La Conferencia Episcopal de Colombia se reunió del 14 al 18 de febrero para celebrar la 112 Asamblea Plenaria del Episcopado. En este encuentro también designaron al presidente de la Comisión Episcopal de Liturgia, al nuevo director del Secretariado Nacional de Pastoral Social (SNPS) y al secretario general de la Comisión de Conciliación Nacional (CCN).
Con grata sorpresa, los cartageneros conocieron que el sacerdote Rafael Castillo Torres fue nombrado por los obispos como el Secretariado Nacional de Pastoral Social (SNPS), en reemplazo de monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria, quien deja la dirección de esta dependencia, luego de 24 años de servicio.
Castillo Torres, de 62 años, es párroco del Santuario del Cristo de la Expiración, de la parroquia Santo Domingo, donde desempeña su actividad comunitaria y religiosa tras una designación de la Arquidiócesis de Cartagena y director del Programa de Desarrollo y Paz (PDP) del Canal del Dique que cobija las Arquidiócesis de Cartagena y Barranquilla.
En su columna del domingo pasado, publicada en El Universal, escribió: “Mi gratitud al periódico El Universal por permitirme cada 15 días, durante 13 años, escribir estas columnas. Gracias al padre Pachito Aldana y a Pedro Luis que me animaron a hacerlo y a todos los lectores que supieron acogerlas”. Lea aquí: ¡No maltratemos la vida!
Como presidente de la Comisión Episcopal de Liturgia, por mayoría de votos, fue designado monseñor Jaime Cristóbal Abril González, obispo de la Diócesis de Arauca, licenciado en Sagrada Liturgia en el Pontificio Ateneo de San Anselmo, prestó sus servicios en el Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC), como director del Departamento de Liturgia (2009-2015).
Y como Secretario general de la Comisión de Conciliación Nacional (CCN) fue elegido el padre Eliécer Soto Ardila, oriundo de San Gil (Santander) y adscrito a la Diócesis de Barrancabermeja. Actualmente el sacerdote Soto, es el director de la Pastoral Social en Barrancabermeja, ha apoyado procesos de promoción humana integral, evangelización de la cultura social y política, respaldo a procesos humanitarios de atención integral a víctimas del conflicto armado y participación en la junta directiva de la Corporación Desarrollo y Paz del Magdalena Medio.