Kerlys quería salir de Cartagena, su vida últimamente no le gustaba en la ciudad. Hace tiempo no consigue un buen trabajo, así que ahorró lo suficiente para irse a probar suerte en Bogotá, como lo hacen muchos cartageneros. Lo que no se esperaba era que una página de Facebook le jugara una mala pasada y la dejara sin un peso.
La mujer es residente de La Boquilla, y se suma a la incalculable lista de ciudadanos víctimas de delitos cibernéticos, los cuales quedan perplejos e impotentes ante el desconocimiento de métodos para denunciar o hacer justicia en Colombia, donde en 2022 se registraron más de 54.000 denuncias por delitos cibernéticos, superando ampliamente la cifra de 2021, cuando se documentaron 11.223. Los casos más comunes son a través de computadoras, tablets y teléfonos celulares. Esto según datos de la plataforma de inteligencia y servicios de ciberseguridad Fortinet
“Hice de todo para pagar esa plata”
La cartagenera de 40 años se dedicó hace tiempo a la gestión humana de algunas empresas, trabajó en distintos ambientes de oficina, pero tras el inesperado giro que dio su vida y toda una mala racha de desempleo, le ha tocado comenzar de abajo. Lea también: “Regalan una elegante comida y te endeudan”: denuncian estafa en Cartagena
“Con el fin de irme para Bogotá a conseguir trabajo me puse hasta a vender cervezas, me hice una platica y con otra que junté completé para los pasajes. Yo vi en la página de Avianca los precios y se me salían de presupuesto, estaban en casi $300 mil, y por la necesidad entré a un anuncio que me salió en Facebook de unos tiquetes, según costaban $120 mil, así que les escribí para hacer la comprar, ellos me dijeron que eran una agencia certificada y ubicada en el Aeropuerto Rafael Núñez, así que les transferí la plata”.
A Kerlys le pidieron los datos, de momento todo iba bien, pero las irregularidades las comenzó a notar cuando la asesora pasó de ser atenta a no querer responderle los mensajes. “Después que le hago la consignación me dijo al día siguiente que la disculpara, que ese precio de los $120 mil que me había dicho era sin IVA, que si quería los tiquetes le tenía que transferir $90 mil pesos más para que la compra fuera válida”.
La cartagenera cayó por segunda vez en la trampa y se vio en la obligación de hacer hasta lo imposible por conseguirlos. “Yo fui optimista, pensé que si ya había esperado lo mucho tenía que esperar lo poco, así que me hice otros días de trabajo vendiendo cervezas para buscar esos $90 mil pesos y transferirle a la muchacha”, contó a El Universal.
La segunda transacción
Kerlys realizó la segunda transferencia, no sabiendo que sería el peor error que habría cometido. “La muchacha miraba los mensajes y no me respondía, yo sentí como una presión en el pecho y unas ganas de llorar horrible, fueron noches de trabajo duro y esa plata me habría servido para mi casa, yo soy madre, padre y abuela. Le seguí escribiendo al chat, le dije que por favor me explicara qué estaba pasando, pero nunca me respondió, hasta la fecha sigo esperando una respuesta. La página ni siquiera me bloqueó, solo ven mis mensajes y me dejan en visto”. Lea también: “Venden turnos del Sisbén desde $15 mil”: denuncian estafas en Cartagena

Kerlys cuenta que dentro de los comentarios habían cuentas aparentemente falsas que recomendaban la página, y un sin número de personas al igual que ella, que pedían de vuelta su dinero.

Fue a buscarlos al aeropuerto
Kerlys no se quedó de brazos cruzados, quiso agotar el último recurso que le quedaba, así que se dirigió hasta el aeropuerto para averiguar dónde quedaban las oficinas físicas de la supuesta agencia y confrontarlos cara a cara. “En Avianca me dijeron que tal agencia no la conocían, pero que pusiera la denuncia, porque constantemente iban personas estafadas a reclamar. Me tocó regresarme llorando para mi casa”.

Finalmente agregó: “El ciclo se hizo repetitivo, yo no asimilaba la pérdida que había tenido, así que me creé otra cuenta de Facebook y les escribí interesada en un tiquete, y tal cual me dijeron lo mismo, comprobé que esa era la forma en que operaban. Me volvieron a decir lo mismo, que costaba $120 mil y el mismo discurso. En la búsqueda de esos delincuentes me he encontrado a otras personas a las que les han hecho lo mismo, y me dicen que no han podido recuperar su dinero”, concluyó.
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