Hace 12 años, este periódico publicó la historia de una joven que experimentó un episodio traumático y desgarrador. Katty Fonseca perdió sus piernas hace años debido a que fue atropellada por un camión, en la vía de La Cordialidad que en ese momento estaba en construcción. Lea también: La tragedia de Kathy Fonseca
Todo ocurrió a la hora de almuerzo (atención porque este dato será muy relevante en el resto de la historia) un 24 de mayo del 2012, cuándo Katty se disponía a salir a buscar su almuerzo. Normalmente ella lo llevaba desde su casa, pero ese día no fue así. Cuando se disponía a cruzar por la vía de La Cordialidad , que en ese momento circulaba en un solo sentido y que desafortunadamente no había señalización que marcara lo contrario, fue impactada por un camión.
Katty tenía contrato de trabajo a término indefinido en el cargo de secretaría auxiliar contable de la estación de servicios India Catalina.
Luego de muchos años de los hechos, y de sanar física y emocionalmente, Katty decidió acudir ante la justicia para reclamar sus derechos, en lo que ella y su abogada Arlet Figureoa consideraban que el accidente era de naturaleza laboral y por lo tanto, debía recibir un pensión de invalidez cubierta por la aseguradora de riesgos laborales.
Para ello, Katty debía ser evaluada por la Junta Nacional de Calificación de Invalidez que es la entidad que acredita la pérdida de capacidad laboral en las personas. El dictamen arrojó que su incapacidad es superior al 50%, lo que la hacía apta para solicitar una pensión de invalidez.
Posteriormente, se integraron a los demandados en el proceso, que iban desde el empleador, el fondo de pensiones, la propia Junta de Calificación y la aseguradora. Katty, por medio de su apoderado, solicitaba que se reconociera que su accidente fue de origen laboral debido a que la empresa le proporcionaba almuerzo en un lugar específico o podía reclamar 4500 como bono para almorzar en otro lugar, lo cual no le alcanzaba para nada. Además, habría existido un contrato de suministro entre el empleador y un restaurante cerca al sitio de trabajo. En ese sentido, Katty cruzó a almorzar y allí fue cuándo ocurrió el accidente.
También solicitó que se le indemnizará por los perjuicios que sufrió en el accidente, así como el pago de las prestaciones laborales, sanciones por mora en los pagos y que se pagaran todas las prestaciones asistenciales como prótesis, cirugías, medicinas y tratamientos.
“Me he tenido que someter a unas cuatro cirugías de remodelación de muñón, porque esta ha sido un proceso. Bueno, es un proceso de toda la vida, entonces entre ese intervenirme quirúrgicamente recuperarme volver a terapia y y el paso de los años he tenido problemas de salud por el tema del uso de las prótesis”, afirmó Katty.
“Mis prótesis pesan unos 12 kilos y yo esa fuerza la tengo que hacer con la cadera. Entonces se me ha desviado un poco la columna y me diagnosticaron en las manos síndrome del túnel carpiano. Me hicieron nuevos estudios porque parece que se me está calcificando el hueso de la pierna izquierda y cuando eso pasa tienen que intervenir. Ahora mismo soy 100% dependiente de bastón”, comentó respecto a su actual estado de salud.
El juez en primera instancia decidió concederle a Katty Fonseca una pensión de invalidez de origen común, que corresponde a un salario mínimo, pero las demás pretensiones fueron falladas de manera desfavorable para ella.
La diferencia entre una pensión de invalidez común y una de origen laboral consiste en que la primera la paga el fondo de pensiones al que el trabajador esté afiliado, mientras que la segunda va a cargo de la aseguradora de riesgos laborales. “El juez le concedió su pensión. Pero creo que el juez consideró que porque le van a pagar la pensión no le deben pagar el salario que no ha recibido, y si se toma como accidente de trabajo la incapacidad debe ir desde el 100% y debería reliquidarse todo lo que se pagó sobre el 66.6% que son los porcentajes de la pensión de invalidez común.
Figueroa afirma que el juzgado omitió referirse al salario de Katty, ni se le han pagado los aportes correspondientes a seguridad social desde enero del año 2013, pese a que continúa teniendo contrato laboral con el empleador a día de hoy. “No es posible que un juez laboral pueda desconocer los salarios de un trabajador, empezando por el hecho de que lleva ahí 10 años sin recibir ni un peso y el juez no se pronunció en lo más mínimo”. Entérese también: Estudiante en situación de discapacidad gana tutela
La jurista considera que el juez no está fallando con enfoque de género debido a que el tratamiento que tuvo durante la relación laboral con el empleador fue despectivo, y que también debe tenerse en cuenta que existe un enfoque diferencial debido a que Katty trabajaba allí cuando tenía 19 años, estaba desprotegida y ante su necesidad de tener empleo debía quedarse hasta tarde en el lugar de trabajo y consumir el almuerzo que se le imponía desde el lugar de trabajo.
La abogada considera que el juez la está revictimizando con esa decisión. Arlet sostiene su tesis de accidente laboral debido a que Katty tuvo que ir al lugar que dispuso el empleador para poder almorzar, por mas que estuviese en su hora de almuerzo y eso constituye una directriz.
Otro punto importante es que Katty nunca fue reintegrada a sus labores como secretaria ni se adecuaron las condiciones dentro de la empresa para que ella ejerciera sus tareas. La abogada afirma que han intentado despedirla en dos ocasiones pero que el Ministerio de Trabajo no lo ha autorizado porque Katty cuenta con una estabilidad laboral reforzada, y no puede ser despedida por su condición, como lo dispone el artículo 26 de la ley 361 de 1997.
Frente a la decisión del juez de primera instancia , Katty y su abogada decidieron ejercer su derecho al debido proceso y presentaron recurso de apelación en contra de la sentencia, con el fin de que el juez superior resuelva sobre esos puntos.
El proceso pasará a segunda instancia y será el Tribunal Superior del Distrito Judicial en su Sala Laboral quiénes resuelvan la controversia.