Como un hecho que se pudo evitar si se hubiesen acatado las sugerencias previamente, catalogan los vecinos del Paseo Bolívar la caída de varias láminas de zinc sobre una vivienda y un vehículo particular estacionado en la calle, en la noche del domingo.
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Según la comunidad, afortunadamente no hubo personas heridas, ya que todas buscaron refugio cuando previeron que dichos elementos cortantes podrían desprenderse de donde estaban amontonadas en una especie de bodega en la segunda planta de un reconocido supermercado de la zona.
Jhony Caraballo, uno de los afectados, aseguró que: “nuestra casa está al lado del almacén y llevábamos varios meses diciéndole al supervisor que aseguraran esas láminas porque podrían causar una tragedia, pero no nos hicieron caso. El domingo soplaron brisas muy fuertes y arrastraron todo a su paso, las láminas cayeron en la casa y en la calle. Una tía de 76 años entró en pánico y el carro de un vecino quedó rayado en varias partes. Gracias a Dios no hubo heridos”, contó Caraballo.
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Otra de las afectaciones del suceso fue la interrupción del servicio de energía eléctrica en el barrio, ya que algunos cables se averiaron. “Esta es la calle 48, conocida como la calle La Paz, esa noche quedamos sin luz un largo rato, también en las calles 49 y 50, tuvieron que llegar los de Afinia a arreglar el daño”, añadió el afectado, quien además sufrió la partitura de un tramo del tejado de su vivienda.
Tanto Caraballo como el propietario del vehículo impactado confían en que, tal como les aseguró el supervisor, pronto las directivas del supermercado les respondan por los perjuicios causados.