Sound of Freedom. ‘Sonido de la libertad’, acá. Ese no es el eslogan de campaña de ninguno de los 16 candidatos a la Alcaldía de Cartagena ni el nombre de uno de esos libros blanquitos y rosaditos que se venden al lado de las cajas registradoras de los almacenes de cadena. No, así se llama una de las películas que más controversia ha provocado en los últimos tiempos, desde el pasado 4 de julio, día de su estreno. Lea: ‘Sound of Freedom’: la película que arrasa en cines fue grabada en Cartagena
Rechazada por Netflix, Disney y Amazon, y víctima de una posible campaña de invisibilización, la película basada en hechos reales, grabada en Cartagena y en Bogotá, habla sobre las redes internacionales de tráfico y explotación sexual de niños. Su protagonista, Tim Ballard (Jim Caviezel), se embarca en una peligrosa misión que involucra el rescate de niños atrapados por una red transfronteriza de pedófilos. En Cartagena, muchos esperan su estreno en cines el próximo 31 de agosto, pues el flagelo de la trata y tráfico infantil con fines sexuales golpea tanto nuestras calles, nuestro Centro Histórico, nuestras playas. Nuestra noche.

Sound of Freedom está basada en un caso real sucedido en Cartagena. Lea: Sound of freedom: la película basada en caso de explotación sexual en Cartagena
Una faceta controversial, poco conocida, pero conectada a la película se relaciona con el adrenocromo, una supuesta droga, más poderosa que la heroína, que rejuvenece a los poderosos que puedan consumirla, como ningún botox, crema cara o pomada milagrosa puede hacerlo. ¿De dónde se extraería? De la sangre de niños. Así lo difundido en diversas ocasiones Jim Caviezel, protagonista del filme y recordado representar al hijo de Dios en la Pasión de Cristo, dirigida por Mel Gibson.
A la par del talento actoral de Caviezel, también se le critica que desde hace años promueve disparatadas teorías de conspiración, como por ejemplo las relacionadas con el adrenocromo, quien tanto él como los simpatizantes de QAnon, como se le conoce a esta trama, aseguran que existe una comercialización secreta de esta sustancia, vinculada con la trata internacional de niños; crimen que no solo sería, como postulan, de tintes sexuales y pedófilos.
Trump, Clinton, Obama y un poder entre las sombras
Todo comenzó en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, en las que Donald Trump le ganó a Hillary Clinton, con la filtración de WikiLeaks de unos correos electrónicos entre la candidata demócrata y John Podesta, gerente de su campaña. Según la teoría conspirativa, rechazada por autoridades policiales gringas, esas misivas contenían mensajes codificados que conectaban a referentes del Partido Demócrata, como Barack Obama, poderosos de la industria del entretenimiento, multimillonarios y protagonistas de la sociedad con una presunta red de tráfico de niños.

La mayoría de integrantes de QAnon son simpatizantes de Donald Trump.
Al respecto, Caviezel, según el medio mexicano de verificación de noticias falsas Verificado, el 20 de junio de 2023, en una entrevista que concedió al vocero conservador Steve Bannon, jefe de campaña de la campaña Trump, para promover la película “Sound of Freedom”, aseveró que existía un supuesto “imperio del adrenocromo” en Estados Unidos, donde se mercadea y utiliza sangre de niños para extraer un compuesto químico que funciona como una “droga élite”, que es “10 veces más potente que la heroína” y que hace ver “más joven” a quien lo usa. Esta entrevista ha sido replicada sopotocientas veces en las redes sociales.
La verdadera lucha
Según Verificado, la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., la fuente científica más prestigiosa del mundo, explica que el adrenocromo es un compuesto químico producido por la oxidación de la adrenalina. “La existencia de adrenocromo como droga es un mito: no existe”, dijo Nilton Custodio, director Médico del Instituto Peruano de Neurociencias a la unidad de verificación del medio peruano La República en 2020.
Ryan Marino, toxicólogo de los Hospitales Universitarios del Cleveland Medical Center, citado por Verificado, calificó esta teoría de conspiración como una “leyenda urbana” y explicó en un correo electrónico a Factchequeado, un medio similar al citado, que el adrenocromo ha sido “estudiado extensamente” por al menos 70 años, y que no tiene uso médico alguno, ni hay evidencias de que tenga propiedades psicodélicas o rejuvenecedoras.
El químico farmacológico Luis Camilo Rios Castañeda explicó que el adrenocromo como se obtiene fácilmente y en grandes cantidades por métodos de síntesis química, en un laboratorio, lo que hace sumamente improbable su extracción de humanos. “No existe ninguna evidencia científica de que la sangre sea una fuente posible de adrenocromo, ya que la cantidad que se podría obtener es minúscula”, recalcó.
Estas teorías de conspiración en torno al adrenocromo son una de las desinformaciones más repetidas en la actualidad. Esto no le hace bien a la urgida, necesaria e implacable lucha que demanda la explotación sexual infantil y la trata de personas, un flagelo que compite por el reconocimiento internacional, en los bajos fondos del turismo, con las murallas, las Islas del Rosario y la Torre del Reloj.
Hace pocos días, el pasado 30 de julio, se conmemoró el Día Mundial contra la Trata de Personas, y es obligación de las autoridades competentes, entidades y fundaciones involucradas, sector privado y ciudadanía trabajar porque esa fecha no sea un mero saludo a la bandera cada año.
Por su parte, el Distrito, a través del Grupo de Trabajo Interinstitucional para la Lucha contra la Trata de Personas en Cartagena, adscrito a la Secretaría del Interior, en tres pilares contra este delito: Consultorio Púrpura, atención a víctimas; la estrategia La Muralla Soy Yo, involucrando a todos los actores privados y públicos; y el tercero es La Leona Fiera, que es una operación institucional donde todos los funcionarios desde sus competencias buscan combatir a la industria y el mercado prostituyente.