Daryl Polanco es una cartagenera que reside en el barrio María Cano y que diariamente utiliza Transcaribe para poder llegar a su lugar de trabajo. Ella, como cientos de cartageneros, quedaron atrapados ayer en el Mercado de Bazurto por las protestas, que comenzaron vendedores informales de la ciudad. Polanco, al igual que muchos ciudadanos, desconocía el motivo de la protesta que sorpresivamente “la cogió” en el semáforo de Bazurto. Lea: “Nos volvieron a faltonear”: vendedores informales continuarán con las protestas
Después de media hora en un bus de la ruta T-103, tuvo que bajarse, llamar al domiciliario de su empresa para que le diera “un chance” y así poder llegar a su destino.
Así como esta fueron cientos de historias las que se vivieron en las protestas, como las de adultos mayores que iban a citas médicas, pero no pudieron llegar. La mayoría de las personas que laboran en el Centro, Bocagrande, Crespo, El Laguito y otros sectores de la zona norte llegaron tarde a sus lugares de trabajo y otros, por orden de sus jefes, nunca llegaron.
Los indirectamente beneficiados con las protestas fueron los mototaxistas, quienes armaron ‘estaciones’ a lado y lado del bloqueo, y se relevaban para hacer las carreras a los ciudadanos que buscaban una opción rápida para salir del trancón. A otros les tocó permanecer por más de dos horas en las rutas de servicio público para llegar a sus destinos.
En medio de la jornada Transcaribe activó desvíos; sin embargo, estos no fueron suficientes tras los innumerables trancones que se apoderaron de la zona. Las estaciones estaban cerradas y la cara de desesperación de los “atrapados” era evidente.
Otros de los beneficiados con las manifestaciones eran los vendedores informales, quienes aprovecharon la jornada para vender agua, fritos e incluso sombrillas, ya que el inclemente sol permaneció durante toda la jornada. Muchos turistas que pretendían llegar a Bocagrande también tuvieron que bajar de los vehículos en que iban y continuar con el recorrido a pie.
