Durante los últimos tres años, Kelly ha pasado incontables horas frente a su computador, enviando currículums a empresas para encontrar empleo. A pesar de su búsqueda no ha recibido ninguna respuesta. Desesperada, recuerda los días de universidad, donde soñaba con una exitosa carrera como ingeniera química.
Dentro del panorama de Cartagena, las cifras de desempleo revelan una realidad desafiante, marcada por una brecha de género que afecta a mujeres como Kelly Rodríguez. Según Cartagena Cómo Vamos, a pesar de que el 53% de las matrículas en instituciones de educación superior de la ciudad son mujeres, el desempleo en ellas es 2,1 veces mayor al de los hombres. Lea: “No nos sentimos representadas”: mujeres sobre el Plan de Desarrollo
La brecha de género en el ámbito labora en Cartagena$>
Kelly Rodríguez es un ejemplo vivo de la brecha de género en el mercado laboral en Cartagena. A sus 42 años, esta, ingeniera química y madre soltera de una joven universitaria, ha enfrentado obstáculos que reflejan las diferencias de empleo entre hombres y mujeres en la ciudad.
Además de estudiar una carrera STEM (es decir, del área de las ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas), siguió ampliando su campo de estudio, alcanzando los títulos de tecnóloga en control de calidad de alimentos, especialista en gerencia en calidad y producción, así como tecnóloga en distribución física internacional.
Su trayectoria profesional incluye roles como coordinadora de calidad, jefe técnico de calidad y procesos, jefe de investigación y desarrollo, analista de calidad y jefe de laboratorio, trabajando en dos empresas nacionales y sumando diez años de experiencia. Sin embargo, la pandemia de la COVID-19 alteró su trayectoria profesional, con la reducción de puestos de trabajo y escasas oportunidades laborales.
La situación empeoró con la pandemia$>
Según un informe del Departamento Nacional de Planeación (DNP), Cartagena se encontró entre las ciudades con más pérdida de empleo luego de la COVID-19, y aún no ha recuperado sus niveles prepandemia, pues está en mora la recuperación de 141 mil puestos de trabajo. Lea además: Mujeres y jóvenes, los que menos consiguen empleo en Cartagena
Los más afectados fueron los sectores de construcción e industria, siendo este último el área en donde Kelly ha desarrollado su trayectoria profesional.
Tras quedar sin trabajo en 2020, Kelly decidió emprender su propio negocio de yogures naturales, llamado ‘Yogubony’. Este emprendimiento ha sido esencial para ella, ya que le ha dado la oportunidad de sostener a su hija en medio del desempleo, no obstante, no llena sus expectativas profesionales ni económicas.
Aun con la creación de su emprendimiento, no ha dejado de postularse a ofertas laborales tanto en la ciudad como fuera del país, pero no ha recibido respuestas. Si bien ha logrado consolidar Yogubony, Kelly sigue buscando un empleo que le permita equilibrar su economía para cubrir todos los gastos de la casa y terminar de pagar la universidad de su hija, ya que hay meses en donde los ingresos no son suficientes.
Luego de enviar los currículums, Kelly se dirige a la cocina, para preparar los yogures naturales de su negocio. Mientras mezcla los ingredientes, no para de imaginarse en el trabajo de sus sueños: un gran laboratorio en el área de investigación, en el que pueda hacer productos innovadores. Ella abraza la idea de, algún día, volver a colocarse su bata de laboratorio y dejar el delantal.
La experiencia de Kelly refleja la urgencia de abordar el problema del desempleo y promover la equidad de género en el ámbito laboral. Su historia no solo muestra luchas individuales, también destaca la necesidad apremiante de políticas y acciones que fomenten oportunidades justas para las mujeres de Cartagena.