El mejor paseo a playa puede automáticamente convertirse en el más desagradable. Las playas de Cartagena de Indias son consideradas por el sistema jurídico de Colombia como un Espacio Público, naturaleza jurídica que obstruye e impide la posibilidad de su privatización.
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Sin embargo, estos espacios, al ser públicos requieren de un control para garantizar la tranquilidad de quienes lo disfrutan; una tranquilidad que en ocasiones se ve interrumpida por vendedores informales, quienes laboran con el alquiler de vehículos acuáticos en algunas playas de Cartagena, lo cual podría representar un peligro para los bañistas.
El Universal atendió la denuncia anónima de un ciudadano que manifestó su malestar en las playas de Bocagrande. “El acoso es incesante, la bulla ni se diga, alquilan parlantes y las motos marinas andando entre los bañistas. Qué irresponsabilidad y no hay nadie que evite un accidente que bien podría evitarse”, expresó.

Los deportes náuticos para aficionados y profesionales, en este caso el uso de motos acuáticas, está prohibido en el balneario de Bocagrande. Así está fijado legalmente en una resolución que la Dirección General Marítima (Dimar).
¿Víctimas o victimarios?
El conflicto no siempre es con los trabajadores informales que se dedican al alquiler de las motos acuáticas, también con los usuarios, con quienes se trabaja para que logren entender que en esta playa de Cartagena no puede practicarse tal actividad marina, para eso están aptas las playas de El Laguito y algunas zonas de Castillogrande.

Si los negocios de alquiler de estas motos llegan a Bocagrande, es porque los dueños saben que hay buena demanda de este servicio. Es por eso que el compromiso también es de los bañistas para no alquilarlas, porque pueden ser los victimarios indirectos de cualquier accidente, aunque toda la responsabilidad sea del propietario.
Los permisos requeridos
Constantemente se decomisan motos acuáticas que además de estarlas operando en las playas de Bocagrande, no tienen autorización de la Dimar para hacerlo. Esta documentación establece la ruta que tomarán, matrícula registrada en la Cámara de Comercio y lo más importante, tener pólizas de seguridad que le garanticen al usuario cierta tranquilidad, son los requisitos para que embarcaciones menores puedan circular por las aguas marinas de Bocagrande.


Según ese estatuto, por no estar las playas de Bocagrande debidamente señalizadas no se puede practicar allí deporte ni atractivo acuático alguno. Con esto se está cuidando la seguridad e integridad de los bañistas, pues allí las actividades de tal destreza los pone en riesgo.