El Colegio Dios es Amor (CDA) del barrio Villa Estrella no solo acoge a niños de este barrio sino de El Pozón y sectores aledaños, quienes luego de dos años de virtualidad volvieron en este 2022 a las clases presenciales con mucha motivación, deseos de integrarse y ganas de aprender.
Sin embargo, estos pequeños al regresar encontraron que el eterno problema de las basuras en las afueras del colegio sigue sin ser resuelto.
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Angie Ucros, quien matriculó este año a su hija en esa institución educativa, se ha llevado muchos momentos desagradables cuando la lleva, ya que antes de ingresar debe sortear junto a la pequeña los obstáculos que representan las pilas de bolsas de basuras regadas a lo largo del andén.
El riesgo para ella y los demás padres de familia es elevado, ya que al verse obligados a bajar a la carretera para seguir su curso, se exponen a ser atropellados, sobre todo porque por esa vía principal transitan buses de Transcaribe, mototaxis, taxis, carros particulares y vehículos de carga pesada.
Lo curioso es que en la zona no hay falencias en el servicio de recolección basuras, pues el operador cumple a cabalidad con las frecuencias. Lo que hay es falta de sentido de pertenencia y conciencia ciudadana por parte de algunos residentes.
“Uno llega y encuentra ese montón de basuras regadas en todo el andén, no hay por dónde pasar, nos toca caminar por esa carretera tan peligrosa. Aparte los olores son insoportables, nuestros hijos no deben recibir sus clases en medio de esa contaminación ambiental que hay afuera”, argumento Ucros.
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Demás vecinos del sector aseguraron que se trata de un punto crítico de basuras, el cual han intentado erradicar con ayuda de las autoridades pero ha sido imposible, debido a que personas de otros sectores o los denominados carromuleros aprovechan la soledad de ese tramo para tirar desechos e irse rápidamente.
Por su parte, la empresa operadora del aseo, indicó que la frecuencia se hace los martes, jueves y sábados, por lo que pidió a los habitantes sacar las basuras solo momentos previos a la llegada del camión recolector, y no antes.
