Crece la preocupación en el mundo por el cambio climático y recientes estudios dejan ver las afectaciones que estaría sufriendo Cartagena ante este fenómeno.
Así lo dejan ver recientes estudios, realizados gracias al esfuerzo conjunto entre la academia, la comunidad, instituciones y algunas ONG, que buscan exponer el panorama y encontrar medidas que permitan mitigar los efectos del cambio climático en la ciudad y sus corregimientos. Lea: “Cartagena es una de las ciudades más vulnerables al cambio climático”
Dichos estudios se hacen en torno al convenio entre la Universidad de Cartagena (Observatorio del Patrimonio Cultural) y el Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena (IPCC), con el apoyado de la ONG Anfibia y el proyecto Colaborartorio Azul. A este se suman habitantes de los corregimientos de Bocachica y Tierrabomba, quienes han dados sus testimonios sobre el impacto del cambio climático en sus comunidades, como la desaparición de una isla en Bocachica a la que el mar se tragó por completo.
“En Cartagena se ha hablado mucho de las afectaciones de este fenómeno a nivel académico y lo que estamos buscando ahora desde el IPCC, la Alcaldía y la Universidad de Cartagena es que las poblaciones que están siendo afectadas por los fenómenos naturales puedan ser partícipes de la solución y nos puedan ayudar a identificar y a mitigar los impactos de ese cambio climático”, indicó Luis García Pacheco, jefe (e) de la División de Patrimonio del IPCC. Este celebró el trabajo colectivo que se está haciendo y dijo que con este ejercicio se busca una apropiación social del concepto de cambio climático.
Punta Abanico e inundaciones
García Pacheco explicó que el monitoreo que se hace permitirá que se conozca a ciencia cierta qué es lo que está sucediendo en cada una de las comunidades.
El funcionario indicó que en Cartagena hay varias situaciones a causa del aumento de las lluvias, como el colapso de balcones e inundaciones en el Centro Histórico, y reveló que en esta zona hay 44 inmuebles en riesgo de colapso y 56 balcones entre regular y mal estado.
“El plan, una vez tengamos un conocimiento más concreto, es que en unos seis meses ya debemos tener una propuesta de mitigación de los impactos del cambio climático tanto en Cartagena como en la zona insular”, sostuvo.
Gonzalo Zúñiga, quien estuvo en la mesa de trabajo en representación del Museo Naval, indicó que el problema de las inundaciones en la zona histórica radicaría en que la diferencia de altura de sectores como la Bahía de las Ánimas con respecto a la calle se ha reducido bastante, y basta un simple aguacero para que se unan las aguas.
“Está comprobado que hay un hundimiento de la placa tectónica sobre la que está asentada Cartagena, y es de 1 milímetro por año, lo que significa que en cien años van a ser 30 centímetros, lo que es mucho para Cartagena”, señaló.
De otro lado, las indagaciones han dejado ver las afectaciones en el sector insular. José Gregorio Julio, integrante de la fundación Vigías de Carex, reveló que una pequeña isla llamada Punta Abanico (en jurisdicción de Bocachica), que servía como hábitat de aves frente a la isla de San José, se hundió hace pocos meses.
“Esta porción de tierra, que era muy importante para el ecosistema, desapareció prácticamente ante la vista de todo el mundo, y creemos que fue producto de la ampliación del canal de acceso”, explicó.
Otras afectaciones que, según los habitantes de Bocachica viene ocurriendo desde hace más de 8 años, son las inundaciones en las calles primera y segunda de este corregimiento cuando sube la marea. Así mismo, dicen que la subida de las aguas mantiene inundado al fuerte de San Fernando.
Esfuerzos conjuntos
Mientras tanto, Carlos del Cairo, antropólogo y arqueólogo del proyecto Colaborartorio Azul, dijo que lo importante de este ejercicio multidisciplinario es la integración de los diferentes conocimientos, tanto los académicos como los saberes de las comunidades costeras.
“Vamos a construir una metodología para identificar cuáles son los efectos de ese cambio climático sobre ciertos patrimonios de orden inmueble, llámense fortificaciones, hornos, entre otros, que se encuentran en las zonas costeras y en las zonas sumergidas, en Bocachica, Tierrabomba, Bocagrande y en el Centro Histórico”, explicó.
El experto destacó que los testimonios de las comunidades afectadas permitieron identificar que en los últimos años las inundaciones y elementos medioambientales han alterado no solamente los bienes culturales, sino también a las mismas comunidades.
El proyecto Colaborartorio Azul es el resultado de la formulación de las estrategias del Plan Especial de Manejo y Protección (PEMP FORT BAHÍA) del Paisaje Fortificado de la Bahía de Cartagena.
Participantes
En la primera mesa de trabajo, que se realizó en la Universidad de Cartagena, estuvieron representantes de la Escuela Taller de Cartagena de Indias, la Fundación Vigías de Carex, la Sociedad de Mejoras Públicas de Cartagena, el Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena, el Grupo Conservar, el Centro de Investigaciones Oceanográficas e Hidrográficas y la Dimar.
