartamento.