El Establecimiento Público Ambiental (EPA) desde el mes de marzo empezó un proceso sancionatorio ambiental contra la empresa Districandelaria S.A.S., propietaria del lote contiguo a la estación de servicios Districandelaria, ubicado frente a la Sociedad Portuaria en Manga, por daños al ecosistema de manglar, tala, ocupación de cauce ilegal y relleno del lote sin permisos requeridos.
En atención a las múltiples denuncias de la comunidad, el EPA realizó una visita de inspección, vigilancia y control en la que fueron hallados en flagrancia algunos empleados de la empresa realizando actividades que atentan contra los recursos naturales y el ecosistema de manglar, por lo que fueron puestos a disposición de la Fiscalía. Lea: Empresa es suspendida por vertimientos tóxicos que podrían llegar a la bahía
Roberto Junior González, subdirector Técnico y de Desarrollo Sostenible del EPA, aclaró que, en años anteriores, la propietaria del lote había solicitado un permiso de aprovechamiento forestal que le fue negado, y que solo se autorizaron los árboles secos o muertos, debido a que el lote está catalogado como Zona de Protección del Ecosistema de Manglar dentro del Plan de Ordenamiento Territorial vigente.
Actualmente, presentaron una nueva solicitud (Tala de Emergencia) alegando un posible riesgo para los tanques de la bomba, ante un posible incendio forestal y riesgo de volcamiento para las personas y vehículos que transitan por el sector. Lea: Ordenan suspender obras en la bahía a cargo de Aguas de Cartagena
Verificaron que hubo intervención de otros árboles sobre los cuales no tenían permiso de aprovechamiento forestal, que hubo obstrucción al box culvert, con un muro de concreto, impidiendo el acceso del agua proveniente de la Ciénaga de las Quintas al lote, poniendo en peligro la salud del humedal y del ecosistema de manglar. Lea: Cortes de luz en Cartagena y municipios de Bolívar entre el 15 y 17 de mayo
Según la entidad, también pudieron evidenciar un relleno con escombros de construcción y fitotoxicidad en algunos árboles que han sobrevivido a la fuerte intervención, posiblemente generada por fumigaciones con glifosato y hasta fauna silvestre muerta.
