Una construcción en la calle El Progreso del barrio Lo Amador ha dejado a numerosas familias literalmente atrapadas en sus casas, sin poder entrar o salir como habitualmente lo hacían, a través de un pequeño callejón colindante con la vía principal. Lea: Dos aulas afectadas por deslizamiento en el colegio Antonio Ramos De la Salle
La obra, que supuestamente se inició sin el permiso de la curaduría urbana, ha causado problemas de acceso y riesgo para la vida de las personas que habitan en esa zona alta, conocida como El Trupil, contigua a las faldas de La Popa.
Omar Díaz, líder comunitario del lugar, es quien ha librado una lucha ante las autoridades para intentar resolver la problemática, que afecta a las cerca de 10 familias de esa loma, las cuales se instalaron allí hace unos 20 años. Lea: Pared desplomada de colegio La Salle tiene en riesgo a familias de Lo Amador
A raíz del cerramiento del predio, el acceso a las viviendas se ha visto comprometido, forzando a los residentes a utilizar otro estrecho callejón, que ni siquiera permite el paso de una motocicleta y en el cual ya se han caído varias personas, entre esas una mujer que recientemente fue operada.
La construcción en cuestión ha sido objeto de críticas y de hecho el colegio La Salle presentó una demanda ante las autoridades debido a la preocupación de que esta obra pudiera afectar los desagües de la loma, lo que aumentaría el riesgo de deslizamientos de tierra y pondría en peligro la vida de los habitantes.
Según Díaz, el propietario de la construcción intenta cerrar un paso peatonal que ha existido durante más de dos décadas, y añade que este no cuenta con escritura pública ni certificado de libertad y tradición. Incluso esta persona, a pesar de haber radicado una solicitud ante la curaduría, no ha obtenido licencia de construcción y por ello no ha iniciado la obra. Lea: ¿El infierno? El día que salía humo y fuego de las calles en un barrio de Cartagena
“Se trata de un lote que está en toda la carretera principal. Teníamos un pequeño camino por donde pasábamos y nos conectábamos con el exterior, era como una guía, pero llegó el nuevo dueño y cerró el predio; comenzó a excavar y no nos dejó espacios para transitar. Es inhumano pretender bloquear a las familias que viven detrás. Además, como lo dijo La Salle, no pueden tapar esa calle porque sirve como canal pluvial cuando llueve”, finalizó el líder comunal.
