La UMATA, actuando bajo los compromisos y garantías de la protección de bienestar animal, frente al caso del puente Napoleón Perea, lideró un espacio de diálogo con todos los actores interesados en el proceso de reubicación de los gatos que habitan en el espacio público, en un punto de la transversal 54, en el barrio Los Caracoles.
El 26 de abril de 2024 la señora Esperanza Soto, cuidadora y protectora de los gatos ubicados debajo del puente Napoleón Perea, solicitó un espacio de trabajo con la Dirección de la UMATA para dialogar frente a todas las inquietudes que surgen de esta problemática del sector.
Inmediatamente, Adolfo Pérez, director de la UMATA, le abrió el espacio hoy sábado 27 de abril a las 3:00 p.m. en las instalaciones de la dependencia, invitando igualmente a todas las fundaciones, rescatistas y ciudadanía que están interesados en esta situación.
La reunión se realizó sin la presencia de Esperanza Soto, pero sí con el resto de la ciudadanía interesada. Lea aquí: Por exceso de ruido, EPA suspende actividad sonora en gastro bar en Bocagrande
La Alcaldía de Cartagena, a través de la Unidad Municipal de Asistencia Técnica Agropecuaria - UMATA, encargados del tema de protección animal, aprovechó el espacio para aclarar dudas e inquietudes a todos los asistentes. Lea: Un ex El Universal: Cartagena cuenta con un doctor dirigiendo su educación
Al respecto del tema, Dumek Turbay, alcalde mayor de Cartagena, aseveró: “Mucho daño le hacen a los animales y a la integración de la ciudad, quienes, faltando a la verdad, afirman que vamos a matar a los gatos. Esto es falso y nadie del Distrito ha dicho eso ni ha sido ambiguo frente al tema. Lo que sí es rotundo, es que la ley debe imponerse. La institucionalidad es para todo el mundo, el orden propicia una mejor ciudad”.
Asimismo, precisó: “Eso no es un refugio, sino espacio público debajo de un puente. Hay más de 120 gatos y entendemos que hay gente que aporta recursos y que valoran la labor de la señora Esperanza; sin embargo, los felinos nunca han estado sometidos a vigilancia, sus enfermedades se han convertido en un problema de salud pública y están expuestos a la contaminación vial y al ruido de una de las avenidas más concurridas de la ciudad”.