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Cartagena

Conoce a Claudia Quintero: la líder que lucha contra la trata de personas

Esta mujer Cafam afrocolombiana y con notables tatuajes decidió ponerse de pie para salir adelante y luchar contra la trata de personas.

Conoce a Claudia Quintero: la líder que lucha contra la trata de personas

Claudia Yurley Quintero Rolón.//Foto: Cortesía

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Claudia no empezó presentándose por su nombre, sino con un viejo recuerdo que, para mí, la hizo inolvidable. Apenas el día anterior -narraba ella a mi lado y frente a los cientos de jóvenes que asistían al tercer panel de ‘Conectando Futuros: Foro Juventudes’- se había encontrado con un correo viejo, un e-mail en el cual le decían que jamás dejaría de ser una puta y tantas otras cosas.

No sé con cuántas palabras, pero pretendían amenazarla, anularla y aterrarla al punto de empujarla a abandonar su lucha como defensora de los Derechos Humanos, y ahora, tantos años después, servían para reafirmarnos -a ella, a mí y al auditorio entero- que sí fue capaz de seguir adelante. Tantos años después, Claudia Yurley Quintero Rolón sigue trabajando contra la trata de personas y mucho más. Lea aquí: 600 jóvenes de Arjona, Turbaco, Villanueva y Cartagena, en el teatro Adolfo Mejía

Claudia dice jocosamente que tiene un “doctorado en mudanzas y en fracasos”. Ha enfrentado la adicciones y violencias, es víctima del conflicto armado y logró sobreponerse. Nació en Cúcuta y tiene más de 18 años de experiencia en trabajo social con las poblaciones vulnerables, con enfoque de género, étnico e interseccional. Es conferencista, asesora técnica de proyectos sociales, territoriales y promotora del emprendimiento social y la cultura. Es experta en la lucha contra la trata de personas, gerente de la Fundación Empodérame y Mujer Cafam 2022.

¿Cuáles son tus luchas, como mujer y como defensora de los derechos humanos?

-Mi batalla más dura ha sido con mi salud mental, restablecer lazos familiares y reconstruirme tanto social como económicamente después de vivir las secuelas del conflicto armado y enfrentar diversas formas de violencia contra la mujer. En medio de ese recorrido, me encontré con la lucha social. Hoy en día, trabajo a diario con el anhelo de que ninguna mujer se vea forzada a la prostitución a causa del hambre, la violencia o una discapacidad. Sueño que acá, en mi país, cada mujer sienta que su cuerpo es verdaderamente libre y esté empoderada para alcanzar sus sueños lejos de la violencia sexual.

Mi lucha es también interna y personal. Busco ser referente para las niñas y las mujeres afrodescendientes, trato de no ser hipócrita y busco no herir a otros (ya sea con actos o palabras), saldar mis deudas y estar al día con mis obligaciones fiscales. Lejos de encarnar el estereotipo de “víctima impoluta”, enfrento mis propios demonios, como mi lucha contra el alcoholismo. Sin embargo, estoy comprometida con mi desarrollo: continuamente busco educarme, tengo una forma de vida sencilla y deseo mantenerme fiel a mi historia, sin perder de vista todo lo que he superado y aprendido. Le puede interesar: Jóvenes y emprendedores compartieron experiencias en el Adolfo Mejía

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Pero vaya que Claudia interviene en las vidas de muchas personas más: dirige un proyecto que recibe a víctimas de “la trata y la explotación sexual que luchan por recuperar sus vidas de las terribles secuelas que estas violaciones a los derechos humanos les han causado”.

Ha sido interviniente y coadyuvante en tutelas y acciones jurídicas y administrativas a favor de las mujeres explotadas en la prostitución y la trata de personas.

¿Qué hay sobre la trata de personas?, ¿cómo terminaste en la lucha contra ese flagelo?

-En Argentina conocí esta lucha, es un país de amplia trayectoria en defensa de los derechos humanos. Es bien conocido que también es un tema personal relacionado con mi historia, pero hoy no quiero hablar de eso, quiero hablar de lo que significa esta lucha. Antes ni había voces visibles, pues había mucho miedo, hoy podemos hablar, los medios se interesan por este trabajo y hay más cooperación. Eso es un buen augurio y significa que eso que emprendí hace años hoy ya está dejando huella en el país.

¿Hay algún dato que pudieras contarme para que mis lectores puedan entender la magnitud del problema cuando hablamos de trata de personas?

-La trata de personas es un delito que, lamentablemente, se ha naturalizado hasta tal punto que muchos lo ven como un simple “trabajo”. Ha calado tan hondo esta percepción que llegamos a creer que quienes son explotados en vastas minas o aserraderos, así como las mujeres en situación de prostitución, están satisfechos con el poco respeto que se les ofrece. Nuestra mirada se ha distorsionado al punto de pensar que es admisible mercantilizar a bebés o denominar “altruismo” a la explotación de los cuerpos de las mujeres y su capacidad reproductiva. Estamos frente a un delito devastador que consume a innumerables mujeres y niñas y se ensaña con la población transgénero, condenándolas a un infierno disimulado bajo destellos y escarcha de colores.

De acuerdo con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), “lLa trata de personas es un problema mundial y uno de los delitos más vergonzosos que existen, ya que priva de su dignidad a millones de personas en todo el mundo. Los tratantes engañan a mujeres, hombres y niños de todos los rincones del planeta y los someten diariamente a situaciones de explotación. Si bien la forma más conocida de trata de personas es la explotación sexual, cientos de miles de víctimas también son objeto de trata con fines de trabajo forzoso, servidumbre doméstica, mendicidad infantil o extracción de órganos”. Lea: Aumenta el número de colombianos víctimas de la trata de personas

La UNODC también asegura que “la trata de personas afecta prácticamente a todos los países, ya sea como punto de origen, tránsito o destino, y se ha informado de que en 137 Estados se ha explotado a víctimas de por lo menos 127 países”.

Solo tuve la oportunidad de escucharte por unos minutos, pero entendí que has atravesado por situaciones complicadas, ¿cómo lograr levantarse después de golpes tan duros?

-No existen soluciones mágicas en la vida; lo que hay son oportunidades que, cuando se presentan, debemos aferrarnos a ellas como quien se agarra de una rama al borde de un río evitando ser arrastrado por sus aguas. Levantarse requiere esfuerzo y resiliencia. Sería muy falso decir que siempre debemos mantener una actitud positiva, pero la realidad, especialmente en un país marcado por desigualdades y decisiones políticas cuestionables, no siempre lo permite. Sin embargo, a pesar de esos obstáculos, tomé la determinación de ponerme de pie, de no permitir que nadie me cortara las alas nuevamente, y aquí sigo, de pie y luchando. Lea además: Adrenocromo, el supuesto eslabón secreto de la explotación sexual infantil

¿Qué es lo que más te hace feliz?

-Mi nieto me hace muy feliz. Es un niño que crece en medio de mucho amor y me dice cosas muy chistosas. Me hace feliz poder comprarme los libros que quiero y compartir con mi familia. Me hace aún más feliz verme saludable a pesar del mal manejo que le di a mi cuerpo. Soy conformista, me hace feliz casi cualquier cosa como un arroz con leche de doña Nancy, una voluntaria de mi fundación.

¿Te arrepientes de algo?

-Ya a estas alturas me toca no arrepentirme de nada, ya no, es mejor decir que no me arrepiento de lo vivido y continuar.

‘Siempre hay una oportunidad’

Claudia Yurley Quintero Rolón fue una de las invitadas al panel ‘Siempre hay una oportunidad’, en ‘Conectando Futuros: Foro Juventudes’, que se llevó a cabo el lunes 28 de agosto en el teatro Adolfo Mejía. En ese espacio, moderado por mí, también intervinieron Gina Baytter, presidenta de la Comisión Nacional de Concertación y Decisión de Juventudes; Iris Gómez, psicóloga y líder juvenil en El Pozón, y Ángela Maldonado, directora Gobernabilidad PNUD.

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