El Movimiento de Mujeres Negras y Barriales de Cartagena denunció que el pasado 23 de agosto, en la tienda Ara ubicada en el barrio Olaya Herrera, más exactamente en la calle El Tancón, se dio un presunto caso de racismo en contra de unas menores de edad.
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Las jóvenes habrían entrado a la tienda y a su salida fueron retenidas por el vigilante, quien las habría acusado de robarse algo. “Fueron acusadas de rateras, requeridas para una requisa y sometidas a un trato denigrante y calumniador. Se les obligó a mostrar sus pertenencias y a alzar la falda del uniforme escolar ante el señalamiento de esconder productos en sus partes íntimas. Este señalamiento surgió sin prueba alguna y sin previa revisión de las cámaras de seguridad que posteriormente evidenciaron la inexistencia de los hechos que se acusaban”, denunció el Movimiento a través de un comunicado.
Tras esto, se desarrolló una protesta el día 27 de agosto exigiendo un pronunciamiento por parte de la tienda. “Como organización social de base y movimiento popular en Cartagena que lucha por la dignificación de la población negra y afro, y sobre todo de las mujeres negras, hemos levantado la consigna para apoyar a nuestras compañeras, decirles que no están solas y que si las tocan a ellas también nos tocan a todas”, dijo Airlin Pérez, educadora popular y militante del Movimiento.
Desde la organización señalaron que este no se trata de un caso aislado, ya que en múltiples ocasiones las personas negras han sido víctimas de perfilamiento racial e hipervigilancia en diferentes establecimientos comerciales.
Habla la empresaEl Universal se comunicó con la compañía portuguesa Jerónimo Martins, propiedad de tiendas Ara. Con relación al caso indicaron lo siguiente: “En Tiendas Ara nos tomamos muy en serio cualquier denuncia frente algún presunto abuso de autoridad, por ello frente al suceso denunciado por la comunidad circundante a la tienda Tesca, se escaló de inmediato a la empresa de seguridad Prosegur para la investigación correspondiente que nos permita conocer si hubo alguna falla en la implementación de los protocolos y en adoptar las medidas correspondientes que garanticen el debido proceso y la seguridad de toda la comunidad”.
La empresa Jerónimo Martins aseguró que todas las tiendas cuentan con protocolos de seguridad estandarizados que están alineados con los proveedores del servicio de seguridad y que estos “de ninguna manera atentan contra el buen nombre y la integridad de ninguna persona sin importar su género, raza o condición”.
“Estos protocolos establecen medidas generales de seguridad tanto para nuestras personas como para nuestros clientes y son implementadas en todas nuestras tiendas por personal capacitado y entrenado para ello”, indicaron.
Desde la empresa señalaron que junto al prestador de servicio de seguridad se acordó de manera preventiva: 1) retirar al personal de seguridad de la tienda en el marco de la investigación que se adelanta; 2) reiterar al equipo de seguridad el deber de reportar cualquier novedad al jefe de tienda, asegurando la aplicación de los procedimientos; 3) el involucramiento inmediato tanto de los analistas de seguridad como de la coordinación de Prosegur y la Policía nacional; y 4) contar con evidencias probatorias de los hechos ocurridos antes de tomar acciones referentes a cualquier incidente que se presente con un vecino.