Un muro de contención de aproximadamente 300 metros de largo, construido en el año 2010, es el que mantiene protegidos a los residentes de la urbanización Nueva Granada, pues la erosión en la Loma del Marión no ha parado desde inicios de noviembre cuando llovió durante casi una semana.
Los aguaceros han provocado deslizamientos en esa reserva natural, que han arrastrado no solo tierra sino una gran cantidad de árboles que los vecinos habían sembrado en diferentes jornadas. También terminó en el suelo la pared del patio de una vivienda adyacente.
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Para la comunidad la angustia es grande. El temor es que en el cualquier momento el muro ceda y la tierra que baje del cerro rompa la estructura cruzando hacia las calles y casas aledañas. De hecho, ya seis losas de concreto de una escalera que hace las veces de canal pluvial sobre la loma, se partieron y terminaron en un andén tras volarse el muro.
No quieren repetir
En el pasado reciente ocurrieron episodios devastadores que dejaron sin techo a varias familias. En 1995 la temporada de lluvias dejó decenas de damnificados en Nueva Granada y sectores aledaños, mientras que en los años 2007-2008 nuevos deslizamientos provocaron el colapso de unas 10 viviendas. Afortunadamente, desde el 2010 cuando el Distrito construyó el muro de contención, no han vuelto a ocurrir más calamidades. No obstante, las lluvias de las últimas semanas sembraron nuevamente la zozobra en los habitantes de la zona.
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“Mucha tierra de la loma se nos ha venido para acá abajo y gran parte del trabajo que hemos hecho reforestando se ha perdido. Ya la tierra está casi al borde del muro, incluso la escalera canal que sirve de desagüe ha perdido varias placas. También hemos tenido que cortar casi 20 árboles que cayeron de este lado. Estamos muy preocupados porque si las lluvias siguen tan fuertes se nos puede venir una avalancha como en décadas anteriores”, expresó Osvaldo Beleño, presidente de la Junta de Acción Comunal de Nueva Granada.
El otro drama
Así como en La Popa, la Loma del Marión también ha sentido el impacto de las construcciones irregulares por parte de personas en extrema pobreza que buscan un techo donde vivir. Wendy Castillo es una de ellas. Vivía en Venezuela y hace cinco años llegó a la loma con su pareja y tres hijos menores de edad. Hoy, la casucha en la que residen en la parte alta está a punto irse al barranco.
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“Tengo cinco años aquí y es la primera vez que pasa esto, nunca había estado en riesgo, pero ahora sí se me está desbarrancando la loma y eso me mantiene con miedo. Vinieron unos funcionarios y me dijeron que debía irme, pero no puedo hacerlo porque no tengo para donde coger”, señaló Wendy.
“Solicitamos que vengan los entes competentes y hagan una inspección porque no sabemos qué tan grave es la situación. Necesitamos saber en qué condiciones está el muro de contención, aquí no solamente se sienten en riesgo los que están arriba sino las decenas de familias que vivimos en los barrios de abajo, principalmente en Nueva Granada”, finalizó el presidente Beleño.
Desde la Oficina Asesora para la Gestión del Riesgo de Desastres del Distrito (Oagrd), aseguraron que ya realizaron una inspección en la zona y por ahora para la gente de Nueva Granada no se han emitido alarmas, pues aún hay un espacio amplio que los protege. No obstante, se hizo la remisión del caso a la Secretaría de Infraestructura para que haga una evaluación más técnica del caso.

