El anuncio del nuevo alcalde Dumek Turbay sobre la transformación de Chambacú en un gran complejo deportivo, denominado ‘Nuevo Chambacú’, ha despertado esperanzas de revitalización en la ciudad.
Sin embargo, este ambicioso proyecto también arroja luz sobre una problemática que por años ha crecido de forma descontrolada en la zona: la invasión en las pesebreras de Chambacú. Lea: ¿Quién controla las construcciones en Chambacú? Preocupante panorama
Lo que en un principio fue destinado para atender a los caballos que prestan servicio turístico en el Centro Histórico de Cartagena, se convirtió en un asentamiento informal donde decenas de personas viven en condiciones precarias, rodeadas de casas improvisadas de madera.
Este fenómeno, ignorado por administraciones anteriores, se sitúa a un costado de la Laguna de Chambacú, al lado del centro comercial Mall Plaza y detrás de la tradicional cancha de tierra donde los jóvenes futbolistas de la ciudad disputan sus partidos cada fin de semana. Lea: La Unidad Deportiva será un sitio mágico: Campo Elías Terán Jr.
La falta de acción por parte de las autoridades en los últimos años permitió que esta invasión creciera, convirtiéndose en un problema de gran magnitud y ahora la solución implica no solo la recuperación de la zona para la construcción del complejo deportivo, sino también la compensación o reubicación de las personas que han hecho de este lugar su hogar.
El alcalde Dumek Turbay inició este 3 de enero de 2024 los trabajos para la recuperación de Chambacú, pero este proceso debe ir más allá de la construcción del complejo deportivo.
Es imperativo abordar la situación de la invasión en las pesebreras, donde viven seres humanos en condiciones que no deberían ser toleradas en una ciudad que aspira a la excelencia y seguir consolidada como destino uno de los principales destinos turísticos de Colombia y del mundo. Lea: Arrancan las obras en Cartagena: construirán zona deportiva en Chambacú
La negligencia distrital respecto a la mencionada invasión plantea preguntas incómodas sobre la responsabilidad y la capacidad de las autoridades para abordar problemas sociales críticos. Es por eso que la transformación de Chambacú no puede limitarse solo al ámbito deportivo; debe incluir una intervención integral que resuelva la invasión y ofrezca soluciones a quienes se verán afectados en caso de un eventual lanzamiento. Lea: Ley que busca ponerle freno a los caballos cocheros espera segundo debate
La ciudadanía cartagenera hace un llamado a la administración actual, en cabeza de Turbay, para que, en su búsqueda por revitalizar Chambacú, no olvide a aquellos que viven marginados a un costado de la laguna frente a los mangles.
La construcción del ‘Nuevo Chambacú’ debe ser una oportunidad para crear un cambio positivo en la ciudad, abordando de frente los problemas sociales que han sido ignorados por demasiado tiempo.