¿Cansado de hacer mucho por nada?, ¿cansado de hacer las cosas bien y que se te recrimine al cometer un error mínimo? Estas son las preguntas que le dan origen a la nueva tendencia que tiene atemorizados a los gerentes de empresa, y que se está propagando hasta en TikTok con el #quietquitting.
Un oportunidad laboral es un privilegio, más en estos tiempos que escasean las oportunidades. Sin embargo, es innegable que el ambiente laboral en muchas empresas es tóxico y no faltan aquellos trabajadores inconformes que amenazan todo el tiempo con dejar el puesto tirado.
Esta nueva tendencia de la renuncia silenciosa combate ese viejo mecanismo de hacer ruido y convertir el entorno laboral en un infierno. Consiste en simplemente hacer lo mínimo que se espera de uno en el trabajo. Renunciar tranquilamente no se trata de evitar hacer tu trabajo, se trata de tener una vida significativa fuera de tu trabajo.
Esta tendencia se ha propagado, causando revuelo directamente en jóvenes que se sienten explotados laboralmente, sobre todo por la cultura que se tiene en algunas empresas de Cartagena del trabajo mal remunerado.
La frustración de la generación Z
¿Te preocupa no obtener lo que tuvieron tus padres a tu edad? Esta preocupación responde a los cambios de generaciones. Los millennials y la generación Z no han contado con las mismas oportunidades o estabilidad financiera. Muchos jóvenes se desesperan porque no están siendo remunerados como realmente esperaban.
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Pertenecen a la Generación Z los nacidos entre 1997 y 2015, por lo que este grupo tiene en la actualidad entre 7 y 25 años. Pero sus altas expectativas laborales muchas veces han tenido que tropezarse con la dura realidad de extenuantes horas extras, contratos precarios y poco tentadores (pero que deben tomar porque no hay tantas alternativas).
Según las cifras del Dane, entre abril y junio de 2022 la tasa del desempleo en los cartageneros entre 15 y 28 años es superior al límite total de 10 puntos, elevándose a un total de 21,8.
Todo lo anterior sumado a la incertidumbre de la terminación de un contrato y el fracaso de no obtener una vivienda propia o aplicar en alguno de los proyectos de vivienda de la ciudad (que son extremadamente costosos para un joven). Ante esta decepción, un estudio reciente de Deloitte reveló que los jóvenes quieren flexibilidad y equilibrio en sus vidas.
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Muchos jóvenes que se suman a la renuncia silenciosa están incursionando en la idea de no tener que vivir para trabajar. Simplemente continúan trabajando sin que esto les tome el control absoluto de sus vidas.
Beneficios en la salud mental
Según diferentes estudios, el equilibrio entre el trabajo y la vida están conectados a la salud mental. Renunciar en silencio tiene como objetivo recuperar tu equilibrio, en ese momento en el que crees que el trabajo ha arrasado con tu vida personal.
También se puede reparar el autoestima mediante este nuevo hábito. Cuando todo lo que haces es pensar en trabajar, es muy difícil que reconozcas tu valor. Los fracasos empiezan a tomar forma en el momento en que no obtienes ese ascenso o aumento que querías, y esto aumenta la ansiedad que afecta tu rendimiento.
La tendencia de la renuncia silenciosa te invita a no responder trabajando más, sino cortando ese círculo vicioso haciendo lo que puedes a tu ritmo. Sin presiones, sin preocupaciones, y de forma más productiva.
La renuncia silenciosa mejora las relaciones en tu trabajo
Según investigaciones, los empleados más felices son más comprometidos y no quieren salir corriendo del puesto de trabajo cuando se termina la jornada. Una persona feliz es agradable y amigable, abierta a tener amigos en el trabajo y respetar los diferentes puntos de vista.
La renuncia silenciosa evita que te sientas en competencia con tus compañeros de trabajo, porque al no querer acaparar todo por ansiedad y dedicarte solo a tus obligaciones no hay lugar para una contienda innecesaria y desgastante. Tener amistades en el trabajo puede aumentar la lealtad a la empresa o institución.
El objetivo es poner límites para que tu identidad y autoestima no esté ligada a la productividad laboral. La renuncia silenciosa, en definitiva, no es renunciar a tu puesto, sino a eso que te evita tener una vida.